Resumen:
El corvo de San Martín donado a Rosas pendía en aquellas horas de afanes, desilusiones y polémicas, sobre la testa de Sarmiento, pero, como en el caso de la espada colgando sobre la cabeza del súbdito de Damocles, pronto pasó el peligro y se afianzaron las fervorosas convicciones del gran maestro en torno a la incuestionable personalidad moral del Héroe.