The Guaraní Aquifer System- GAS is a transboundary aquifer shared by Brasil, Paraguay, Uruguay and Argentina, extending for some 1100000 km2. The GAS is the third among the largest aquifers of the world, behind the Nubean sandstone aquifer in Africa (2500000 km2) and the Great Artesian Basin in Australia (1750000 km2). In Argentina it extends under Misiones and Corrientes Provinces, North of Entre Ríos Province, East of Chaco and Formosa provinces and Northeast of Santa Fe province.
The current conceptual hydrogeologic model for the GAS has many uncertainties, particularly in the south. One of them is related to the definition of the aquifer border and the geologic model due to stratigraphic information scarcity. Doubts have been raised in relation to the existence of discharge/recharge zones in the Argentinean sector and their relationship with the surface water system. Besides, 14C measurements resulted in groundwater ages over 40000 years. The current numerical model is two-dimensional, under steady state flow regime without considering overlying/underlying formations. Taking into account the possible interaction between the GAS sandstones with confining units is keen to understand the effect of the hydraulic connections within the system and consequently the mixture of waters of different ages. In this manner, one could build a more reliable water balance in order to manage the aquifer under sustainable uses scenarios.
El Sistema Acuífero Guaraní (SAG) es un acuífero transfronterizo compartido entre Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, que ocupa aproximadamente 1100000 km2. El SAG es el tercero entre los acuíferos más grandes del mundo, detrás de las areniscas de Nubia en África (2500000 km2) y la Gran Cuenca Artesiana en Australia (1750000 km2). En Argentina se extiende bajo las provincias de Misiones, Corrientes, norte de Entre Ríos, este de Chaco y Formosa y noreste de Santa Fe.
El modelo hidrogeológico conceptual del SAG hoy disponible posee numerosas incertidumbres, en particular en el sector sur. Algunas de estas incertidumbres son el propio límite del SAG y el modelo geológico debido al escaso número de perforaciones disponibles. Respecto del flujo subterráneo y el balance de agua, se han planteado dudas acerca de la existencia de posibles zonas de recarga/descarga en el sector argentino y su vinculación con el sistema de drenaje superficial. Además, en base a mediciones de 14C se han detectado aguas cuya edad supera los 40000 años. El modelo numérico de flujo hoy disponible se basa en la simulación bidimensional, en régimen permanente sin incluir interacciones con formaciones infra-suprayacentes. Considerar la posible interacción entre el SAG y las unidades confinantes es fundamental para entender el efecto que la conexión hidráulica entre las formaciones podría tener en el sistema de flujo y las mezclas de aguas de diferentes edades. De esta manera se podría contar con un balance de agua más confiable y poder así gestionar este acuífero con escenarios de explotación sustentable.