#10
[junio-noviembre 2019]

Sobre: Correspondência. Mário de Andrade & Newton Freitas. Volumen 6. Organización, introducción y notas por Raúl Antelo. São Paulo: Editora da Universidade de São Paulo, Instituto de Estudos Brasileiros, Universidade Federal de Santa Catarina, 2017


Analía Gerbaudo Universidad Nacional del Litoral – CONICET, Argentina /
agerbaudo@fhuc.unl.edu.ar / analia.gerbaudo@conicet.gov.ar

Para citar este artículo: Gerbaudo, A. (2019). Sobre: Correspondência. Mário de Andrade & Newton Freitas. Organización, introducción y notas por Raúl Antelo. El taco en la brea, 10 (junio–noviembre),226–229. Santa Fe, Argentina: UNL. DOI: 10.14409/tb.v1i10.8703

La correspondencia en el estudio de una obra, de un campo.
Consideraciones teórico–metodológicas a partir de una práctica

El volumen 6 de la correspondencia de Mário de Andrade se incluye en una colección de veinte que recoge sus intercambios epistolares con escritores, artistas, músicos, intelectuales: en una lista incompleta mencionaremos los nombres de Tarsila do Amaral, Manuel Bandeira, Henriqueta Lisboa, Oswald de Andrade, Anita Malfatti, Luiz Camillo de Oliveira Netto, Alceu Amoroso Lima, Murilo Rubião, Fernando Mendes de Almeida, Heitor Villa-Lobos, José Bento Faria Ferraz, Luciano Gallet, Murilo Mendes, Pedro Nava, Prudente de Moaraes Neto, Renato Almeida, Ribeiro Couto, Sérgio Milliet, etc., solo a los efectos de visualizar parte del espectro que permite constatar la importancia que el escritor brasileño daba a estos intercambios. Si desde esta revista volvemos sobre este volumen en particular, dedicado a la correspondencia con Newton Freitas entre 1940 y 1945, exiliado en Montevideo y en Buenos Aires durante O Estado Novo, el régimen político instaurado en Brasil por Getúlio Vargas, no es solo porque quien lo coordina es Raúl Antelo (desde nuestros primeros números, de manera programática, difundimos y analizamos la teoría que Antelo viene produciendo desde Brasil desde hace ya varias décadas: podríamos decir que junto a Gisèle Sapiro son, en ese sentido, los dos autores sobre los que volvemos con mayor regularidad e insistencia debido a los aportes sustanciales que realizan al campo en el que esta revista se inscribe mientras, paralelamente, contribuimos a la difusión de los trabajos de varios de sus discípulos: Susana Scramim y Jorge Woolf, por el lado de Brasil, y Tristan Leperlier y Lucile Dumont, por el lado de Francia, entre otros) sino por la teoría que allí se despunta respecto del lugar de la correspondencia en el estudio de la obra de un autor atravesado por las tensiones que recorren un campo de producción artística, científica y/o intelectual.

Empecemos por señalar que para esta edición, Antelo realizó un trabajo de tres años que lo llevó, entre 1996 y 1999, a recoger materiales dispersos entre São Paulo, Río de Janeiro, Montevideo, Santiago de Compostela y Buenos Aires: el material exhumado que incluye un importante dossier fotográfico, da cuenta de esta obsesión por hacer de los papeles privados, «archivo» en el sentido derrideano del término (cf. Derrida, 1995). Una marca de la producción anteliana sobre la que no nos detendremos aquí pero que interesa resaltar a los efectos de visualizar lo que exige, en términos de inversión temporal (y económica), la investigación en el campo de las ciencias humanas: si se quiere avanzar sobre lo que no se sabe, es complejo exigir dato inmediato y resultado visible en países que, además, están atravesados por el descuido de los archivos por parte del Estado, cuando no por su destrucción deliberada debido a su potencial «subversivo» (da escalofríos ver, por ejemplo, la foto de la carta fechada en São Paulo el 16 de abril de 1944 y tipeada en máquina de escribir por Mário de Andrade, con el fragmento recortado por la censura).

Pasemos, a continuación, al punto que adelantamos en el título de esta reseña: podemos decir, que a partir de la correspondencia de Mário de Andrade y Newton Freitas datada entre 1940 y 1945 entre Buenos Aires y São Paulo, Antelo pone en práctica un tipo particular de asedio metodológico de ese corpus mientras desliza una teoría de la correspondencia que se inscribe, a la vez, en una teoría sobre la autofiguración que comprende, entonces, fotografía, diarios, prefacios a libros, entrevistas, etc. Así, sus notas introductorias se abren con un elocuente epígrafe de E. M. Cioran tomado de Manie épistolaire: «Cherchez la vérité sur un auteur plutôt dans sa correspondance que dans son œuvre» (en Antelo 2017:13). ¿De qué verdad nos habla Antelo vía esta cita? Si tenemos en cuenta que el autor que atraviesa sus planteos, en este trabajo y en toda su producción en general, es ­Jacques Derrida, deberíamos responder, «de más de una verdad» y en más de un plano.

En principio, por más que el uso del término cobre en sus escritos cierta distancia irónica (siempre desconfiado de toda aproximación demasiado segura de sus aproximaciones), cierra su texto con la fantasía de que «todo lector de cartas salga de esa lectura revigorizado por una “revolución sociológica” entendiendo por ese concepto “la démarche de l’esprit qui consiste à se feindre étranger à la société où l’on vit, à la regarder du dehors et comme si la voyais pour la première fois”» (Caillois en Antelo 2017:59). No es otra cosa lo que ensaya, para sí y para sus lectores, en estas notas introductorias, prácticamente un libro dentro del libro: 60 páginas. En esas sesenta páginas, sin apelar a los nombres de Pierre Bourdieu ni de Raymond Williams, Antelo describe los campos cultural, literario, artístico e intelectual tal como se traman en Argentina, Brasil y Uruguay entre 1930 y 1960. El eje de esa reconstrucción que, de hecho, da el marco para la lectura de la correspondencia en cuestión, está dado por las internacionalizaciones forzadas, ya sea por las dictaduras o por las guerras. Así, el análisis de las «formaciones intelectuales» (Antelo 2017:30) como de las relaciones de «fuerza» (36) que se observan, en especial en el «campo intelectual porteño» (42) donde Freitas permanece la mayor parte de su exilio, da pie a la teoría sobre el lugar que en dichas reconstrucciones tienen la correspondencia junto a todo otro material en el que sujeto cuente un cuento sobre sí. Antelo habla así de una «teoría de la carta» que atribuye a Lidia Besouchet, esposa de Newton Freitas, cuando en verdad son estas notas que él escribe las que la desarrollan: la carta es puesta así en serie con todo escrito sobre sí y con el conjunto de los textos que permiten dar cuenta de las luchas que configuran la dinámica de un campo en un momento dado.

Las derivas son, al menos, de dos órdenes. Por un lado, en términos de frustración de toda pretensión estabilizadora de la «identidad» de un sujeto a partir de estos materiales. Resulta ­inevitable recordar aquí los cuantiosos textos de Derrida alrededor de la im–posibilidad de una fijación de tal naturaleza: «La escritura no parte de una identidad y no desemboca en una identidad. (...) Uno no se encuentra ni al principio ni al final; más bien uno se encuentra allá, precisamente, donde uno no se encuentra», sentencia en un seminario dictado junto a Hélène Cixous en Barcelona (2004:87). Una tesis que ratifica uno de los pasajes teóricamente más inteligentes y poéticamente más bellos de «Circonfesión». Un pasaje sobre la fuga de toda certidumbre cada vez que alguien dice «yo», cada vez que alguien, en definitiva, cuenta un cuento sobre sí: «nadie sabrá jamás a partir de qué secreto escribo. Y que yo lo diga, no cambia nada» (1991:218). En sintonía con esta posición, Antelo se detendrá en el análisis de la «pose» (2017:49). Esa que nos permite hablar de «más de» un Newton Freitas, de «más de» un Mario de Andrade, de «más de» una Lidia Besouchet:

Resgatar a verdade de uma escrita de si, de uma correspondência, desse cara a cara postal que constituem as cartas, não quer dizer captar a semelhança de si para consigo mas a simultaneidade de faces, o multifário e multifacetado, do poder irrequieto e ubíquo que por elas circula. Através da letra, portanto, a través do intercâmbio, desenha-se nosso exterior como um ponto de indiferença tanto em relação àquilo que nos é próprio quanto ao compartilhado, seja ele interno ou externo à experiência social efetiva, de tal sorte que as a cartas, a rigor, não comunicam coisa alguma; elas funcionam apenas como uma passagem –desapropriação e desidentificaçao de todas as qualidades, de todos os atributos –em que se comunica tão somente essa perda incessante. Mas é justamente nesse ponto, exterior a toda constituição prévia do sujeito, que ele se depara, finalmente, consigo mesmo enquanto diferimento. Toda carta vai parar na posta restante. (55)

Por otro lado, estas notas interrogan el lugar que estos textos juegan en la reconstrucción de un estado del campo. Antelo «solicita» (en el sentido derrideano de hacer temblar, poner en cuestión las certezas) el estatuto de estos «cuentos» sobre sí y de los cuentos desprendidos de ellos en el sistema general de clasificación de los discursos: atraviesa con cuentos sus notas que, de hecho, empiezan con uno que arranca en la intersección de la Rua do Ouvidor y Gonçalvez Dias en un día caluroso del verano carioca, casi sobre el filo de diciembre de 1937. A este le siguen otros entre los que incluye los que el propio Newton Freitas escribe sobre sí en dos textos que particularmente llaman su atención: La colonia y La bodega, «sus memorias de cárcel (...) que configuran un particular proceso de desubjetivación, sintomáticamente escrito en español» (Antelo, 2017:16). El prologuista de estas memorias, fechadas en Montevideo en enero de 1938, hace hincapié en la ausencia de épica de estos textos que harían de Freitas «un honesto fotógrafo de la realidad» (237) así como, con buena intuición por tratarse de una escritura de 1938, ya deja entrever lo que con más detalle Jean-Luc Nancy expandirá a partir de y a propósito de Derrida: la pluralidad de inscripciones que se condensan alrededor de lo que reúne un nombre, una firma. Dice el prologuista: «Dos períodos, dos fases emocionales y literarias, dos Newton Freitas, por lo tanto» (A.N.D. en Antelo 2017:239). Diríamos, junto a Antelo, más de un Newton Freitas, más de un Mário de Andrade, más de una realidad, más de un cuento. O más bien, si reescribimos las polémicas y archiconocidas variaciones sobre la misma idea del filósofo francés en sus diferentes versiones («Il n’y a pas de hors texte» —Derrida. 1967:228—; «Il n’y ait que des contextes», —1990:282—) diríamos «No hay más que cuentos», «No hay fuera del cuento»:

A carta é um emblema da era postal. Ela pressupõe um conjunto de técnicas de produção, de circulação e de recepção dos discursos mas, acima de tudo, uma lógica de constatação e de reconhecimento de ­emissários e destinatários. A carta é em tudo auxiliar da identidade. Ou, por outra, a identidade, enquanto portadora de verdade e existência, é a autêntica ideologia da era postal. Caberia então pensar que, como o fim das técnicas tradicionais de correspondência, substituídas pelo telefone, fax, e-mail, todo um conjunto da assim chamada literatura (ao menos a postal, incluindo nesse gênero prefácios, manifestos ou memórias) teria se tornado obsoleto. Derrida, inclusive, vai mais longe e inclui na lista a filosofia e a psicanálise, igualmente tributárias do suporte postal. Mas, avaliado o argumento cum grano salis, diríamos que o que morre, a rigor, não é a literatura enquanto prática más como classificação institucional de discursos. Se observamos, no entanto, neste caso da correspondência entre Mário de Andrade e Newton Freitas, como aliás em qualquer outro intercâmbio literário, nenhuma carta tem destinatário certo, já que ela sempre fica disponível em posta restante, o sentido atual, ativo, destas cartas é o de se integrarem, em última instância, numa educação cíclica da cultura, numa enciclopédia brasileira, onde, finalmente, encontram, de maneira diferida, seu lugar provisório. (Antelo, 2017:55–56)

Referencias bibliográficas

Derrida, J. (1967). De la grammatologie. París: Minuit.

(1990). Postface: Vers une éthique de la discussion. Limited Inc., a b c... París: Galilée, 199–285.

(1991). Circonfesión. En Geoffrey Benninton y Jacques Derrida. Jacques Derrida. Madrid: Cátedra, 1994, 25–318. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

(1995). Mal d’Archive. Une impression freudienne. París: Galilée.

Derrida, J. y Cixous, H. (2004). Lengua por venir / Langue à venir. Seminario de Barcelona. Barcelona: Icaria.

Nancy, J.-L. (2007). À plus d’un titre. Jacques Derrida. Sur un portrait de Valerio Adami. París: Galilée.

Apuntes 226–229