Más de una lengua,
más de una literatura
Lecturas, escrituras y «traducciones» desde América Latina
María Celia Vázquez
Universidad Nacional del Sur, Argentina / vazquezmariacelia@gmail.com
Sergio Raimondi Universidad Nacional del Sur, Argentina / sr.raimondi@gmail.com
Resumen
Las experiencias de escritoras y escritores argentinos y latinoamericanos atravesadas por el bilingüismo o el plurilingüismo son un objeto privilegiado de este dossier, uno de cuyos objetivos consiste en pensar esa situación en términos de inestabilidad: hacia el sujeto, hacia la llamada lengua materna, hacia las literaturas, hacia la temporalidad, hacia el vínculo territorial. El problema de la traducción (desde la perspectiva biográfica o la autofiguración del traductor hasta la perspectiva del traducido) acompaña y modula un pensamiento que tiene menos la figura de un trayecto que de una relación incesante.
Palabras clave: literatura argentina / literatura latinoamericana / estudios de traducción / plurilingüismo / literaturas comparadas
Not just one language, not just one literature. Readings, writings and «translations» from Latin America
Abstract
The experiences of bilingual or multilingual Argentine and Latin American writers are the privileged object of this dossier, and one of its objectives consist to think that situation in terms of instability: towards the subject, towards the so-called mother tongue, towards literatures, towards temporality, towards the territorial link. The problem of translation (from the biographical perspective or the auto-figuration of the translator to the perspective of the translator) accompanies and modulates a thought that does not have the figure of a path; it is, instead, the figure of an incessant relationship.
Key words: Argentine literature / Latin American literature / translation studies / multilingualism / comparative literatures
Recibido: 30/5/2019. Aceptado: 10/6/2019
Para citar este artículo: Vázquez, M.C. y Raimondi, S. (2019). Más de una lengua, más de una literatura. Lecturas, escrituras y «traducciones» desde América Latina. El taco en la brea, 10 (junio–noviembre), 57–61. Santa Fe, Argentina: UNL. DOI: 10.14409/tb.v1i10.8685
«Una lengua no existe» (1997:106), escribe Derrida en El monolingüismo del otro e indica así la inestabilidad que habita cualquier pretensión de proyectar unicidad hacia la lengua, aun hacia la que usualmente se denomina materna. Pero ¿en qué deviene esa inestabilidad cuando la experiencia de la escritura involucra —al menos desde una ficción aritmética— más de «una»? Por supuesto: la pregunta por los modos en los que la escritura se trama en situaciones de bilingüismo, o inclusive plurilingüismo, no puede implicar una suma, sino en todo caso vínculos, superposiciones, tensiones y traslados que finalmente inhabilitan la posibilidad de concebir cualquiera de esas lenguas involucradas desde un estatuto definitivo y cerrado. Por eso el señalamiento de figuras y auto–figuraciones de escritoras y escritores sudamericanos y latinoamericanos que participan de esa pluralidad puede funcionar en principio como una advertencia sobre las limitaciones de pensar una literatura nacional en una relación a «una» lengua; esa misma conexión, que suele asumir el diseño de un triángulo (lengua, territorio, literatura), podría admitir por ejemplo otra modulación: aun en la ficción aritmética de «una» literatura habría que tratar de «oír» el despliegue de más de una lengua.
Esta reflexión no es ajena a las indagaciones surgidas desde la década del 80 del siglo pasado en el campo de los estudios de traducción. Porque, desplazada la cuestión de la equivalencia como su problema mayor, la pregunta por esa práctica puede volver a formularse: ¿qué dice la traducción como operación? Que todo se puede decir de otro modo; o, en todo caso, que nada se puede decir igual. Si la traducción, entonces, aparece ahora como una instancia apropiada para reexaminar nociones afincadas en esencialismos y dominios de homogeneidad, es porque su práctica no supone simplemente un trayecto de a a b, sino en todo caso —como señalan Laplantine y Nous— una «relación que sigue siendo relación» (698). ¿Una relación entre lenguas? No solo; también una relación entre literaturas, por supuesto, entre tiempos históricos (traducir a Whitman puede hacer emerger el siglo XIX en un texto de inicios del siglo XX) e inclusive entre territorios (Borges puede pasear por Spoon River al caminar por Palermo, Francia puede estar de pronto en una zona de San Isidro, etc.).
Pero ni siquiera las teorías mismas sobre la traducción pueden quedar fuera de ese ámbito pleno en relaciones sin punto final que despliega la traducción como práctica. ¿Cómo se traducen las teorías sobre la traducción en América Latina? O sea: ¿se trata de usos locales de la teoría o, en todo caso, de «traducciones» tanto en su sentido específico como en su alcance conceptual? Distinguir que también la misma noción de «América Latina» está tramada por la multiplicidad, en principio desde la misma pluralidad de sus lenguas, no desmerece la insistencia por las nuevas modulaciones que ha ido asumiendo la tendencia a formular una «inteligencia americana», pero se trata en todo caso de no perder de vista las dislocaciones singulares de tiempo, espacio y lengua que esta pueda asumir en sus diferentes trayectos incesantes, sin desestimar tampoco las tensiones de relaciones refractarias a cualquier ficción de horizontalidad.
La composición general de este dossier permite tender líneas imaginarias: estas, al mismo tiempo que agrupan los trabajos, dibujan una constelación. La agrupación tiene una función práctica: orientar a los lectores, así como aquellas guiaban a los navegantes en la noche. Sin embargo, el dibujo es móvil, cambiante podríamos decir: los diversos trazados dependen del punto de vista escogido entre las múltiples y variadas perspectivas posibles. La afiliación a la línea teórica de Antoine Berman, por ejemplo, entrelaza los trabajos de María Celia Vázquez, Sergio Raimondi y Zenón Deviagge. Raimondi y Deviagge se apropian, respectivamente, de las nociones de «destino–de–traductor» y «proyecto de traducción»; por su parte Vázquez, cuando analiza a Victoria Ocampo, más que recurrir al andamiaje conceptual de Berman se inspira en algunas de sus preocupaciones: en particular, en aquella que se manifiesta bajo el reclamo de que se indaguen las biografías de los traductores, esos sujetos hasta hace unas décadas prácticamente desvanecidos en el campo de los estudios literarios. Raimondi a su vez también se hace cargo de este deseo bermaniano y arma una biografía posible de José Coronel Urtecho. Ambos recortan la infancia o más específicamente la escucha infantil que desde muy temprano les hizo experimentar a estos futuros escritores–traductores que no hay una lengua. ¿En qué ingleses se multiplicó el inglés para el niño nicaragüense? ¿Cuál de todos ellos fue capaz de marcar para siempre su destino de traductor de poesía modernista norteamericana? Si en el caso de Urtecho se trató de la voz de una niñera negra, en el de Victoria Ocampo, en cambio, fueron las nanas y las rimas infantiles recitadas por las institutrices. Para la escritora, el francés más que una lengua es un idioma (entendido según Derrida como una firma en la lengua, una manera singular de usar el lenguaje), y más que un idioma una voz, una phoné (esa señal afectual inarticulada que Lyotard asocia al fraseo infantil). El doble mecanismo de apropiación del francés como lengua primera y de desapropiación de la lengua materna deriva en una escucha a la que Vázquez denomina mestiza (en el mestizaje radica la peculiaridad que distingue el bilingüismo o, mejor, el plurilingüismo de Ocampo) porque en el oído de la escritora se superponen, con los versos franceses, el eco de los mugidos de las vacas que trae el viento de la pampa.
En sintonía con estos impulsos biografistas, se desarrolla otra línea más extendida —que reúne casi la totalidad de los trabajos del dossier— asociada a las figuras de traductor y los procesos de (auto)figuración. El dossier despliega una galería de traductores que son también escritores latinoamericanos: el nicaragüense José Coronel Urtecho y los argentinos Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo e inclusive en gran medida Raúl González Tuñón, ese poeta reporter que es invitado a traducir en prosa, también de niño, un poema de Antonio Machado y que luego se moverá entre la poesía y el periodismo poniendo en tránsito y haciendo fluctuar formas, géneros y dispositivos.
Uno de los límites de la definición bermaniana de traductología («la reanudación reflexiva de la experiencia que es la traducción», 243), es que deja afuera otra experiencia: la de ser traducido. Por eso aparece en este dossier el argentino Enrique Larreta. ¿Qué tiempo le llevó al autor de La gloria de Don Ramiro ya no cerrar la herida sino, al menos, poder contar la escena de humillación vivida a propósito de la traducción de su novela al francés por Remy de Gourmont? ¿Cómo fue que lo que «parecía cosa de sueños» se transformó en «sorbo de amargura»? Silvana Gardié explora este episodio donde la violencia de la asimetría cultural emerge como efecto de una traducción que, en lugar de legitimar la versión original, termina imponiendo la legitimidad del francés y de un traductor cuyo prestigio hace desaparecer el nombre del autor argentino traducido.
Otras líneas imaginarias reúnen los trabajos de Raimondi, Deviagge, Vázquez y Gardié: todos exploran la traducción entendida en términos específicos como una relación entre lenguas. La colaboración de Geraldine Rogers sobre González Tuñón, en cambio, se refiere a la traducción en tanto posición conceptual. Rogers analiza los pasajes entre la crónica y la poesía como mecanismos de hibridación mediante los cuales se contaminan mutuamente esas modalidades genérico–discursivas. Así, puede distinguir cómo los reportajes o crónicas de Tuñón (sobre inmigrantes desocupados en Buenos Aires, sobre la Patagonia o la guerra del Chaco Boreal) son retomados en su poesía conformando (en complementariedad y tensión a la vez) un «corpus poético–periodístico». Esta zona de pasaje, además de definir en buena medida peculiaridades de la literatura de Tuñón, también alude a procesos y factores más generales propios de la modernidad.
En torno a la revista Sur se congregan los trabajos de Deviagge y Mario Ortiz. El primero se detiene en las traducciones a cargo de Borges de Edgar Lee Masters publicadas en los años treinta; el segundo reseña la tempranísima publicación del poeta francés Francis Ponge a partir de la década siguiente. Ortiz pasa revista y arma un pequeño archivo con fichas de lectura que van delineando las derivas de las políticas de Sur: así como en los años cuarenta el extenso ensayo sobre el humanismo de Sartre sirve de pasaporte a un poema breve de Ponge, en el contexto de la Guerra Fría, en cambio, este poeta —con su conferencia en la UNESCO— será vocero involuntario de la posición humanista anticomunista en nombre de la cual Sur le cierra la puerta a Sartre. Deviagge, por su parte, piensa las traducciones de tres poemas de Edgar Lee Masters en el horizonte del programa de traducción de ese Borges de 1931 (ocupado en pensar el vínculo entre lengua y espacio «orillero») mucho más que en relación con las políticas de la publicación. En cierto sentido, también resuenan Sur y las traducciones, aunque de modo indirecto, en el trabajo sobre la condición de escritora–traductora de Victoria Ocampo, su directora.
La poesía modernista norteamericana liga el texto sobre Masters con el dedicado a la figura de Urtecho traductor, en dos de las varias propuestas que toman la poesía como objeto en este dossier (Borges, Tuñón, Urtecho, Ponge), como si ese género presentase una tendencia particular hacia la experiencia de la inestabilidad lingüística. Deviagge, tras hacer una genealogía minuciosa de las lecturas latinoamericanas de Masters que le permite reconocer el rol clave cumplido por Pedro Henríquez Ureña en la atención latinoamericana hacia la poesía norteamericana emergente, repara en las resonancias criollistas que adquieren los versos de Masters en las versiones de Borges, como si frente a aquellos versos el argentino hubiera podido precisar su propia geografía suburbana; los significantes monte, pastizales, ríos y arroyos circunscriben el lugar de enunciación ya no del poeta norteamericano sino del poeta y traductor sudamericano, al punto de que en uno de los últimos poemas traducidos es posible vislumbrar no ya el paisaje de las orillas de la urbe como posibilidad de escritura sino también como su límite. El lugar de enunciación como tema se liga con el de las posiciones de sujeto como problema en el marco de relaciones entre lenguas, culturas y territorios. Raimondi interroga al traductor Urtecho para indagar cómo es capaz de encontrar en la poesía modernista norteamericana una plataforma desde la cual diferenciarse de la poética dariana y, sobre todo, del predominio hasta entonces definitivo de la poesía francesa en todo el continente; en esa operación, Whitman aparece menos como un poeta norteamericano que americano y continental, cuya obra abre la posibilidad hacia una poesía concebida más desde el oído o, en todo caso, desde las hablas. La experiencia de vivir entre lenguas, en el caso de Ocampo, se traduce en una posición de dislocamiento que la lleva a sentirse fuera de lugar, según ella misma confiesa cuando dice, citando a Gabriela Mistral, «estoy donde no estoy».
Referencias bibliográficas
Berman, A. (2011) [1989]. La traducción y sus discursos. Mutatis mutandi, 4(2), 237–248. Traducción de John Jairo Gómez Montoya.
Casanova, P. (2002). Consécration et accumulation de capital littéraire. Actes de la recherche en sciences sociales, 144, 7–20.
Derridá, J. (1997). El monolingüismo del otro, o la prótesis del origen. Buenos Aires: Manantial. Traducción de Horacio Pons.
— (2001). La lengua no pertenece. Diario de Poesía 58 (primavera). Fecha de ingreso: 23 de junio de 2013. Traducción de Ricardo Ibarlucía. http://www.egs.edu/faculty/jacques-derrida/articles/la-lengua-nopertenece.
Laplantine, F. y Nous, A. (2007). Mestizajes. De Arcimboldo a zombi. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Traducción de Victor Goldstein.
Lyotard, J-F. (1997). Lecturas de infancia; Joyce, Kafka, Arendt, Sartre, Valéry, Freud. Buenos Aires: Eudeba.
Reyes, A. (1978) [1936]. Notas sobre la inteligencia americana. Latinoamérica (Cuadernos de cultura latinoamericana, nro. 15). México: UNAM, 5–17.
Dossier / Presentación 57–61