Resumen:
El presente trabajo fue premiado en el concurso de ensayo "Menéndez Pidal" del Instituto Argentino de Cultura Hispánica, Rosario, 1977. Poeta en Nueva York nos enfrenta con un García Lorca distinto y sin embargo como nunca idéntico a sí mismo. Poesía plena y cruda, con fuertes reminiscencias de superrealismo, y sin embargo como nunca erigida sobre la angustiosa realidad. Los procedimientos poéticos de la poesía mítica de Lorca no mueren, se exacerban: todo el libro es un símbolo continuado, y no puede hallarse un fragmento libre de sustituciones metafóricas. Cambia la cosmovisión, cambia a veces el sentido de sus imágenes obsesivas. Con el ingreso de los símbolos de la sociedad tecnificada cambian los materiales con que el autor edifica su mundo poético. Sin embargo, como nunca sus imágenes se cimentan sobre elementos fuertemente sensoriales, como la sangre a flor de piel, yentretejidas en apretadas redes,constituyen la peculiar estructura de la obra. Lorca no deja de ser un poeta de lo natural, sólo que su regionalismo previo da lugar a una universalidad que eleva su mensaje.