Revistas, arquitectura y ciudad: valor y sentido de las publicaciones en la era digital

Navegar el vértigo. Las publicaciones académicas en la era digital

Julio Arroyo
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo - Universidad Nacional del Litoral, Argentina

Navegar el vértigo. Las publicaciones académicas en la era digital

Arquisur revista, vol. 14, núm. 26, pp. 24-27, 2024

Universidad Nacional del Litoral

Navegar el vértigo. Las publicaciones académicas en la era digital

Rice+Lipka architects. Interpretación gráfica del cuento «Biblioteca de Babel», de J. L. Borges.
Figura 1.
Rice+Lipka architects. Interpretación gráfica del cuento «Biblioteca de Babel», de J. L. Borges.
https://placesjournal.org/series/fairy-tale-architecture/

La era digital comporta un cambio civilizatorio de gran alcance. La magnitud de las transformaciones en curso se observa tanto en los procesos estructurales generales del mundo contemporáneo como en la vida cotidiana de las personas. La articulación de Internet, big data y la Inteligencia Artificial genera una infraestructura que recubre el planeta y modifica los modos de relación entre personas y cosas, la circulación de ideas y mensajes, y los procesos de producción y consumo. Con ello se altera la percepción del espacio y del tiempo y, consecuentemente, la sensibilidad para comprender e imaginar el mundo.

La velocidad de la expansión de las tecnologías digitales, dentro de las cuales el teléfono inteligente es el elemento más emblemático, puesta en manos de sociedades y pueblos genera una hipotética igualación entre las diversas culturas, sociedades y países con distintos grados de integración en el sistema–mundo. La posibilidad de acceder individualmente, sin desplazamientos en el espacio y de forma inmediata a todo tipo de información, y de establecer relaciones interpersonales con motivos de trabajo, estudio, consumo y recreación, produce un nivel de satisfacción que legitima el mundo virtual.

Al respecto, Eric Sadin expresa que la irrupción extensiva e intempestiva de las tecnologías digitales «toma forma un estatuto antropológico y ontológico inédito cual es el de enunciar la verdad» (2020:21). El privilegio que Occidente concedió al conocimiento científico como forma de verdad —y a la universidad como su marco institucional— está disputado por los modos de producción, reproducción, circulación y transferencia del saber que habilitan las tecnologías digitales. Se ha creado un mundo digital que «se erige como una potencia aletheica, (…) como un órgano habilitado para peritar lo real del modo más fiable que nosotros mismos, así como para revelarnos dimensiones hasta ahora ocultas a nuestra conciencia» (Sadin, 2020:17).

El libro y la revista, así como la conferencia, la clase o una ponencia han sido los soportes del conocimiento sistemático, asociados a los tiempos y los espacios institucionalizados de la universidad. Aun cuando el conocimiento siga produciéndose en las temporalidades largas de las tradiciones universitarias o las más breves de una clase o de una lectura, y en las espacialidades físicas de una ciudad o un campus, de laboratorios, aulas y bibliotecas, estos tiempos y espacios se ven amenazados por la ubicuidad e instantaneidad que impone lo digital.

En este contexto, las publicaciones académicas se debaten entre ser expresión inercial del mundo predigital, recuperar vigencia reformulándose dentro del paradigma de lo virtual, o limitarse a ser un insumo de la Inteligencia Artificial generativa que, al procesar un volumen de información que supera holgadamente las capacidades humanas, pretende erigirse, por lo mismo, en una nueva aletheia.

La realización de este panel con el que se celebró el número VEINTICINCO DE ARQUISUR Revista brindó la oportunidad de hacer algunas puntualizaciones.

Conocimiento académico

Ídem
Figura 2
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https://placesjournal.org/series/fairy-tale-architecture/

El mundo digital ha producido una explosión cuantitativa de recursos disponibles en Internet, en repositorios como Google Scholar, JSTOR y Scopus. Algunas cifras ofrecidas por la Inteligencia Artificial (se consultó ChatGPT) son ilustrativas al respecto: 500 000 a 1 millón de papers sobre arquitectura y urbanismo; 50 000 a 100 000 tesis doctorales en repositorios globales e institucionales; 5000 a 10 000 tesis doctorales originadas en Latinoamérica y casi 150 zettabytes en 2024 de capacidad mundial de almacenamiento de información (1 ZB = 1000 millones de terabytes).

Las cifras producen vértigo. Y angustia. Lo primero por lo inabarcable de los números y lo segundo por la suposición de que todo el conocimiento está allí, como si se tratara de una summa scientia conservada en una biblioteca infinita pero que, debido a la limitada cognición de las personas, no se puede abordar sino de manera parcial y aleatoria. No obstante, se ha transformado en un imperativo para los académicos abrevar en esta fuente inconmensurable y sin jerarquías, la que reproducirán aportando sus propios trabajos para dar cuenta de su productividad.El capitalismo tecnoinformático, como lo presenta Byung–Chul Han, impone a los individuos constituirse como sujetos de rendimiento y competir en el mercado académico como sujetos emprendedores de sí mismos (Han,2010).

En consonancia, las revistas no solo deben generar un ámbito que garantice calidad, basado en el prestigio de las instituciones a las que están afiliadas o de los comités científicos que las respaldan, sino que también deben facilitar la visibilidad de los contenidos dentro de la masa indiferenciada de datos disponibles en la red. El recurso de la indexación permite que estos requisitos se cumplan, aunque ello obliga a las publicaciones a compartir su responsabilidad con las entidades indexadoras, lo cual ocasiona una suerte de pérdida de soberanía académica por parte de las propias universidades o los grandes centros nacionales de investigación.

No obstante, cabe reconocer que en este contexto la indexación brinda a autores y lectores mayor confiabilidad y visibilidad, más aún cuando se trata de publicaciones que asumen la ética del acceso abierto, libre y gratuito.

Revistas digitales

Idem
Figura 3
Idem
https://placesjournal.org/series/fairy-tale-architecture/

Aun cuando las publicaciones adhieran a las políticas de acceso abierto, el imperativo de la productividad y la competencia dentro del mercado académico exacerba la figura del individuo investigador por sobre la de la comunidad investigadora. Ello predispone a actitudes especuladoras por parte de autores y editores y a asumir el artículo como una unidad en sí misma, con relativa prescindencia de la revista como un conjunto integrado de textos articulados.

Las políticas de preprint, la publicación de flujo continuo y la posibilidad de postedición tienden a considerar el artículo como una pieza autónoma y a la revista como una mera plataforma de operaciones. Si bien el prestigio institucional o del sello editorial no desaparece de la consideración de los autores, la proliferación de revistas genera una sobreoferta de oportunidades y una competencia entre sí por exhibir los mejores niveles de indexación. Esto hace que prevalezcan factores pragmáticos antes que sustantivos al momento de postular un artículo a una u otra publicación.

En paralelo, las exigencias de productividad a la que se ven sometidos investigadores y universidades por igual, en articulación con los crecientes requisitos de los centros de indexación, como el marcaje, la preservación de datos a largo plazo, el control del plagio o la publicación de un mismo contenido en distintos soportes (pdf, e–publ, HTML) y la necesidad de tener presencia en redes (Instagram, X, Facebook, etc.), implican contar con nuevos servicios a título oneroso. De tal modo, las publicaciones deben incorporar programadores, pagemanagers, administradores de redes, proveedores de servicios de resguardo en la nube y analistas de métricas que se suman a los habituales de las publicaciones: diseñadores gráficos y correctores, considerando que las imprentas ya han perdido cabida en el proceso editorial.

Más allá de estas observaciones, la revista digital en Internet permite una difusión del conocimiento localmente generado a escala planetaria, consumando la expectativa obvia y constante de tener la mayor difusión posible de la producción universitaria. Facilita además la relación entre los actores (autores, evaluadores, editores) y su integración en redes con el reaseguro de contar con contenidos validados por pares evaluadores y, en el caso de las políticas a las cuales adhiere ARQUISUR Revista, de cumplir con la ética el acceso libre y gratuito propio de las universidades públicas.

ARQUISUR Revista

Su característica principal y que la diferencia de otras revistas del campo urbano–arquitectónico es que pertenece a una asociación internacional de facultades y escuelas de arquitectura de universidades públicas y no a una única institución, como es común. En el origen de la revista, la pretensión fue ser un órgano de difusión de conocimiento originado no solo en la investigación sino también en la docencia y la extensión universitaria, creado en un momento en que la cantidad de publicaciones sobre estas materias era limitada. En el año 2010 se publicó el número CERO, el único impreso en papel, ya que pronto se vio la dificultad de la logística de distribución de los ejemplares en el amplio territorio de los países representados en Arquisur: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.

Ya desde el número UNO, de junio de 2011, la publicación pasó a ser digital. No obstante, se trató de conservar el criterio de considerar la revista como una pieza gráfica integral, eventualmente imprimible, con arte de tapa y un cuidado diseño de texto e imagen que preserva el valor que tiene para la arquitectura y el urbanismo la información visual. Por eso, y a pesar de las exigencias de los centros de indexación, que obligan a múltiples formatos de lectura, la revista puede ser descargada o leída en pantalla como si se tratara de un ejemplar impreso a doble página. De igual modo, sus contenidos se organizan en una secuencia ordenada en torno a ejes temáticos para que cada número posea coherencia interna.

Inmersa en el magma digital, ARQUISUR Revista contribuye a ese mundo que, como «La biblioteca de Babel»,[1] fascina con la promesa de un saber inconmensurable, tal vez infinito, en pos de cual se aventuran vertiginosamente por sus vericuetos lectores y bibliotecarios, legos y estudiosos, que solo descubren angustiados que la verdad no es sino una ilusión humana en los tiempos tecnohumanos de la era digital.

Referencias bibliográficas

Bernheimer, K. y Bernheimer, A. (2020). Fairy Tale Architecture. ORO Editions. https://placesjournal.org/series/fairy-tale-architecture/

Han, B. (2010). La sociedad del cansancio. Herder.

Sadin, É (2020). La inteligencia artificial o el desafío del siglo. Anatomía de un antihumanismo radical. Caja Negra.

Notas

[1] Relato de Jorge Luis Borges«La biblioteca de Babel»,publicado originalmente en 1941 en el libro El jardín de senderos que se bifurcan y luego, en 1944, con revisiones, en Ficciones.
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