Resumen:
Avanzamos hacia un futuro imprevisible. Nadie, absolutamente, puede afirmar qué sucederá mañana. La dimensión de la crisis no tiene precedentes en la historia del mundo occidental, el de los grandes virajes. Abarca Oriente, el mundo estático de antaño y también preclaros pensadores y filósofos de la historia, expresan fundadas preocupaciones por el porvenir del género humano. La actual es una crisis cuya duración, intensidad y extensión, llevan la cultura entera al borde del abismo. ¿Se hundirá una de las más florecientes civilizaciones de cuantas han existido hasta el presente? Apenas hay esfera cultural ilesa, ni lugar del globo terráqueo que tras los tres primeros lustros de este siglo, no acuse inestabilidad, desarticulación aguda. Si los continentes más reacios al cambio, están envueltos en lo que va del siglo o estuvieron conmovidos por sucesivos estallidos de guerras, revoluciones sociales, luchas religiosas, políticas, económicas. El cambio es la constante más típica del mundo de hoy.