La pregunta en torno a la función policial ha recorrido buena parte de los estudios sociales de la policía desde su fundación, en los años 60, como un campo fertil de compromisos militantes para el estudio y transformación de esta agencia. En este marco, la literatura especializada instituyó a las policías de proximidad/comunitarias como el antídoto recetado para combatir a las policías «tradicionales». En América Latina, estas policías han tenido una amplia difusión como proyecto político (y) académico desde los años 90 y a través de los 2000. Las condiciones de posibilidad en donde se disputaron los modelos de proximidad son diversas, pero esquemáticamente podemos asociarlas a las disputas por el gobierno de las policías en el marco de procesos de pacificación, desmilitarización, in/seguridad y descentralización estatal que implicaron la gestión securitaria hacia el espacio de «lo local». De este modo, politización del trabajo policial frente a diversos procesos históricos y coyunturas está en las bases de la emergencia de dichas experiencias (Frederic, 2018; Truchet, 2021a, 2021b).

En este marco, el grueso de estudios producidos «en» y «sobre» las policías de proximidad en América Latina ha puesto la atención en describir sus componentes, discutir con los modelos norteamericanos, evaluar percepciones ciudadanas y producir estudios de impacto. De allí sabemos que estas iniciativas son acotadas y no han logrado institucionalizarse en políticas perdurables. Por ello, no es apresurado sostener la escasez de estudios sociológicos que den cuenta de las experiencias identitarias de pertenecer a una policía de proximidad. Dichas miradas permiten «abrir» estos segmentos policiales para ir más allá de investigaciones normativas y prescriptivas y explorar nuevos emergentes (por ejemplo: Ghiberto, 2019, 2020; Goldin, 2020).

La Local: un estudio de jóvenes (y) policías en Quilmes es una indagación sociológica de largo aliento sobre la Policía Local de Quilmes asentada en los debates sobre prevención del delito. Desde su tesina de grado, Passarelli ha mantenido un constante interés en torno al problema del gobierno de la seguridad en el ámbito «local» y, conectado a ello, sobre la producción de seguridad desde el «paradigma de la prevención». A lo largo de especializaciones, maestrías, instancias de investigación, proyectos y discusiones en su propio espacio de investigación y extensión (LESyC), la autora ha dado con las policías de proximidad, puntualmente, con la Policía Local de la Provincia de Buenos Aires (PL), un referente empírico asiduamente mencionado, pero apenas reflexionado entre un puñado de artículos desarticulados entre sí (cfr. Alegre, 2019; Frederic, 2017, 2018; Lorenz y Pugliese, 2017, 2018).

En el libro Yuta (Rodríguez Alzueta, 2020; ver Rabuffetti, 2021), Passarelli ya se había aproximado a las PL desde una mirada relacional que ponía la lupa en las perspectivas de los jóvenes. En este libro, la investigación se desliza hacia el otro lado, es decir, hacia los propios agentes de «la local» de Quilmes. El trabajo de campo es habilidoso y meditado: la autora realiza entrevistas semi-estructuradas y en profundidad en 3 momentos separados entre sí, lo que le permite «repensar categorías, calibrar mejor las preguntas y profundizar en núcleos emergentes de una policía muy nueva» (p. 18). De este modo, la rigurosa y prolongada dedicación hacia un objeto concreto en el campo de los estudios de los estudios sociales de la policía, es lo que, intuyo, le ha valido a Passarelli la capacidad de detectar un problema singular: las juventudes en las policías locales.

Desde luego no quiero dar por supuesto que los estudios sociales en nuestro país han desconocido la cuestión generacional en el trabajo policial (Frederic, 2020), aún más en las policías comunitarias de distintas localidades (Programa Delito y Sociedad, 2016, 2018). Sí sostengo, en cambio, que este nudo problemático se ha tratado de un emergente lateral y no de una dimensión introducida transversalmente en el trabajo de campo como se presenta en esta obra. Las PL tienen un fuerte componente de jóvenes entre sus filas y, por ello la pregunta -y contribución- más importante de esta obra es en torno a la relación entre juventud y policía: «¿cómo viven los jóvenes de la PL su trabajo de policía?» (p. 14), se interroga la autora y añade: ¿cómo es la relación entre estos jóvenes policías y su «habitual clientela» compuesta por otros jóvenes?

Quizá la pregunta por cómo los/as policías transitan su juventud (y viceversa) parezca una cuestión sencilla. Para nada lo es. En este punto quiero destacar la densidad teórica y empírica que yace a la construcción del problema que investiga este libro. En primer lugar, se aloja una inquietud por las identidades que implica pertenecer a una policía «nueva y distinta». En segundo lugar, la pertenencia a una policía nueva conformada por jóvenes que tienen el desafío de construirse legitimidad como «policías locales» y su lugar en las disputas por gobierno de la in/seguridad. Tres: una nueva policía de proximidad conformada por jóvenes, siendo la propia juventud un espacio de tensión respecto a las fuerzas de seguridad. Cuatro, la presencia de jóvenes que viven tensionadamente sus roles, que no sólo tienen el desafío de construir su propia legitimidad como PL, sino también el reto de vincularse cotidianamente con otros jóvenes (la «habitual clientela policial») y con la arrolladora Policía Bonaerense.

Passarelli adscribe a la tradición de aquellas indagaciones situadas en la cotidianidad de los sujetos policiales y, al respecto, no deja pendiente discusión alguna que este campo se haya dado. La policía no es un Leviatán y ni los policías «son extraterrestres» (p. 85): es una institución compuesta por multiplicidad de sujetos, de carácter multifacético y complejo. No obstante, para quienes hemos estado involucrados/as en los estudios sobre policías de proximidad, las experiencias narradas en «La Local» nos resuenan permanentemente: la emergencia de estos segmentos reducidos a coyunturas políticas, la PL como bolsa de trabajo, los períodos de formación acotados y caóticos, caminar la calle sin preparación, el sentido vaciado de la prevención en las prácticas cotidianas, la degradación de autoridad producidas por las policías «tradicionales» (aquí, la Bonaerense) y los jóvenes que los bautizaron «los pitufos» en relación a sus uniformes (capítulos 1 y 2).

Sin embargo, respecto a la dualidad «policías locales-jóvenes policías» el libro ilumina un universo particular por conocer. La autora afirma que el self policial cuestiona el estatus juvenil y pone en entredicho hábitos y prácticas asociados a la juventud: «ser joven y ser policía [es una] contradicción que atraviesa, tensiona y forma parte de la disputa por el self que ensaya la institución», sostiene (p. 88). La entrada a la policía es un hecho disruptivo en las biografías de los jóvenes que supone una serie de renunciamientos. Entonces, ¿qué sucede con el estatus juvenil cuando se asume el estatus policial? (p. 86) Passarelli nos proporciona tres tipologías útiles para explorar las relaciones entre estatus policial y juvenil: «jóvenes policías», «policías jóvenes» y «poli-jóvenes». No se trata de entidades fijas, y se construyen sobre la base de dimensiones cotidianas como las relaciones sociales (amigos, familiares, otros/as policías y jóvenes), estilos, hábitos, prácticas juveniles (pautas de ocio y consumo). De este modo, cada sintagma tematiza y jerarquiza un estatus donde lo juvenil pesa más que policial, lo policial modifica y suspende lo juvenil o -como en el último caso-, se pendula entre una y otra posición.

Si la autora ya demostró sus credenciales de investigadora en la construcción del objeto de estudio, en este tramo del libro, nos releva su habilidad como escritora. La disposición de las narrativas de los/as entrevistados/as hacen palpable las ansiedades, agotamientos y angustias transitadas en el devenir de ser joven a ser policía local. La carga de una autoridad devaluada mediante el mote de «pitufos» degrada moralmente. Y aquí se revela otro hallazgo importante de la obra: las relaciones entre la local y su «clientela», los jóvenes.

No reiteraré las conclusiones que la autora dejó sentadas en Yuta. Passarelli las vuelve a retomar y contrasta las miradas de los jóvenes con las perspectivas de los integrantes de la local. La novedad es que esa jerarquía desvalorizada de los PL, en cierta medida, resulta productiva al habilitar un equilibrio en las relaciones asimétricas con los jóvenes. En efecto, hay determinadas habilidades en los estatus de policías de proximidad y de jóvenes que dispondrían relaciones más horizontales de acuerdo a la situación donde estos agentes se desenvuelven. La búsqueda de respeto se gana a través destrezas ligadas a «la charla paciente y códigos compartidos» que colocan el estatus juvenil por encima del policial, «el buen trato» e incluso «la retirada». Por supuesto, la imposición y «el choque» no están descartadas, pero estas artesanías donde se cede autoridad para alcanzar una «igualdad negociada» o una «desigualdad consentida» (p. 104) constituye un acierto fundamental para cotejar en futuras investigaciones sobre policías de proximidad.

Inicié esta reseña aludiendo a la politización que pendula en los contenidos del trabajo policial. No quiero dejar de reconocer que Rosella Selmini ya lo ha dicho: la «prevención del delito es un concepto vago, pero políticamente muy útil» (2009, p. 42). En «La Local», Ana Passarelli discute las apropiaciones políticas que inciden en la creación de policías y el poder que prolonga a Policía Bonaerense como fuerza hegemónica. Sin embargo, el libo abre interrogantes para instalar una agenda de investigaciones e intervenciones sobre problemas ligados al gobierno de las policías. ¿Qué sucede con aquellas identidades una vez absorbidas por la bonaerense? ¿qué espacios se asignan a las juventudes en las políticas de bienestar policial? ¿qué hacer frente a los efectos del burn out? Es decir, ¿cómo humanizar las policías desde un lugar de trabajadores? Una pregunta más, ¿qué atención estamos depositando en las estrategias «artesanales» que construyen jóvenes policías para vincularse con otros jóvenes? Las investigaciones sociales han venido señalando las fuertes mutaciones que está atravesando el trabajo policial en los últimos años. Se vuelven necesarias nuevas categorías para comprender este fenómeno. No obstante, dichas transformaciones son una llamada que continúa sin ser atendida en pos de continuar detrás de urgencias y coyunturas. Dar aviso, instalar señales es parte del compromiso militante que recorren las 120 páginas de este libro.

Referencias bibliográficas

Alegre, R. (2019). Policías comunales y policías locales: un estudio de la seguridad en una ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires, en Calandrón, S. y Galar, S. (eds), Actores e instituciones de la seguridad en la provincia de Buenos Aires (2010-2018), La Plata: Editorial de la UNLP

Frederic, S. (2021). La gendarmería desde adentro. De centinelas de la patria al trabajo en barrios, cuáles son sus verdaderas funciones en el siglo XXI. Bs.As.: Siglo XXI.

Frederic, S. (2018). La politización del trabajo policial en Buenos Aires. Gendarmes y policías locales frente al policiamiento de proximidad. Trabajo y sociedad, (31), 33-51.

Frederic, S. (2017). Policías locales en el Gran Buenos Aires. Redistribución de la seguridad en tiempos de incertezas. Sociales en debate, (11).

Ghiberto, L. (2020). El retorno a Robert Reiner para pensar la cultura policial hoy: Tensiones en una experiencia de policía comunitaria. Delito y sociedad, 29(49), 51-79

Ghiberto, L. (2019). Policía comunitaria y cultura policial: caminando las tensiones identitarias. Tesis de Maestría en Criminología, Universidad Nacional del Litoral.

Goldin, D. J. (2020) La creación de la policía barrial en Córdoba, Argentina. ¿Una disputa en torno al ideal policial? Revista CS; 243 – 268.

Lorenz, M. D., y Pugliese, O. (2018). El gobierno local de la seguridad pública. Las Unidades de Policía de Prevención Local de dos municipios del Gran Buenos Aires. Trabajo y sociedad, (31), 87-105.

Lorenz, M., y Pugliese, O. (2017). ¿Qué hay de nuevo en las Unidades de Policía de Prevención Local? Delito y sociedad, 26(43), 121-149.

Programa Delito y Sociedad (2018). La experiencia de policía comunitaria en el Barrio Alto Verde de la ciudad de Santa Fe: La voz de los agentes policiales, Trabajo presentado en la Facultad de Ciencias Jurídicas, Universidad Nacional del Litoral.

Programa Delito y Sociedad (2016). La experiencia de policía comunitaria en el Barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe: La voz de los agentes policiales, Trabajo presentado en la Facultad de Ciencias Jurídicas, Universidad Nacional del Litoral.

Rabuffetti, A. S. (2021). Comentario a Esteban Rodríguez Alzueta (Comp.) Yuta. El verdugueo policial desde la perspectiva juvenil: La Plata: MALISIA, 2020. Delito Y Sociedad, (51), e0035.

Rodríguez Alzueta, E. (2020). Yuta. El verdugueo policial desde la perspectiva juvenil. La Plata: MALISIA.

Truchet, R. M. (2021b). “La policía se comió a nuestra policía”. Tensiones en torno a la “refuncionalización” de la Policía Comunitaria de Santa Fe. Revista Pilquen. Sección Ciencias Sociales, 24(3), 96–108.

Truchet, R. M. (2021a). El nacimiento de los cuerpos naranjas La emergencia de la Policía Comunitaria de Santa Fe como programa de gobierno policial. Delito y sociedad, 30(51), 13-14.