Resumen:
La dialéctica y sus sentidos.
Lo que hace de una categoría filosófica algo perdurable es el carácter. Este supone la unidad de sus múltiples sentidos que, articulados en un cuerpo semántico, deviene en signo de lo que le es propio, de lo suyo en general. En la palabra «dialéctica» hay siempre algo no dicho y algo por decir, mezcla de movimiento y reposo, de orden y caos, que invita a pensar por lo que afirma y por lo que niega, por lo que integra y por lo que excluye, por lo que, en definitiva, provoca y genera. En esta dinámica de encuentro y puesta en común, lo posible de la convivencia se
torna real a la luz de la vecindad de los planteos en el juego del pensamiento como controversia con aquello de lo que se distingue: único lugar en que lo considerado verdadero, acepta aún la interrogación. Esta obra intenta sostener la polifonía de voces desde el punto de vista de los autores, así como desde la perspectiva de los lectores, hacernos eco, estar atentos y escribir para que se lea y discuta por quienes todavía se obstinan por ir detrás de la plenitud posible de un sentido por venir.