Nunca la vi llorar reconstruye la vida de Keka, una mujer que, durante dos décadas, traficó cocaína en el conurbano bonaerense. A través de una etnografía profundamente íntima, el autor relata su transformación en “Lupe”, una dealer sofisticada que opera en ambientes de elite: fiestas, afteroffice y círculos empresariales. La tesis propone una doble comparación: entre dos mercados de drogas (callejero y privado) y entre dos formas de subjetividad femenina. Mientras que como Keka gestionaba una red de venta con protección policial en barrios populares, como Lupe se insertaba en redes de consumo de clase alta, protegida por el anonimato, la propiedad privada y los privilegios de clase. La investigación cuestiona la idea de las mujeres como víctimas pasivas en las economías ilegales, mostrando cómo construyen reputación, gestionan riesgos y consolidan poder. La tesis explora temas como género, criminalidad, familia, trabajo y deseo, trazando una etnografía que también es una crónica literaria sobre la violencia, la ambición y las ilusiones rotas.
Nunca la vi llorar reconstructs the life of Keka, a woman who trafficked cocaine for two decades in the outskirts of Buenos Aires. Through a deeply intimate ethnography, the author narrates her transformation into “Lupe,” a sophisticated dealer who operates in elite environments: parties, after-office gatherings, and business circles. The thesis proposes a dual comparison: between two drug markets (street-based and private) and between two forms of female subjectivity. While Keka managed a sales network under police protection in working-class neighborhoods, Lupe inserted herself into high-class consumption networks, shielded by anonymity, private property, and class privilege. The research challenges the notion of women as passive victims in illegal economies, showing how they build reputation, manage risks, and consolidate power. The thesis explores themes such as gender, criminality, family, labor, and desire, crafting an ethnography that is also a literary chronicle of violence, ambition, and shattered illusions.