Los fitosanitarios son productos utilizados para controlar las plagas que causan pérdidas en los cultivos. Los volúmenes comercializados en 2014 en Argentina fueron 304.151.844 L o Kg. de producto. Los herbicidas representan el 87% del mercado y el 81% de estos se emplean en los cultivos de soja, maíz, girasol y trigo. La aplicación de estos se realiza con equipos pulverizadores de arrastre o autopropulsados, el lavado interno y la limpieza exterior de estos puede ser una importante fuente de contaminación puntual. Una alternativa para abordar esta problemática es la utilización de camas biológicas que contienen una biomezcla compuesta por paja, suelo y turba en proporciones en volumen de 50%, 25% y 25% y están diseñados para recolectar y descontaminar líquidos residuales con alta concentración de pesticidas. La detección de plaguicidas por métodos químicos con instrumental específico es precisa, pero compleja, costosa y no siempre pueden identificarse y cuantificarse la totalidad de metabolitos producidos en su degradación, los cuales pueden tener una toxicidad mayor a los compuestos de origen. Una alternativa para evaluar el proceso de descontaminación en camas biológicas es la utilización de bioensayos o pruebas biológicas, mediante organismos que puedan utilizarse directamente sobre la biomezcla monitoreando su toxicidad. Los bioensayos de aplicación directa sobre la biomezcla se pueden realizar utilizando semillas de plantas vasculares, lombrices de tierra y nematodes. Estas pruebas son aplicadas para monitoreo de procesos de detoxificación, saneamiento, control de efluentes o reutilización biosólidos por su sensibilidad y sencillez de ejecución. El objetivo de este proyecto es evaluar la degradación de herbicidas en camas biológicas mediante bioensayos. En Argentina en el 2019 se instaló la primera cama biológica para la degradación de fitosanitarios. Debido a la reciente introducción de este sistema en nuestro país es necesario disponer de información local para el diseño y manejo de las mismas, como la capacidad de retención de agua, las dosis de producto que no afecten las comunidades microbianas del suelo minimizando las funciones de transformación y degradación de estos compuestos, el empleo de microorganismos para agregar a la biomezcla que promuevan la degradación de los plaguicidas o conocer los efectos negativos plaguicidas como los fungicidas en la degradación de mezclas de herbicidas.
Pesticides are products used to control organisms that cause damage to crops. 304,151,844 L or Kg of pesticides were marketed in Argentina in 2014. Herbicides represent 87% of the market and 81% of these are used in soybean, corn, sunflower and wheat crops, in order of importance. The internal and external washing water of the spray equipment used for the application of pesticides can be an important source of point contamination. Biobeds that contain a biomix composed of straw, soil and peat in volume proportions of 50%, 25% and 25% and are designed to collect and decontaminate residual liquids with a high concentration of pesticides. The detection of pesticides by chemical methods with specific instruments is precise, but complex, expensive, and it is not always possible to identify and quantify all the metabolites produced in their degradation, which may have greater toxicity than the original compounds. An alternative to evaluate the decontamination process in biological beds is the use of bioassays or biological tests, through organisms that can be used directly on the biomix to monitor its toxicity. Direct application bioassays on the biomix can be carried out using vascular plant seeds, earthworms and nematodes. These tests are used to monitor detoxification, sanitation, effluent control or biosolids reuse processes due to their sensitivity and simplicity of execution. The aim of this project is to evaluate the degradation of herbicides in biobeds through bioassays. In Argentina, the first biological bed for the degradation of plant protection products was installed in 2019. Due to the recent introduction of this system in our country, it is necessary to have local information for its design and management, such as the water retention capacity, the doses of product that do not affect the microbial communities in the soil and the degradation of pesticides, and the use of microorganisms to add to the biomix that promote the degradation of herbicides.