Resumen:
La novela policíaca es, como el ajedrez y el soneto, una sutil creación del refinado espíritu del hombre moderno, que vino a reemplazar, en esta edad del mundo, a la maravilla de la novela de caballerías, consuelo del hombre del medioevo, de la cual desciende directamente, como la novela realista contemporánea desciende de la novela picaresca, que alcanzó su cumbre en la España de los Felipes, con el humanísimo y noble don Francisco Gómez de Quevedo y Villegas.