El escenario sociocultural en el mundo, y en particular el concepto tradicional de familia en Argentina, ha cambiado en los últimos 50 años. A la fecha las configuraciones familiares se han diversificado y su rol ha mutado en formas disímiles. De acuerdo con la literatura científica, la familia como unidad social básica ha sido atravesada por fenómenos tales como los cambios en el mundo del trabajo, las labores domésticas, la perspectiva de género, lo urbano rural, el grado de desarrollo tecnológico de la sociedad y por supuesto, el fenómeno de pobreza e indigencia. Desde la perspectiva del desarrollo local y en relación al área metropolitana gran Santa Fe, los cambios en el concepto tradicional de familia y la factibilidad de encontrarnos ante nuevas acepciones de pobreza nos obligan a interrogarnos sobre su naturaleza multidimensional y nuevos indicadores para medir este fenómeno en pos de encontrar políticas sociales que mitiguen este flagelo. Relacionado entonces con la pobreza como fenómeno socioeconómico íntimamente conexo con el desarrollo humano encontramos campos de estudio vinculados que lo acompañan y se asocian de alguna manera. Una de ellas es la dinámica demográfica y social de la familia, más precisamente las características y evolución que ha venido adquiriendo en los últimos 50 años, sus cambios y consecuentemente sus nuevas particularidades culturales vinculadas a la distribución del trabajo, género y tipologías novedosas en relación a la composición de las mismas, trayectorias educativas y laborales, y otras que aún desconocemos. Otro de los aspectos de interés y asociado a la pobreza es la intervención social estatal materializada en políticas de mitigación de los efectos del fenómeno sobre las poblaciones afectadas, la mayoría de ellas definidas a través de la lectura de causas vinculadas a los indicadores cuantitativos oficiales. Esto es, políticas de subsidios y trasferencias de ingresos para acceder a la canasta básica alimentaria y servicios como el transporte, la provisión de la energía hogareña y la educación.
The sociocultural scenario in the world, and in particular the traditional concept of family in Argentina, has changed in the last 50 years. To date, family configurations have diversified and their role has mutated into dissimilar ways. According to the scientific literature, the family as a basic social unit has been crossed by phenomena such as changes in the world of work, domestic work, the gender perspective, the urban - rural, the degree of technological development of society and of course, the phenomenon of poverty and destitution. From the perspective of local development and in relation to the greater Santa Fe metropolitan area, changes in the traditional concept of family and the feasibility of encountering new perceptions of poverty force us to question us about its multidimensional nature and new indicators to measure this phenomenon in order to find social policies that mitigate this scourge. Related then to poverty as a socio-economic phenomenon closely related to human development we find linked fields of study that accompany it and are associated in some way. One of them is the demographic and social dynamics of the family, more precisely the characteristics and evolution that has been acquiring in the last 50 years, its changes and consequently its new cultural particularities linked to the distribution of work, gender and novel typologies in relation to their composition, educational and labor trajectories, and others that we still do not know. Another aspect of interest and associated with poverty is the state social intervention embodied in policies to mitigate the effects of the phenomenon on affected populations, most of them defined through the reading of causes linked to official quantitative indicators. That is, subsidy policies and income transfers to access the basic food basket and services such as transportation, home energy provision and education.