El prólogo de Decio Durando señala: «Los recorridos aquí cartografiados atraviesan el derecho, la literatura, la economía, la historia, la política, la arquitectura, la pintura y hasta la escatología, siguiendo el discurrir del pensar como un arroyo claro por entre aquellas regiones fronterizas de cada campo disciplinario; lares donde el objeto se difumina y el método comienza a ser un horizonte gris y neblinoso con relación al cual resulta difícil orientarse; se trata del viejo y peligroso oficio de pensar».