Resumen:
El tema de lo religioso ha suscitado siempre, en épocas sucesivas y en diverso grado, la atención y el cultivo de los plásticos de todo el mundo. El arte: escuela de idolatría y de inmortalidad, núcleo así desde una primera época, primaria en sus principios, fuertemente intuitiva en sus vínculos formales, a artesanos y artistas en una cernida búsqueda tras el espíritu y la corporización de Dios. Aquí realizaremos un somero análisis de la obra de tres pintores franceses contemporáneos, vinculados, en diverso grado, en intensidad distinta, por el tema religioso: Georges Rouault, Henry Matisse y Marc Chagall. Si bien los tres tienen distinta estatura artística, fluyen al espacio de lo estético armados de disímiles voluntades y estilos, uno de sus temas predomiliantes, hecho de símbolos y de imágenes incontrovertiblemente propias, puede llegar a nuclearios, a posibilitar la razón de una unidad analítica. En los tres se puede señalar: con exactitud, sin vacilaciones auscultables, el paso de un arte "que representa" a un arte "que significa".