Resumen:
Korn había dejado, prácticamente, a Romero como portavoz autorizado de la filosofía actual en nuestro país, don Francisco ha cumplido un inevitable cometido histórico, de hondo relieve nacional, comparable sólo, en otros respectos, al que cumpliera Ortega y Gasset para el orbe hispánico. Este cometido no fue otro que el de promover incentivadamente la vocación filosófica y el de orientarla en los específicos cuadros modales de la más reciente problemática filosófica de nuestros días. Todos cuantos cultivamos las disciplinas filosóficas hemos sentido en forma incisiva esta influencia renovadora de su acción intelectual, y de su obra, de la que somos deudores.