El modelo tradicional actual de administración de activos financieros mediante Fondos Comunes de Inversión (FCI) se encuentra lleno de barreras de entrada, distorsiones y limitaciones que perjudican tanto a sus inversores como a sus administradores. Si bien la legislación vigente regula estos FCI y en especial el accionar de sus responsables, el método aplicado no resulta ya ni eficiente ni eficaz para garantizar la protección optima del inversor. Para demostrar esto, se estudian las causas por las cuales la existencia de una gran cantidad de intermediarios del modelo financiero actual reduce la eficiencia, aumenta los costos y pone en situación vulnerable a los inversores exponiéndolos ocasionalmente a fraudes o errores humanos. Al mismo tiempo, se revisa la legislación vigente y se identifica que, si bien reduce, no logra eliminar por completo fallas estructurales propias de un sistema deficiente. En consecuencia, resulta necesario buscar alternativas innovadoras y superadoras que logren eliminar de raíz sus fallas estructurales.
Los Fondos de Inversión Regulados y Operados por Tecnología (FIROT) son aquellos fondos donde los procesos rutinarios de contabilidad, suscripción y redención de cuotas partes, cálculo de comisiones y costos, y custodia de títulos valores, se automatizan y autorregulan mediante el uso de contratos inteligentes en blockchain, y donde sus reglas de funcionamiento y políticas de administración del riesgo son establecidas al momento de su constitución y posteriormente inviolables e inmodificables.
Los resultados de su análisis indican que traen consigo enormes ventajas porque no solo aumentan la seguridad y transparencia, reducen costos y facilitan la operatoria, sino que fundamentalmente permiten al regulador anticiparse y prevenir cualquier violación u omisión a la ley. El ente regulador debería entonces reconocer sus beneficios y emitir una nueva legislación que autorice y regule su implementación en todo el país, centrándose ya no en las instituciones financieras intermediarias sino en la tecnología subyacente.
The traditional model of asset management through Investment Funds (IF) is full of entry barriers, distortions and limitations that harm both investors and managers. Although current legislation regulates these IFs and especially the behave of those people in charge, the method applied is no longer efficient nor effective to guarantee optimal investor’s protection. To demonstrate this claim, we study the reasons why the existence of a large number of intermediaries in the current model reduces efficiency, increases costs and makes investors vulnerable, occasionally exposing them to frauds or human errors. At the same time, we review the current legislation and identify that although it reduces, it does not completely eliminate structural failures typical of a deficient system. Consequently, it is necessary to look for innovative and overcoming alternatives that manage to eliminate its structural failures at the root.
Technology Regulated and Operated Investment Funds (TROIFs) are those funds where the routine processes of accounting, subscription and redemptions of capital, calculation of commissions and costs, and custody of securities are automated and self-regulated by using smart contracts on a blockchain. And where its operating rules and risk management policies are stablished at the time of its setup and subsequently inviolable and unchanged.
The results of their study indicate that they bring enormous advantages because they not only increase security and transparency, reduces costs and facilitate operations, but fundamentally allow the regulator to anticipate and prevent any violation or omission of the law. The regulator should therefore recognize their benefits, and issue new legislation that allows and regulated their implementation throughout the country, focusing no longer intermediary financial institutions but on the underlying technology.