Los hechos de muerte violenta o dudosa de criminalidad interesan particularmente al Estado, quien, a través del Ministerio Público Fiscal, solicita que se realice al cadáver un examen minucioso para determinar cuál o cuáles fueron las causas de su muerte (Código Procesal Penal, Artículo 253). Esto se realiza a través de una necropsia o autopsia médico-legal. A través de esta práctica, el médico pericial expone todos los hallazgos y lesiones evidenciadas, tanto en el reconocimiento externo como en el proceso de inspección interna; investigará cuál o cuáles de esas lesiones pudieron determinar la muerte del individuo. En la morgue judicial de San Nicolás de los Arroyos se reciben pedidos de autopsias de las localidades de Baradero, San Pedro, Arrecifes, Capitán Sarmiento, Ramallo y San Nicolás de los Arroyos. Se analizaron 15 autopsias comprendidas entre enero y diciembre de 2018 que contaron con el consentimiento del perito investigador. De estos informes se destaca que el 40% fueron heridas provocadas por el uso de arma de fuego, en el 20% se encontraron lesiones correspondientes a politraumatismos; en el 13,3% se hallaron patrones de ahorcadura; en el 13,3% de los estudios no se hallaron lesiones; en el 6,7% se evidenciaron lesiones compatibles con heridas por arma blanca y en el 6,7% se comprobó asfixia por sumersión.
Violent or suspicious deaths are of particular interest to the State, which, through the Public Prosecution Office, requests a thorough examination of the corpse to determine the cause or causes of death (Criminal Procedure Code, Article 253). This is done through a forensic autopsy. During this procedure, the forensic pathologist presents all the findings and injuries observed, both in the process of external and internal examination. He or she investigates which of these injuries could have caused the person's death. The judicial morgue in San Nicolás de los Arroyos receives requests for autopsies from the towns of Baradero, San Pedro, Arrecifes, Capitán Sarmiento, Ramallo, and San Nicolás de los Arroyos. Fifteen autopsies, conducted between January and December 2018, were analyzed with the consent of the investigating expert. These reports show that 40% were gunshot wounds, 20% had injuries consistent with multiple traumas, 13.3% showed signs of hanging, no injuries were found in 13.3% of the examinations; 6.7% had injuries consistent with stab wounds and 6.7% showed evidence of drowning.