Resumen:
Del movimiento liberal que recrudece en la América Latina al promediar el siglo XIX fue mentor, en la materia religiosa, don Francisco de Paula González Vigil, calificado como "uno de los orgullos más legítimos del Perú", y en cuya austera persona se cohonestaban el ejercicio del sacerdocio y el principismo de la Enciclopedia, la paciencia del investigador y el afán por la cosa pública. Para mentor de tan vasto movimiento filosófico, social y político, para "símbolo y apóstol de la Contrarreacción", Vigil —así a secas, como era conocido— reunía las condiciones sustanciales: talento, ilustración y conducta.