Resumen:
Este libro nos invita a recorrer un diálogo entre archivólogos/bibliotecarios y estudiosos de la literatura que leen manuscritos contemporáneos. Ahí preguntamos qué significaciones nos suscita el archivo cuando incorporamos otros saberes para escuchar nuestros papeles. Nacido con pretensión de manual, nos ha permitido reflexionar sobre nuestras prácticas y aventurar algunas nociones teóricas. En ese camino, ¿qué escuchamos cuando un archivo se abre y los espacios se despliegan? Desde el más acá, el aleteo de sus abanicos majestuosos, una danza alada en un tiempo que se pone a existir antes del tiempo. Y aún ahí, aleteos, rasguidos de hojas, itinerarios por donde comenzar a revisar los estados de la memoria, de la literatura, de las tradiciones. Y entre membranas, grietas para seguir discutiendo una palabra para el archivo y su domicilio errante. Mientras tanto escribimos. Lo hacemos desde el sur, desde un des-territorio donde construimos instituciones que nos permitan pensar una casa para guardar esos restos y cartografiar una memoria estratégica. Lo que aparece, entonces, es una política de la amistad. En ella nos abrigamos para recibir contribuciones y una tarjeta manuscrita con el permiso de Marguerite Derrida para publicar el texto surgido de una mesa redonda donde se conversa sobre correos electrónicos, manuscritos y borradores, autoridad archivística, firma y acontecimiento, y los participantes son Daniel Ferrer, Jacques Derrida, Louis Hay, todos nosotros, y nosotras.