Resumen:
El estudio retrospectivo de la población del Valle de Santa María (Catamarca) tal vez nunca hubiera visto la luz, a no ser por el interés arqueológico que la comarca ha despertado de antiguo. La preocupación del profesor Alberto Rex González por remozar la visión, harto imprecisa, de las variadas culturas prehistóricas del Noroeste argentino, llevó a los valles catamarqueños un par de expediciones arqueológicas. El éxito de las expediciones arqueológicas suscitó la ambición de ampliar el campo de investigación de la realidad de Santa María. Un pasado tan brillante invitaba, apremiaba más bien, a buscar una explicación del mísero presente. El contraste aguzaba pues las apetencias, y los nítidos trazos del relieve otorgaban unidad geográfica al tema entrevisto. Entre el pasado indígena remoto y nuestros días, quedaba la historia. No cabía duda sobre la necesidad de indagar la dimensión temporal de los hechos sociales actuales. Una vez más, aunque al término de una jornada pocas veces transitada, de la arqueología al presente y de ahí a la historia, los historiadores eran convocados a decir su palabra sobre temas acuciantes.