Resumen:
Todo avance científico que no se comunica es como si nunca hubiera sucedido. Este libro intenta desentramar el mundo de la investigación, la comunicación científica y demás quehaceres del investigador, poniendo en contexto y acercando al estudiante que da sus primeros pasos en este camino. A lo largo del libro se introduce al lector en el concepto de "ciencia" como una actividad laboral que, al igual que el resto de las profesiones, supone trabajo, dedicación, tiempo y esfuerzo, tanto como creatividad y entusiasmo. El desafío aquí es vencer el estereotipo del investigador aislado, encerrado en su oficina, cubierto de libros, tubos, reactivos y fórmulas para presentarlo como un ser real, que siente, trabaja y se divierte. El eje que recorre toda la propuesta es el de pensar la ciencia no desde un pedestal sino sentado al lado de quien hace y aprende. Mediante un lenguaje más cercano a la lógica cotidiana, se pretende transmitir el mensaje de que el conocimiento puede promoverse en espacios poco protocolares y a través de medios poco frecuentes sin que todo ello signifique banalizar ese mismo conocimiento. Se busca instalar el debate respecto de la importancia de la búsqueda bibliográfica, la lógica de la escritura, los protocolos de escritura y la selección de artículos, la manipulación de los formatos discursivos y el manejo del discurso oral. La propuesta se sustenta en el reconocimiento de que estas actividades generalamente son abordadas de manera tangencial y casi exclusivamente de un modo informal y no sistemático. El libro pretende ser un acompañante para quien inicia en esta labor de manera tal que ante la posibilidad de un trabajo solitario tenga un refugio al cual acudir.