Resumen:
Cuando uno se ha propuesto estudiar el mecanismo de la comunicación humana, desmenuzando hasta sus últimas consecuencias el más pequeño resorte que ayuda a su correcto funcionamiento, descubre y entiende sus características más o menos permanentes, que facilitan la comprensión de un determinado proceso de interrelación técnicamente puro. Sin embargo, tratándose de la comunicación humana, en la que se conjugan las ideologías de las personas, sus culturas, intereses y expectativas, su análisis se imbrica, forzosamente, con el estudio de las ciencias del hombre. Esto convierte a la pureza de la técnica fría y esquemática en un conflicto de fuerzas, actuante en otro contexto más difícil de auscultar; donde es más complicado conciliar fórmulas y teorías sobre el futuro de esa comunicación. Al no pretender este ensayo presentar una teoría de la comunicación, su fin principal es invitar a la reflexión de los lectores precisamente sobre ese futuro que, de todos modos, se nos ha adelantado en forma exacerbante, si consideramos el perfeccionamiento de los medios de comunicación que hoy tenemos a nuestra disposición.