Resumen:
Antístenes, mestizo, hijo de un ciudadano ateniense y de una esclava tracia, también es, espiritualmente, el resultado de una sorprendente mezcla de honradez socrática y desaprensión sofística. Los cínicos, que a él no sin razón pretenden vincularse,continúan, en efecto, por una parte el sensualismo y el nominalismo de los sofistas y su radicalismo social-político, por otra, pueden ser considerados como los más fervorosos herederos del aliento ético-religioso de Sócrates.