Resumen:
Cervantes pertenece a la estirpe de los intelectuales, sobre quienes descansa la tarea de conservar y trasmitir la más delicada de las herencias: el patrimonio espiritual de la Humanidad. Es un intelectual, pero también es un artista. En las novelas Ejemplares también se sorprende ciertas fases del hacer intelectual que sustenta su obra de creación. En "La Gitanilla" es posible seguir el esquema sobre el que se configuran los protagonistas, para que se cumpla el fin propuesto por el autor. En "El Celoso Extremeño" aflora el riguroso planteo que estructura la novela, o el puro juego intelectual de acumulación con su contraparte, que lleva a la creación de un protagonista inanimado y a un desenlace negativo, como consecuencia última de este juego.