Revistas, arquitectura y ciudad: valor y sentido de las publicaciones en la era digital
La experiencia de ARLA: su valor y sentido en la era digital
La experiencia de ARLA: su valor y sentido en la era digital
Arquisur revista, vol. 14, núm. 26, pp. 34-37, 2024
Universidad Nacional del Litoral
La experiencia de ARLA: su valor y sentido en la era digital
El compromiso de gestión colaborativa originado en 2009 por un equipo de editores de revistas tomó cuerpo con la creación de la Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura (ARLA). Así, sin perseguir fines de lucro y por primera vez en la red global se conformó el primer sitio que reúne, ordena y categoriza las publicaciones periódicas editadas en el continente y cuya su temática se concentra en arquitectura, urbanismo y disciplinas afines, visible en www.arla.ubiobio.cl
Los integrantes de ARLA suscribieron entonces —y mantiene abierto a los nuevos integrantes— el compromiso amparado en los propósitos democráticos de conocimiento público (PKP), toda vez que concentra sus objetivos en sostener la coherencia editorial de las revistas de arquitectura, mantener criterios de calidad pertinentes a la disciplina y dar visibilidad integral a las publicaciones con énfasis en el diseño proyectual.
Los antecedentes que implicó este proceso son variados (Méndez, 2011 y 2013); sin embargo, el puntapié inicial se remonta a 2007, cuando el entonces editor de la revista Arquitecturas del Sur (Universidad del Bío–Bío, UBB), el arquitecto Hernán Ascui Fernández, durante el XIIº Seminario de Arquitectura Latinoamericana (SAL) y VIIº Encuentro de revistas, concertó con los asistentes una suerte de «estantería» virtual compuesta por diecisiete revistas que representaban seis países del continente. La cristalización de este proyecto tuvo lugar en el XIIIº SAL realizado en Panamá en 2009 y fue formalizado con la firma de la Carta Fundacional en la que ARLA —dieciséis revistas de ocho países— se estableció como red colaborativa editorial especializada, continuando su trabajo sucesivamente en Campinas (XIVº SAL, 2011), en Bogotá (XVº SAL, 2013) y posteriormente en los encuentros de Santiago, Buenos Aires y Mérida (Ascuí Fernández, 2013:108–111).
Desde su creación, ARLA anticipó muchas de las variables que actualmente exige la productividad científica en el mundo académico internacional, tales como la libre disposición de contenidos y la gestión de búsquedas especializadas en el repertorio general de las publicaciones que la integran. Mientras tanto, frente a las tendencias emergentes en la valorización de publicaciones en la era digital y ante la creciente exigencia de las indexaciones y establecimiento de estándares de producción tecnológica y científica internacionales, las preocupaciones de los asociados se concentraron en la categorización y diversidad que, en la red global, posicionaban a la Arquitectura y disciplinas afines en sitios incómodos o hasta erróneos. De esta forma, en 2014, en Santiago de Chile, tuvo lugar la primera reunión de editores (representada por veinte revistas de cinco países) quienes suscribieron su compromiso y posicionamiento editorial con la Carta de Santiago.[1]
A partir de ese entonces, ARLA no solo formalizó su sitio en Internet gracias a la generosidad de la UBB, el diseño gráfico de la DG Dominique Cortondo (FADU, UBA) y los aspectos técnicos resueltos por la Ing. Karina Leiva Parra (UBB) sino que, además de sostener los valores de equidad, calidad, sostenibilidad e interoperabilidad en aras afianzar la ciencia como una conversación global, incorporó lenguaje trilingüe (español/portugués/inglés), participa de redes sociales[2]y ha crecido exponencialmente en diversidad de integrantes reuniendo en su Directorio, y cuando este texto se escribe, un total de ciento veintinueve revistas que representan a catorce países integrantes de la red.[3]
Por su parte, la producción de artículos científicos en los últimos años y sus citaciones en revistas pone a disposición del auditorio académico y asegura, cada vez con mayor velocidad, la validez de las investigaciones que los promovieron. En ese sentido, Marin, Petralia y Stubrin (2015) consideran que la calificación y categorización de las revistas científicas es un elemento central en las políticas de CT&I de los países latinoamericanos; consecuentemente, estas mismas administraciones deberían considerar el curso de aquellos fondos destinados a las investigaciones y de sus producciones, ofreciendo democráticamente los avances producidos en el ámbito social que los comporta.
En un camino paralelo y del cual la producción editorial en arquitectura no está ajena, la eficacia de la conectividad a nivel mundial ha implicado conversiones en la difusión del conocimiento de la Ciencia que, amparada en comunicaciones de excelencia, va sometiendo estos contenidos a disgregaciones del concepto integral de una revista —a través de lecturas parciales de textos— y, peor aún, los constriñe a sistemas de pago (de autores y de lectores) que, a su paso, nutren un círculo vicioso y limitante gracias a las condiciones cada vez más estrictas para el acceso libre a sus contenidos. También los actuales sistemas de evaluación académicos van nutriendo esa estructura, toda vez que el mainstream coloca a índices como WOS o SCOPUS liderando las indexaciones globales y congregan instituciones que, bajo el pregón de la calidad, hunden a sus científicos en el espiral sinfín de la mercadotecnia del conocimiento.
No importa el contenido del artículo, sino que las prioridades recaen en el dónde fue publicado y así van confundiendo calidad con prestigio y, con ello, van restringiendo la difusión de textos importantísimos que terminan siendo desconocidos dentro de la comunidad que les dio origen. Así, dentro de esta dictadura del ranking o de esta suerte de privatización del conocimiento, cabe preguntarse: ¿dónde se enrolan los resultados de las investigaciones científicas producidas en Latinoamérica y que tratan de arquitectura? La constitución de ARLA ha sido disruptiva en este sentido gracias a la gestión de sus integrantes comprometidos en la gestión colaborativa de la información de la arquitectura e innovadores al disponer sus resultados de investigación concentrados en su especialidad y con disposición libre.
Curiosamente, instituciones internacionales del Primer Mundo se van despegando de estas inquietudes. Una lectura veloz exhibe que cerca de doscientas instituciones suecas y alemanas entre 2017 y 2018 renunciaron a continuar publicando en Elsevier (Moyano Díaz et al., 2018), ahorrando con ello una inversión de aproximadamente unos 10 millones de euros/año, o que la Universidad de la Sorbona, en 2023, declinó su pertenencia al selecto conjunto de WOS (Open Science, 2023). Lo mismo sucedió hacia octubre de 2023, cuando el organismo evaluador español, ANECA, replanteó las valoraciones de sus investigadores proponiendo el cambio de cantidad de citas por calidad de investigaciones adhiriéndose, además, desde abril de 2023 a las declaraciones de San Francisco —Declaration on Research Assessment (DORA)— y a la Coalition for Advancing Research Assessment (CoARA).[4]
Aquí radica una de las principales fortalezas de ARLA respecto de los índices internacionales antes mencionados, toda vez que la participación en esta red va generando perfiles propiosen sus edicionesdonde la valoración, identificación y caracterización de sus contenidos y elementos de comunicación operan a favor del conocimiento público de la ciencia. Un aspecto que no debe soslayarse es que se enfrenta un proceso donde la edición de publicaciones periódicas es de elevado costo y requiere de recursos humanos especializados que permitan alcanzar una sólida producción. Pero la traza de esta ruta debería acompañarse del firme compromiso de las autoridades universitarias, concentrándose en proteger el contexto académico y científico que conducen, incorporando las revistas a los programas y mallas curriculares para fomento de su lectura, así como también alentar la generación de publicaciones originadas en docentes y estudiantes dentro del ámbito de cada escuela, en tanto la edición de estos artículos demostrarán que se construye comunidad desde adentro y que esa producción le pertenece a ella.
En tiempos del big–data, es imprescindible retomar el discurso queJulio Arroyo (2019) apuntara en pos de afianzar un modelo de organización periodística y disciplinar que mantenga una accesibilidad pública, integral, visible y concentrada en una diversidad de conocimiento científico del ámbito arquitectónico producido en nuestra región latinoamericana. De eso se tratan los principios defendidos desde ARLA y que, de alguna manera, van sembrando su espíritu en el ámbito de la comunicación disciplinar académica y científica vigente.
Referencias bibliográficas
Arroyo, J. (2019). Revistas en tiempos tecno–humanos. Revista de Arquitectura,21(1), 3–7. https://doi.org/10.14718/RevArq.2019.21.1.2421
Ascuí Fernández, H. (2011). Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura, ARLA: hacia un nuevo modelo de intercambio y cooperación editorial. DANA, 43, 108–111.
Gobierno de España. Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (2023). Boletín Oficial del Estado, (300, Sección III), 166 762. https://www.boe.es/boe/dias/2023/12/16/pdfs/BOE-A-2023-25537.pdf
Marin, A.; Petralia, S. y Stubrin, L. (2015). Evaluación del impacto de las iniciativas de acceso abierto en el ámbito académico y otros. En Alperin, J.P. & Fischman, G. (Eds.). Hecho en Latinoamérica: acceso abierto, revistas académicas e innovaciones regionales (pp. 77–105). CLACSO.
Méndez, P. (2011). Los SAL y la convergencia de una dimensión editorial continental. En Gutiérrez, R. (Ed.). Seminarios de Arquitectura Latinoamericana (SAL), haciendo camino al andar (1985–2011) (pp. 53–58). CEDODAL.
Méndez, P. (2013). Los SAL y su dimensión editorial. DANA, 43, 100–107.
Moyano Díaz, E.; Mendoza Llanos, R.; Moniz, A. (2018). Producción científica universitaria actual: ¿maximización o pertinencia? Desafíos metodológicos para la evaluación. En [Actas] VI Encuentro Latinoamericano de Metodología de las Ciencias Sociales. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales. http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.12695/ev.12695.pdf
Open Science (2023). Sorbonne University unsubscribes from the Web of Science. https://www.sorbonne-universite.fr/en/news/sorbonne-university-unsubscribes-web-science
Notas