Reseñas
Reseña de Pérez Cáceres, Carlos. Dictadura y Memoria. Tomo III
Contenciosa
Universidad Nacional del Litoral, Argentina
ISSN-e: 2347-0011
Periodicidad: Anual
núm. 11, e0009, 2021
Pérez Cáceres Carlos. Dictadura y Memoria. Tomo III. 2019. Asunción. Edición del Autor. 308pp.. 978-99967-0-901-2 |
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Recepción: 21 Marzo 2021
Aprobación: 07 Abril 2021
Resumen: A través de treinta entrevistas a diferentes actores que integraron variados colectivos políticos que se enfrentaron a la dictadura de Stroessner, desde 1954 en sus inicios hasta su final en 1989; el investigador paraguayo Carlos Pérez Cáceres, nos ofrece en este tercer tomo de la serie Dictadura y Memoria, una muestra de lo complejo y diverso que fueron las manifestaciones de oposición al stronismo, desde los intentos armados hasta las luchas dentro del sistema.
Carlos Pérez Cáceres es un periodista e investigador paraguayo cuyo foco de análisis, desde hace muchos años, es el pasado reciente de su país. Es así que desde el año 2006 hasta el 2013 publicó una serie de cuadernillos titulados del mismo modo que el presente libro reseñado, con el agregado de Un espacio para la reflexión desde los Derechos Humanos, llegando a un total de 44 números. La frecuencia al principio era mensual, y luego pasó a ser bimestral. En esos siete años se abordaron todas las formas de resistencia a la dictadura de Stroessner sin sectarismo alguno ni relatos condescendientes hacia el amplio arco opositor al régimen.
En un país tan particular como el Paraguay, en donde los 35 años de dictadura echaron sólidas raíces en la burocracia docente de sus principales universidades, motivando el interesado desinterés por estudiar y analizar el pasado reciente del país; la figura de Carlos Pérez Cáceres es una referencia obligada para todo aquel investigador —nacional y extranjero— que pretenda llevar a cabo una investigación sobre aquellos años traumáticos.
Precisamente, por esta falta de interés de la élite académica paraguaya en el pasado reciente, es que Pérez Cáceres decidió editar los inabarcables contenidos de aquellos cuadernillos —ya agotados— en forma de libros. Así fue como en el año 2017 apareció el primer tomo, en donde realiza una cuidada recopilación por temas. En este primer tomo se analizan los proyectos guerrilleros, las luchas estudiantiles, mujeres que sobresalieron en diferentes organizaciones, y cuestiones relativas al Operativo Cóndor. Al año siguiente, apareció el segundo tomo, que contiene análisis de las actividades de la Federación de Estudiantes Democráticos y Revolucionarios (FEDRE), de los tormentos de los que eran víctimas los campesinos en un centro de detención rural (Arroyo Kambay), sobre la huelga general de 1958, y sobre la producción intelectual de la izquierda paraguaya y sus problemas para elaborar un discurso propio. Y a fines de 2019, se publica el tercer tomo que reseñamos a continuación.
La particularidad de este último tomo es que está compuesto íntegramente de entrevistas. Se trata de un total de treinta entrevistas separadas en seis capítulos que contienen cinco cada uno. El primero reúne el testimonio oral de cinco dirigentes del Partido Colorado, agrupación política que sostuvo a la dictadura de Stroessner, luego de enviar al exilio a los pocos que se resistieron. A través de sus recuerdos, se reconstruye el ambiente previo al golpe de estado del 4 de mayo de 1954 que diera comienzo a la larga dictadura stronista. Los mismos demuestran lo equivocado de muchos análisis casi teleológicos, por los cuales, parecería que a partir del golpe, Stroessner ya sabría que gobernaría 35 años. Nada más alejado de la realidad.
El capítulo II gira sobre el mismo tema, pero con cinco testimonios de dirigentes de la oposición tradicional: el Partido Revolucionario Febrerista y el Partido Liberal; y el capítulo III contiene otras cinco entrevistas a dirigentes del Partido Comunista Paraguayo, obligado a actuar en la clandestinidad. Pérez Cáceres, en su análisis previo a las entrevistas, remarca como el testimonio de los dirigentes comunistas, se diferencia con respecto al de los dirigentes de las otras fuerzas en cuanto “que elevan el análisis y, aunque luego su práctica política vaya por otros caminos, no se puede negar esa visión más compleja y global y que tiene su base en las contradicciones de las clases” (Pérez Cáceres, 2019:10).
A partir del capítulo IV, se abandona el análisis sobre el golpe de 1954 para reunir cinco entrevistas a protagonistas del movimiento estudiantil paraguayo, que en 1959 llevaron a cabo una huelga en reclamo por el aumento del boleto del transporte público. La importancia de la misma reside en que su posterior represión, llevó a que un sector de legisladores del Partido Colorado presente una protesta al Ejecutivo, hecho que desencadenó el cierre del parlamento por Stroessner.
Luego, en el capítulo V, en homenaje al 60 aniversario de aquella experiencia, reúne el testimonio de cinco ex integrantes del Movimiento 14 de Mayo, agrupación guerrillera conformada por integrantes de la juventud liberal y algunos febreristas, que en diciembre de 1959 lanzó varias columnas de invasión desde territorio argentino y brasileño, con el fin de generar un levantamiento que desemboque en la caída de Stroessner.
Y, finalmente, en el capítulo VI, a 50 años de las manifestaciones, se recogen otras cinco entrevistas a participantes de las movilizaciones de 1969 en repudio a la presencia de Nelson Rockefeller en el Paraguay.
De los primeros tres capítulos, que comparten el análisis del golpe de 1954, surgen reflexiones comunes entre varios entrevistados, que merecen subrayarse. Primero, la idea que se tenía de Alfredo Stroessner como un militar “institucionalista”, que rápidamente convocaría a los partidos políticos para normalizar la vida pública. Pese a que los militantes comunistas entrevistados afirman que siempre supieron que era un fascista, la mayoría de la sociedad tenía esta imagen del futuro dictador. El segundo punto es el rol central en el golpe de quien sería, irónicamente, el opositor a la dictadura más temido y perseguido por Stroessner: Epifanio Méndez Fleitas. Muchos de los entrevistados lo sindican como el responsable del acercamiento y cooptación por parte de los militares, del Partido Colorado. Uno de los entrevistados, Oscar Facundo Ynsfrán, lo sintetiza del siguiente modo “nada se puede hacer militarmente en Paraguay, que no tenga su conexión civil” (Pérez Cáceres, 2019: 36). Otra cuestión que aportan los recuerdos de los protagonistas es la disyuntiva de los primeros días posteriores al golpe, en cuanto si Stroessner llevaría a cabo una dictadura netamente militar, sin participación del Partido Colorado, o si se apoyaría exclusivamente en este para su gobierno. Allí las opiniones varían, pero lo que sí se puede confirmar es la existencia de la incertidumbre en cuanto al camino que se tomaría.
Una característica que se evidencia en la comparación de los testimonios de los tres primeros capítulos, con respecto a las experiencias de los que participaron de las luchas estudiantiles (capítulos 4 y 6), es la idea de unidad. Mientras los que fueron dirigentes políticos aceptan que una de sus debilidades ante la dictadura stronista fue la falta de entendimiento con las otras fuerzas políticas; los dirigentes estudiantiles aseguran que ese no fue un problema para ellos, declarando que convivían colorados disidentes, liberales, febreristas y comunistas sin ningún problema. Paradójicamente, parecería que los más inexpertos y jóvenes, estaban más preparados para luchar en unidad que los dirigentes políticos más experimentados.
A esto último, se agrega la comprobación de cómo los tradicionales dirigentes del Partido Liberal, desautorizaron a sus bases más jóvenes tanto durante la huelga estudiantil de 1959 como en las acciones guerrilleras del mismo año. Esto, sumado al rol funcional de los partidos tradicionales en su participación en la asamblea constituyente de 1967 junto a la dictadura, terminó de quebrar ese mínimo lazo que todavía existía entre las bases juveniles y la dirigencia mayor. 1969 existió, en parte, porque los partidos políticos dejaron de ser una opción para los jóvenes.
Con respecto a otros aspectos, también se encuentran elementos transnacionales, ya que recordar la acción de la guerrilla del Movimiento 14 de Mayo es recordar la acción de los exiliados paraguayos que vivían en el conurbano bonaerense y en Montevideo. Lo mismo al tratar las manifestaciones contra Rockefeller en 1969, protesta que se replicó en cada país al que asistió y del cual el capítulo paraguayo fue solo uno de ellos, demostrando que, pese a ciertos aspectos rezagados de su sociedad civil, el Paraguay no desentonaba con sus vecinos de aquel año en cuanto a oposición al imperialismo.
Manteniendo el mismo estilo que en los dos tomos anteriores, el volumen ofrece —además de lo central, los testimonios— una gran variedad de documentos gráficos, fotografías de los protagonistas y de los acontecimientos narrados. La foto a doble página (108-109) de la columna del Partido Colorado, con la bandera que lleva la inscripción “AMÉRICA sin GUERRILLEROS ni BARBUDOS” es muy significativa del clima de época que impuso el stronismo en el país. Pero también la del estudiante paraguayo quemando la bandera norteamericana en las movilizaciones de 1969 (pág.256).
Consideramos que este tercer tomo de Dictadura y Memoria —junto a los dos anteriores— es una lectura imprescindible para todo aquel que intente acercarse a ese terreno tan inexplorado académicamente, que es el pasado reciente del Paraguay. Sin embargo, al tratarse de Historia Oral pura del Paraguay, sería recomendable que el lector interesado en este volumen, sea portador de conocimientos básicos del siglo XX paraguayo, para poder apreciar el cúmulo de información que nos ofrecen los treinta entrevistados.
Como se suele plantear, no existe otro método para rescatar del olvido experiencias de lucha clandestina —y legales también, invisibilizadas por los medios afines a las dictaduras—, que los testimonios orales de sus protagonistas. Aquí es donde tiene sentido la reflexión de Pablo Pozzi, cuando, acertadamente, afirma que “al rescatar la memoria de aquellos marginados por la historiografía oficial, la historia oral encierra una naturaleza subversiva”[1]. Además, en el caso paraguayo, no debemos olvidar que su cultura es, fundamentalmente, oral; debido al predominio de la lengua guaraní donde lo escrito es secundario.
En las entrevistas (por lo menos de la forma en que fueron transcriptas), el autor se preocupa por ser puntual con sus preguntas. En el diálogo que se plantea entre Pérez Cáceres y los entrevistados, se produce un intercambio de subjetividades, a través de los cuales se logra traer aquellos acontecimientos históricos al presente.
Como aclara Pérez Cáceres en el prólogo, estas experiencias no se rescatan del pasado solo por un interés intelectual, sino que son necesarias para enfrentar los desafíos políticos del presente: “De ahí la importancia de conocer, analizar y debatir no solo las esferas del poder, de la influencia del imperialismo, de las contradicciones de la oligarquía, sino de todas las contradicciones políticas, sociales, culturales y económicas que registraron en el proceso histórico” (Pérez Cáceres, 2019: 13).
Estos testimonios rescatados del olvido por Pérez Cáceres, nos recuerdan que, pese a lo brutal que puede llegar a ser un poder dictatorial, siempre existieron, existen, y existirán personas y colectivos que nadarán contra la corriente. Este libro es una prueba de ello.
Referencias
Pozzi, P. (2008). Historia Oral: repensar la historia. En G. Necochea Gracia y P. Pozzi (comp.), Cuéntame cómo fue. Introducción a la Historia Oral (pp.3-11). Imago Mundi.
Notas
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