Resumen:
Del absurdo a la rebelión, el pensamiento de Camus recorre todo el camino que va de la soledad a la solidaridad. Esta solidaridad es amplia, elemental, sin cálculo: Camus defenderá esa fraternidad que, "a través de todas las edades de la inteligencia, no ha cesado jamás de combatir para afirmar contra las abstracciones de la historia aquello que excede toda historia, y que es la carne, sea sufriente o sea dichosa". Sólo esta fraternidad podrá llevarnos a una sociedad donde "el hombre recomenzará a tomar ese gusto del hombre sin lo cual el mundo no será más que una inmensa soledad".