Resumen:
Un curso de Introducción a la Filosofía tendría que ser una oportunidad para el asombro, para poner en movimiento la -a veces aletargada- capacidad reflexiva de los cursantes; debería en suma lograr que los estudiantes se atrevan a pensar -abandonando la pereza y la cobardía- tal como lo exigía Kant en un célebre artículo. Porque, más allá de lo que sea "necesario" que nuestros alumnos aprendan o sepan según lo prescripto por los planes de estudio y sus contenidos mínimos, hay una formación ineludible de la que los y las estudiantes de hoy no pueden carecer a la hora de ejercer su ciudadanía, incluso su ciudadanía universitaria. Si bien la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (UNL) ya no restringe a la tradicional carrera de Abogacía, Justicia, Democracia y Derechos Humano fue concebido pensando en la formación de los estudiantes de Derecho, futuros hombres y mujeres de leyes. Pero no en su formación profesional, en un sentido técnico de la palabra, sino aquella -humanística y filosófica- que los introduce a los grandes temas de la democracia: las discusiones en torno a la justicia, la igualdad, los derechos humanos. Al mismo tiempo, les proporciona herramientas para llevar adelante la argumentación racional, la crítica y el consenso, imprescindibles en su vida académica, en su práctica profesional, en su accionar como ciudadanos.