En el presente trabajo procuré aportar a la comprensión del robo callejero a partir de conocer e interpretar los sentidos y emociones que quienes los cometen imputan a su acto transgresor. Entendiendo al sentido como el conjunto de significados posibilitadores de la experiencia, busqué en las narrativas que mis entrevistados/as utilizaron para describir sus transgresiones, conocer qué sentidos las posibilitaron o les brindaron sustrato. También a partir de dichas narrativas, intenté acceder a las emociones –como el miedo, la excitación o “adrenalina” y la ira- que se activaron en torno al acto desviado, con el objeto de revelar el aspecto expresivo del delito, aspirando así a rescatar elementos que han sido lateralizados en gran parte de los desarrollos criminológicos. En este punto, resulta indispensable precisar que estos sentidos y emociones fueron analizados a la luz de las biografías personales de sus protagonistas, a la vez que situados en sus contextos históricos y estructuras sociales en el marco de la época actual a la que los criminólogos culturales han dado en llamar Modernidad Tardía. Por último, me propuse establecer posibles vínculos entre los sentidos, las emociones y las acciones, con especial atención a eventuales variaciones según algunos rasgos de heterogeneidad de los actores involucrados, como la edad, el género y el momento de su trayectoria delictiva (sea su incursión, persistencia o eventual profesionalización).
In this work, I aimed to contribute to the understanding of street robbery by exploring and interpreting the meanings and emotions that those who commit them attribute to their transgressive acts. Viewing "sense" as the array of enabling meanings of experience, I delved into the narratives my interviewees used to describe their transgressions, seeking to understand the senses that enabled or underpinned them. Additionally, through these narratives, I sought to access the emotions —such as fear, excitement or "adrenaline," and anger— that were activated around the deviant act, aiming to unveil the expressive aspect of the crime, thereby hoping to reclaim elements that have been marginalized in much of criminological development. It is crucial to note that these senses and emotions were analyzed in the light of the personal biographies of the protagonists, while also situated within their historical contexts and social structures within the framework of the current era, which cultural criminologists have termed Late Modernity. Lastly, I aimed to establish possible links between the senses, emotions, and actions, paying special attention to potential variations based on certain heterogeneity traits of the actors involved, such as age, gender and the stage of their criminal trajectory (whether it be their initiation, persistence or eventual professionalization).