Las heridas de bala en el cráneo representan una fuente importante de morbilidad y mortalidad en varones adultos jóvenes. La pandemia de COVID-19 y las medidas de confinamiento asociadas pueden haber influido en la incidencia y los resultados de dichas lesiones.
Objetivo:
Comparar la prevalencia, las características demográficas y los resultados clínicos de pacientes con heridas de bala craneales tratados en el Departamento de Neurocirugía del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), Rosario, Argentina, antes y durante el confinamiento por COVID-19.
Métodos:
Se realizó un estudio observacional retrospectivo en pacientes con heridas de bala craneales no autoinfligidas evaluados entre marzo de 2019 y febrero de 2021. Se definieron dos períodos: pre confinamiento (Pre-ASPO) y confinamiento (ASPO). Se analizaron datos demográficos, clínicos, tomográficos y de resultados. El análisis estadístico incluyó regresión logística y pruebas de chi-cuadrado.
Resultados:
Se incluyeron cincuenta y tres pacientes (92% varones, edad media 27 años). De estos, 29 casos (54,7%) ocurrieron antes del ASPO y 24 (45,3%) durante el ASPO. Las lesiones más frecuentes fueron fracturas de cráneo (26,4%), lesiones transfixiantes (22,6%) y hematomas subdurales (20,8%). Veinte pacientes (37,7%) fallecieron. No se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre la mortalidad y la edad, el sexo o el período. Los hallazgos de la Tomografía fueron esenciales para la caracterización de las lesiones y las decisiones quirúrgicas.
Conclusión:
Aunque se observó una reducción en las heridas de bala craneales durante el confinamiento, la diferencia no fue estadísticamente significativa. La alta tasa de mortalidad subraya la necesidad crítica de una evaluación neuroquirúrgica rápida y la relevancia forense de las imágenes. Se necesitan más estudios con cohortes más grandes para validar estos hallazgos.
Cranial gunshot wounds (GSWs) represent a major source of morbidity and mortality in young adult males. The COVID-19 pandemic and associated lockdown measures may have influenced the incidence and outcomes of such injuries.
Objective:
To compare the prevalence, demographic features, and clinical outcomes of patients with cranial GSWs treated at the Neurosurgery Department of Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), Rosario, Argentina, before and during the COVID-19 lockdown.
Methods:
A retrospective, observational study was conducted on patients with non-self-inflicted cranial GSWs evaluated between March 2019 and February 2021. Two periods were defined: pre-lockdown (Pre-ASPO) and lockdown (ASPO). Demographic, clinical, tomographic, and outcome data were analyzed. Statistical analysis included logistic regression and chi-square tests.
Results:
Fifty-three patients were included (92% male, median age 27 years). Of these, 29 cases (54.7%) occurred pre-ASPO and 24 (45.3%) during ASPO. The most frequent injuries were skull fractures (26.4%), transfixing injuries (22.6%), and subdural hematomas (20.8%). Twenty patients (37.7%) died. No statistically significant associations were found between mortality and age, sex, or period. CT findings were essential for lesion characterization and surgical decisions.
Conclusion:
Although a reduction in cranial GSWs was observed during the lockdown, the difference was not statistically significant. The high mortality rate underscores the critical need for prompt neurosurgical evaluation and the forensic relevance of imaging. Further studies with larger cohorts are needed to validate these findings.