Artículos

Víctimas y victimarios: un juego estratégico. Marco de acción colectiva de la diversidad sexual en Santa Fe

Victims and victimizers: a strategic game. A read on the LGBT+ movement's frame in Santa Fe

Matías Sbodio
Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral – Universidad Nacional del Litoral - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (IHUCSO – UNL/CONICET), Argentina

Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral

Universidad Nacional del Litoral, Argentina

ISSN: 0327-4934

ISSN-e: 2250-6950

Periodicidad: Semestral

vol. 64, núm. 1, e0047, 2023

estudiossociales@unl.edu.ar

Recepción: 15 Abril 2021

Aprobación: 29 Junio 2022



DOI: https://doi.org/10.14409/es.2023.64.e0047

Autor de correspondencia: matias.sb@live.com.ar

Para citar este artículo: SBODIO, MATÍAS «Víctimas y victimarios: un juego estratégico. Marco de acción colectiva de la diversidad sexual en Santa Fe», en: ESTUDIOS SOCIALES, revista universitaria semestral, año XXXII, n° 64, Santa Fe, Argentina, Universidad Nacional del Litoral, enero-junio, 2023.

Resumen: Este artículo indaga las características y elementos que componen el marco de acción colectiva de un grupo de organizaciones de la diversidad sexogenérica de la ciudad de Santa Fe. Con este objetivo, se recupera la perspectiva del framing proces para analizar los Documentos redactados por el activismo sexual santafecino para las Marchas del Orgullo de la ciudad, correspondientes a los años 2017, 2018 y 2019 (en dichos documentos les activistas exponen los reclamos definidos como más relevantes de cada año). Por un lado se indaga cómo las organizaciones politizan las problemáticas que les afectan configurando definiciones, identificando responsables y proponiendo soluciones. En paralelo, se observan diversas estrategias discursivas utilizadas para potenciar los argumentos que componen el enmarque del activismo socio-sexual. Mediante su marco, el movimiento de la diversidad sexual de Santa Fe, pretende demostrar que si bien se sancionaron numerosas leyes referidas a derechos sexuales, la vida cotidiana poco ha cambiado para las personas LGBT+. Este marco funciona para un amplio abanico de víctimas que denuncian problemáticas diversas.

Palabras clave: movimientos sociales, diversidad sexual, marcos de acción colectiva, marcha del orgullo.

Abstract: This article investigates the characteristics and elements that make up the collective action frame of a group of sexual diversity organizations in the city of Santa Fe. With this objective, the perspective of the framing process is recovered to analyze the Documents written by the sexual activism of Santa Fe for the Prides of the city corresponding to the years 2017, 2018 and 2019 (in these documents the activists present the claims defined as the most relevant of each year). On the one hand, it investigates how organizations politicize the problems that affect them by configuring definitions, identifying those responsible and proposing solutions. In parallel, various discursive strategies used to enhance the arguments that make up the framework of socio-sexual activism are observed. Through its framework, the Santa Fe Sexual Diversity Movement, aims to demonstrate that while numerous sexual rights laws have been passed, little has changed in everyday life for LGBT+ people. This framework works for a wide range of victims who report various problems.

Keywords: social movements, sexual diversity, collective action frames, pride.

I. INTRODUCCIÓN

Argentina es testigo de la lucha de un sujeto político de reciente constitución: organizaciones que vehiculizan derechos basados en la identidad de género y la orientación sexual. En las últimas décadas, el saldo político de sus reclamos se materializó en leyes y normativas para proteger los derechos sexuales. El paso previo a todo reclamo político es la transformación de un problema en problema público (GUSFIELD, 2014) mediante procesos de significación. Existen múltiples fenómenos que generan sufrimiento a grupos sociales, pero no todos son asunto de interés para actores políticos. Un problema se transforma en público cuando socialmente deja de ser percibido como fenómeno natural o de responsabilidad individual y pasa a ser definido como situación a corregir o erradicar (OSZLAK y O'DONNELL, 1995). Las definiciones son producto de enfrentamientos por la propiedad del problema (GUSFIELD, 2014). En la arena pública, actores políticos se disputan la definición de los problemas, proponiendo diferentes, incluso opuestas definiciones. El grupo ganador, podrá imponer su definición, establecer cuáles son las voces legítimas para opinar sobre el asunto y tendrá posibilidades de influir en el consecuente desarrollo de leyes y políticas. Los movimientos sociales funcionan como agentes significadores que -al igual que el Estado, partidos políticos, sindicatos, religiones y otros actores- disputan definiciones. Llamamos marcos de acción colectiva (MAC) a los esquemas interpretativos que los movimientos utilizan para definir sus reclamos, movilizar adherentes y guiar su estrategia (SNOW y BENFORD, 1988).

La política sexual y las organizaciones de la diversidad sexual no constituyen una excepción a los procesos de significación: junto al movimiento feminista, impugnan matrices discursivas que tradicionalmente enmarcaban asuntos relegados al dominio privado: sexualidad, género, familia, etc. Este accionar, hace eco de feministas clásicas como Kate Millet, quienes advertían que «(…) el sexo es una categoría social impregnada de política.» (MILLET, [1970] 2010: 68), activando un proceso de desprivatización de lo íntimo o politización de lo privado (MECCIA, 2006). Este artículo releva la dimensión cognitiva de un conjunto de organizaciones de la diversidad sexual de la ciudad de Santa Fe, nucleadas en la Mesa del Orgullo. Ganadas luchas históricas, como el Matrimonio Igualitario (Ley 26.618) y la Ley de Identidad de Género (Ley 26.743) a nivel nacional, el movimiento continúa politizando diferentes problemas. El trabajo se pregunta: ¿Cómo se definen las problemáticas que hoy convocan a las organizaciones de la diversidad sexual? ¿Qué estrategias discursivas utilizan para vehiculizar sus reclamos? Resulta interesante observar este fenómeno en Santa Fe, una ciudad intermedia, capital de provincia (BOLAY, RABINOVICH, CABANNES y CARRION, 2003).[1]

La Mesa del Orgullo es un conjunto heterogéneo de organizaciones. Para captar esta diversidad se analizan los Documentos que les activistas de la mesa elaboran para las Marchas del Orgullo, pensándolos como resumen de las complejidades del MAC, siendo resultado de procesos de disputa por las definiciones de los problemas que afectan a personas LGBT+.[2] Para describir las características del MAC, se recupera la perspectiva framing proces -procesos de enmarque- (SNOW y BENFORD, 1988, 2000), y se analizan los documentos de 2017, 2018 y 2019.[3] Primero, se exponen antecedentes y conceptos de la perspectiva framingproces. Luego, se analizan los documentos, indagando cómo las organizaciones definen los problemas que les afectan y las estrategias discursivas que potencian su MAC.

II. MARCO TEÓRICO: LA POLÍTICA DE LA SIGNIFICACIÓN

Críticas a teorías previas, permiten afirmar que los factores simbólicos -valores, creencias, significados, identidades- colaboran a explicar las acciones colectivas. MELUCCI (1994) expuso los problemas conceptuales de dos estrategias analíticas tradicionalmente utilizadas para observar fenómenos colectivos, diferenciadas según la teoría de la acción en que se fundan. Primera estrategia: investigaciones que piensan a la acción colectiva como conclusión objetiva de condiciones estructurales, ignorando los procesos de definición desarrollados por los actores -es decir un actor sin acción-. Coincidiendo, SNOW Y BENFORD (1988) exponen que el enfoque de los nuevos movimientos sociales -propio de Europa Oriental-, veía a los movimientos sólo como portadores de programas, resultado de nuevas dislocaciones estructurales. En estos términos, la acción colectiva sólo sería manifestación de las condiciones materiales del grupo.

Segunda estrategia: estudios donde las acciones colectivas resultan de la suma de acciones individuales. Mediante el problema del free rider, OLSON (1965) argumenta que es imposible explicar acciones colectivas sólo por intereses individuales, sin observar la formación de un nosotros o sujeto colectivo. Así definida, la acción colectiva es una acción sin actor. Las teorías criticadas por Melucci, surgieron para pensar las acciones de la clase obrera durante la fase industrial del capitalismo. No obstante, cambios históricos y nuevas reflexiones conceptuales, habilitaron enriquecimientos teóricos: «Entre el análisis de los determinantes estructurales y de las motivaciones individuales falta el análisis del nivel intermedio relacionado con los procesos a través de los cuales los individuos evalúan y reconocen lo que tienen en común y deciden actuar conjuntamente» (MELUCCI, 1994:167). Los individuos no comparan motivaciones, costos y recompensas de forma aislada. Las expectativas que movilizan a los individuos a accionar colectivamente, guardan relación con sus identidades colectivas (PIZZORNO, 1978) y se construyen en redes de interacción dónde éstos se influencian recíprocamente (COHEN, 1985). Si queremos saber por qué un grupo desarrolla acciones colectivas, es indispensable relevar la dimensión intermedia de sus organizaciones (identidades y significados).

Por su parte, la teoría de la movilización de recursos, desarrollada en Estados Unidos, complejizó el concepto de acción colectiva, observando que el descontento de un grupo no basta para explicar la movilización (ZALD y MCCARTHY, 1987). Deben existir recursos que permitan canalizar el conflicto en movilización. Esta teoría pone foco sobre la construcción de redes para movilizar recursos, visibilizando que los sujetos involucrados no están aislados ni desarraigados. No obstante, SNOW Y BENFORD (1988) advierten la escasa importancia que esta y las teorías clásicas asignan a la dimensión cognitiva. Dialogando indirectamente con Wittgenstein (HOLLIS, 1998) argumentan que estas perspectivas: «(…) tienden a tratar a los significados e ideas como dados, como si existiese una relación isomórfica entre la naturaleza de cualquier conjunto particular de condiciones o eventos y los significados que se les atribuyen» (SNOW y BENFORD, 1988: 198). Por el contrario, quienes se involucran en acciones colectivas son agentes significadores.

En resumen, las críticas frente a desarrollos teóricos previos, motivaron estudios sobre el impacto de significados e identidades en las acciones colectivas. Incluso recuperan a Weber para definir a los procesos de significación como parte integral de la acción social (JOHNSON, 1997). Dentro de la política de la significación se identifican al menos dos enfoques trabajados sobre todo desde la década del 1980. (1) Construccionismo: observa la relación entre identidades colectivas y participación (TOURAINE, 1981; MELUCCI, 1994). Cuestiona la existencia de esencias identitarias, más bien existen agentes de socialización (instituciones, normas y rituales sociales) que otorgan una supuesta esencia a las identidades, constriñendo la conducta humana. Define a la identidad como proceso de construcción social, una realización interaccional producto del intercambio lingüístico (AMPARÁN & LÓPEZ GALLEGOS, 2007), que iguala cosas que en principio eran disímiles (LOMNITZ, 2002). (2) Cognitivismo: estudios sobre marcos de acción colectiva y procesos de enmarque (GAMSON, 1992a) que analiza: «(…) la pugna por la producción de ideas y significados en los procesos de movilización y contramovilización» (SNOW y BENFORD, 2000:613). Los procesos de enmarque son los: «(…) esfuerzos estratégicos conscientes realizados por grupos de personas en orden a forjar formas compartidas de considerar el mundo y a sí mismas que legitimen y muevan a la acción colectiva» (MCADAM, MCCARTHY, y ZALD, 1999:27). Es la perspectiva utilizada en este artículo y desarrollada a continuación.

II.1 PROCESOS DE ENMARQUE Y MARCOS DE ACCIÓN COLECTIVA

La perspectiva framing proces recupera la noción marco (frame) de GOFFMAN (1974), son esquemas interpretativos que permiten localizar, percibir, identificar y etiquetar sucesos, simplifican y condensan la realidad, organizan la experiencia y guían la acción. Para SNOW Y BENFORD (XXXX) los MAC cumplen la misma función interpretativa pero a nivel movimientos sociales, sumando conceptos para relevar discursos y procesos cognitivos. Los movimientos se componen de una heterogeneidad yuxtapuesta de organizaciones y actores. Por eso, los MAC no son la simple suma de percepciones individuales. Al interior de los movimientos, el MAC se negocia, esto se denomina enmarque: un proceso de significación/interpretación no lineal, complejo y desorganizado, que implica negociaciones entre actores heterogéneos con asimetrías de poder:

«(…) la actividad de los movimientos sociales consiste en buena medida en prácticas vinculadas de forma más o menos directa a la producción simbólica, (…) dicho elemento no es una precondición del conflicto sino más bien una parte constitutiva del mismo» (DELLA PORTA y DIANI, 2015:105)

KLANDERMANS (1984) observa que el éxito de los movimientos depende de dos capacidades: generar consenso y movilizar individuos. Entonces, el proceso de enmarque de un movimiento implica tres tareas nucleares que pueden identificarse en un análisis del discurso del movimiento, éstas son:

Para indagar las características del marco del activismo sexual contemporáneo santafecino, este artículo analiza las diagnosis y prognosis presentes en los Documentos de las Marchas del Orgullo de la ciudad de Santa Fe, de 2017, 2018 y 2019 (a continuación DMO 17/18/19). Indagar los elementos motivacionales sólo a través de los documentos ofrecería una visión parcial de dicha dimensión, por lo que se elude este análisis.

III. METODOLOGÍA

Recuperando los conceptos diagnosis y prognosis se confeccionaron las Tablas N°1, 2 y 3, que permitieron contrastar los documentos e identificar recurrencias.[4] Luego, se desarrolló un análisis de contenido (BOYATZIS, 1998), indagando estrategias discursivas del movimiento. Si bien se trabajó con los documentos de las marchas de 2017/18/19, la de 2017 no fue la primera de la ciudad. Por ejemplo: el 28 de junio de 2006 se desarrolló en la Plaza Soldado Argentino una actividad anunciada como «El primer acto público del orgullo gay-les-bi-trans de Santa Fe».[5] Les activistas se manifestaron contra artículos del Código de Faltas que criminalizaban a la diversidad sexual y para apoyar un Proyecto de Unión Civil presentado ante la Cámara de Diputados provincial. El en 2011[6] se celebró una marcha por la aprobación de la Ley de Identidad de Género, y una «Fiesta por la Diversidad: Transformemos al Mundo, por un lugar para tod@s».[7] Desde 2016 la Marcha del Orgullo[8] se comienza a organizar anualmente, gracias a la constitución de la mesa. Como las organizaciones y activistas provenían de espacios políticos heterogéneos y aun no existían lazos de solidaridad, sólo se logró consenso para seis consignas y no un documento extenso. El lema fue «Basta de violencia y criminalización hacia la diversidad sexual», e incluía:

  1. 1. Basta de travesticidios y femicidios
  2. 2. Basta de violencia policial e institucional contra lesbianas, gays, bisexuales y trans
  3. 3. Basta de violencia policial e institucional contra lesbianas, gays, bisexuales y trans
  4. 4. Aprobación de la Ley de Protección Integral para Personas Trans
  5. 5. Implementación efectiva de la ESI con perspectiva de género y diversidad sexual
  6. 6. Aborto legal, seguro y gratuito
  7. 7. Separación de la Iglesia del Estado

Las consignas son recuperadas en los documentos posteriores, que debido a su extensión (aproximadamente 3000 palabras cada uno) son fuentes ricas para el análisis.[9] Lo expuesto justifica el inicio del recorte temporal. El fin del corte se realizó en 2019, último año de la gestión Cambiemos a nivel nacional, enemigo común que unificó al movimiento y habilita pensar en conjunto a los documentos 2017/18 y 19. Incluso, el DMO19 celebra que Mauricio Macri perdiese las elecciones presidenciales (ver: Tabla N°3 punto 6, a partir de ahora resumido T3p6). Además, una serie de cambios en la coyuntura hacen que los documentos subsiguientes presenten nuevas características: la presidencia de Alberto Fernández, y gobernación de Omar Perotti; la emergencia de la pandemia de COVID19 y la aprobación de la Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Logo de la Mesa del Orgullo de Santa Fe (2015)
Imagen 1.
Logo de la Mesa del Orgullo de Santa Fe (2015)
Fuente: instagram@marchadelorgullosf

IV. LA MESA DEL ORGULLO DE SANTA FE

Desde comienzos de los 2000, Santa Fe es escenario de intensa actividad política protagonizada por la diversidad sexual. Evidencian esto dos factores: el mencionado accionar público de éstas organizaciones, y el hecho de que en un tiempo relativamente breve lograron conquistas en materia legislativa, impensadas durante coyunturas previas. Son sabidas las conquistas a nivel nacional del activismo sexual: reconocimiento de personería jurídica a organizaciones de diversidad sexual (reiteradamente negado durante la década de 1990, ver BERKINS, 2007), la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral (Ley 26.150, año 2006), de Matrimonio Igualitario (Ley 26.618, año 2010) y de Identidad de Género (Ley 26.743, año 2012). No obstante, el activismo santafecino resultó vanguardista. Por ejemplo, en 2009, tres años antes de la sanción de la Ley de Identidad de Género, logró la Resolución N°1877-2009 del Ministerio de Salud que reconoce el derecho a la identidad de género autopercibida dentro de todos los efectores públicos de salud que dependían del Ministerio de Salud provincial. En 2010 se derogan artículos del Código de Falta que criminalizaban identidades trans; en 2013 la Resolución del Ministerio de Educación 2529-13 queobliga a los colegios adoptar medidas que garanticen el respeto de las identidades de género. Mejoras en la implementación de los aspectos sanitarios de la Ley 26.743 de Identidad de Género (ver: SBODIO, 2018, 2019, 2022). También 11 ordenanzas de cupo laboral trans en la provincia (entre 2015 y 2018), y en 2019 la sanción de la Ley provincial N°13902 de Cupo Laboral Trans. Afirmamos que, en términos normativos, las organizaciones y referentes de la diversidad sexual lograron imponer algunas definiciones.

IV.1. EL MARCO DE ACCIÓN COLECTIVA: LA LUCHA NO ACABÓ

Anticipando conclusiones, el MAC de los DMO17/18/19 se resume en una idea: «la lucha no acabó». El movimiento busca transmitir un mensaje inconformista que implica dos argumentos: (1) existen numerosas leyes y ordenanzas que buscan proteger derechos, no obstante (2) las condiciones en las que viven las personas LGBT+ y las estructuras que históricamente les marginan no cambiaron. El primer argumento implica que las organizaciones se reconocen victoriosas de triunfos legales. Los documentos destinan párrafos a recapitular batallas ganadas. Por ejemplo, los tres documentos al denunciar exclusión laboral trans, acentúan victorias:

«(…) el 2019 también fue un año de conquistas: conseguimos la ley de cupo laboral trans provincial, después de años de lucha. (…) Además, este movimiento LGBTIQ+ ya conquistó el cupo laboral trans municipal. A pesar de esto falta estabilidad laboral y salarios dignos, y así lo vamos a seguir denunciando, el cupo es un piso del que no vamos a retroceder» (DMO19, destacado propio, T3p1).

Esta estrategia demuestra fuerza frente a opositores, pero también, visibilizar triunfos recientes convoca a la unidad del movimiento fortaleciendo la moral para luchas venideras. No obstante, se denuncia que la igualdad jurídica no significa igualdad social.

Un factor que afecta la credibilidad de los MAC son los datos empíricos: «El asunto aquí no es establecer si los reclamos (…) son realmente fácticos o válidos. Sino si las referencias empíricas que presentan pueden ser leídas como indicadores ‘reales’ de los problemas diagnosticados» (SNOW y BENFORD, 2000: 620, traducción propia). Los documentos no abundan en números que evidencien la urgencia del problema. Uno de los únicos datos ofrecidos refiere a la expectativa de vida de la población trans: «(…) expectativa de vida que hace unos años se fijaba en 35 años, pasó a 40, y hoy se acerca a los 32» (DMO18, T2p1). Esta escasez se explica por la inexistencia de estudios y censos con perspectiva de diversidad sexual, que aporten datos sobre la situación habitacional, laboral, educacional y sanitaria de personas LGBT+ en Argentina. No obstante, la credibilidad del MAC se respalda mediante dos estrategias discursivas: (1) legalismo: abundantes descripciones detalladas sobre la situación de proyectos de ley u ordenanzas. Se busca demostrar que las normativas a favor de la población LGBT+ fracasan, dotando de respaldo empírico al reclamo. (2) Emotividad: descripciones detalladas sobre las vulneraciones padecidas, apelando a la empatía del público:

«La Ordenanza de Cupo Laboral Trans Municipal, (…) tras un año y medio de estancamiento, se encuentra en un proceso de edición y de negociación para incluir los siguientes puntos: el ingreso de no menos de cinco compañeres trans por año a la planta municipal; la no consideración de antecedentes penales debido a la indiscriminada detención de compañeras trans por parte del Estado, amparado en los ya derogados Códigos de Faltas; y las exenciones impositivas a empresas que contraten personas trans. El panorama provincial, mucho menos esperanzador, apuntó y disparó a la pérdida de Estado Parlamentario del proyecto de Cupo Laboral Trans Provincial» (DMO17, T1p1)

«El apartheid social de las personas trans, travestis y no binaries comienza a temprana edad. La primera vejación que sufrimos es la exclusión del hogar (…) Desde la infancia comienza nuestra trayectoria de sufrimiento, en la que (…) entre los 8 y los 14 años, somos expulsades y empujades a la esclavitud sexual infantil como forma de supervivencia. ¿Qué sucede con las responsabilidades maternopaternales de esa familia que expulsa? ¿Qué sucede con la sociedad que atestigua en silencio el derrotero mortal de une niñe en situación de prostitución? ¿Qué sucede con el Estado que no se conmueve, que no despliega mecanismos, que no contiene, no acompaña y no abraza?» (DMO18, T2p1)

IV.1.A. ¿Y LAS VÍCTIMAS QUIÉNES SON?: IDENTIDAD(ES) EN EL MAC

Los MAC determinan los límites identitarios del movimiento al diferenciar nosotros/ellos. La Mesa del Orgullo se autodefine como un todo, esto también es producto de un proceso de definición. Las identidades LGBT+ poseen un rasgo común (una orientación sexual no heterosexual, y/o una identidad de género no cisgénero) pero, sus realidades no son homogéneas y a nivel particular les afectan problemáticas disímiles y militan agendas variadas. Por ejemplo: sobre política sanitaria, los varones trans se ven afectados por mala distribución de hormonas y demora en turnos para cirugía de extracción de glándulas mamarias (ver: T1p2, T2p2, T3p5). Mientras que varones gay que viven con VIH reclaman distribución en fecha de antirretrovirales (ver: T1p9, T2p4, T3p5). Es decir, la violencia por orientación sexual, se combina con otras estructuras opresivas actuando de forma particular sobre cada identidad y cuerpo. A pesar de las diferencias, el proceso de significación resulta en el aglutinamiento de una multiplicidad de identidades.

Los DMO oscilan entre dos definiciones de víctima que se corresponden con las dos ideas basales del MAC: triunfos pasados y padecimientos históricos. (1) Presenta víctimas empoderadas, con nociones como «luchadoras» o «conquistadoras de derechos» para referir al activismo sexual. El MAC se apropia de estas representaciones, y las inscribe en una historia colectiva al nombrar a las activistas trans Lohana Berkins y Diana Sacayán (ambas tempranamente fallecidas):

«(…) no estamos nunca más solos y soles y solas. Como lo dijo la comandanta de las mariposas, Lohana Berkins: el amor que nos negaron, es nuestro impulso para cambiar el mundo.» (DMO19, cita del cierre)

El DMO18 define: «(…) somos las identidades negras, disidentes y latinoamericanas que pelearon por descolonizar y despatriarcalizar sus cuerpos como primer territorio (…)». El movimiento inscribe su definición de víctima en una narrativa más amplia, vinculándose a nociones políticas no exclusivas de la diversidad sexual: la idea de raza y colonialismo, hermanando su lucha con la de otros movimientos. (2) Otra definición de víctima refiere a la población LGBT+ como unida por una historia de marginalidad y vulneración, que nuclea al movimiento aludiendo a figuras dolorosas como: salir del closet, crímenes de odio, despidos o discriminación en ámbito laboral, violencia institucional. A los objetivos del MAC, no importa si todas las personas LGBT+ atravesaron estas experiencias, lo que les nuclea bajo el mismo paraguas de víctima son los riesgos que implica no ser heterosexual.

IV.1.B. ¿Y LAS VÍCTIMAS QUIÉNES SON?: FRAME BRIDGING

Frame bridging es una de las estrategias discursivas que los movimientos utilizan para fortalecer sus MAC: posibles traducciones son acoplamiento de marcos o más literal tendido de puentes, implica construir un puente argumental para conectar víctimas de un movimiento con otros actores que no lo integran, intentando evidenciar que «¡La lucha es una sola!»: «Ocurre cuando las representaciones de los organizadores del movimiento incorporan interpretaciones de la realidad producidas por sectores de la opinión pública que de otra forma quedarían separadas» (DELLA PORTA y DIANI, 2015: 114). Se puede construir un puente entre el movimiento y otros movimientos, o entre un sector o clase no movilizada. En este caso, por un lado existe el feminismo y movimiento de mujeres y por otro las organizaciones de la diversidad sexual. Vincular luchas no es instantáneo, implica construir puentes argumentales que definan cómo el machismo y el patriarcado afectan por igual a ambos grupos. Por ejemplo, VALOCCHI (1999) en su análisis del Movimiento por la Liberación Gay (1969-1973) observa que las lesbianas buscaron construir un puente entre feminismo y movimiento gay, adaptando la noción de sexismo. Definían que la opresión no sólo era sexista -denuncia feminista sobre roles de género para los sexos- además era heterosexista: la heterosexualidad es natural y debe ser deseada. Pero, el feminismo se resistió a la reformulación de sexismo en heterosexismo, trabando la construcción.

En el caso de Santa Fe, si bien en actividades organizadas por la Mesa Ni Una Menos de Santa Fe (NUMSF, espacio que nuclea organizaciones feministas de la región) se refiere a la diversidad sexual, no sucede a la inversa. Por ejemplo, en la cuenta de instagram de NUMSF una de las imágenes que convoca al paro por el 8 de marzo muestra a una mujer cisgénero junto a un varón trans con la consigna «Paro plurinacional de mujeres, travestis, trans y lesbianas». Otra imagen promociona una actividad por el día de la visibilidad lésbica. Evidenciando conexiones entre el feminismo y algunas identidades de la diversidad sexual. Por su parte, ni en la cuenta de instagram de la Marcha del Orgullo, ni en los documentos se encuentran referencias significativas al movimiento de mujeres. En Santa Fe la mesa NUMSF parece estar más preocupada por evidenciar su solidaridad con la población LGBT+, que a la inversa. Esto puede tener que ver con el hecho de que numerosas organizaciones del espacio NUMSF son lideradas por mujeres heterosexuales. Además, algunas de estas organizaciones se identifican como abolicionistas de la prostitución, lo cual ha generado conflictos con organizaciones y referentas trans que integran la Mesa del Orgullo y son regulacionistasdel trabajo sexual. Como veremos más adelante, otra de las razones radica en que los argumentos victimistas dificultan los lazos con otros movimientos.


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Fuente: instagram @niunamenos.sf

El movimiento sí construye puentes con otras víctimas: «Justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, el estado es responsable» (DMO17, T1p4). «Basta de criminalizar a la protesta social. Absolución a Daniel Ruiz y libertad a Milagro Sala y todxs lxs presxs políticxs. Si tocan a una nos tocan a todas. No me cuida la policía, me cuidan mis compañeres» (DMO19, T3p7).Al nombrar estos casos el movimiento busca alinear su marco con el de otros movimientos, inscribiéndose en una lucha que en principio le es ajena. La frase «Si tocan a una nos tocan a todas» diluye diferencias temáticas. Mediante el lenguaje inclusivo se reformulan las consignas tradicionales, adaptándolas al discurso de la diversidad sexual en palabras clave (todxs, presxs,compañeres) para unificar a las víctimas.

IV.1.C) ¿Y LAS VÍCTIMAS QUIÉNES SON?: EXTENSIÓN DEL MARCO

Los MAC no son estáticos, se transforman según coyunturas históricas. Una victoria puede implicar muerte o adormecimiento del movimiento, a menos que el MAC se reconfigure. Por ejemplo, aprobada la Ley de Identidad de Género en 2012, el movimiento incluyó nuevas problemáticas para las mismas víctimas: políticas laborales o del habitar. Esta modificación queda evidenciada al analizar el corpus de los documentos donde se exponen una multiplicidad de problemáticas trans que exceden al reclamo por el derecho a la identidad. Pero también se pueden sumar nuevas víctimas. Mientras que el framebridging refiere al tejido de un lazo con otros actores sociales ya existentes, la extensión del marco implica la incorporación de problemáticas y nuevas víctimas. Por ejemplo:

«Este año empezamos a organizarnos, y formamos el colectivo de Gordes Públiques en Santa Fe. Para hacer oír nuestra voz. Para que la gordura deje de ser sinónimo de ocultamiento, de anonimato. Para ocupar y apropiarnos, de una vez por todas, del espacio público.» (DMO19, T3p9.3)

En los DMO18 y 19 aparecen referencias a las personas gordas como víctimas, una novedad en el MAC de un movimiento sobre diversidad sexual. Lo que sucede en el caso santafesino, es que diferentes referentes locales que tradicionalmente militaron la diversidad sexual, son además personas gordas que utilizan los DMO para cambiar las definiciones asociadas a este asunto, haciendo emerger un problema público. Mientras que la gordura solía ser definida como responsabilidad individual, el movimiento define que las personas gordas son oprimidas por: «(…) los estereotipos corporales que impone el heteropatriarcado» (DMO18, T2p5). Se niegan los esquemas cognitivos tradicionalmente utilizados, disputando la propiedad del problema frente a otros grupos que también pujan por monopolizar las definiciones relativas a cuerpos gordos. Por ejemplo:

«La gordofobia se manifiesta de muchas maneras. Cuando no conseguimos ropa para nuestros talles, (…) cuando el sistema de salud nos patologiza e impone un modelo de cuerpo como el único válido (…). Pero como tantos otros colectivos estamos empezando a decir basta. Queremos que los locales tengan ropa para nosotrxs, queremos que lxs profesionales de la salud nos vean y nos escuchen como a personas (…)» (DMO18, T2p5).

El MAC enfrenta a la industria de la moda y a la corporación médica, niega definiciones previas y reubica la responsabilidad, moviéndola del plano individual. Ahora bien, el surgimiento del problema público sucede dentro del paraguas cognitivo de la diversidad sexual. La exclusión de las personas gordas es comparada con la de personas LGBT+:

«Para muchos putos y muchas tortas, los estereotipos producen miles de situaciones de discriminación hacia maricas, chongas y no binaries que tenemos una expresión de género que incomoda sus estándares de normalidad. Para muchas personas gordas, estos estereotipos provocan desórdenes alimentarios como la bulimia o la anorexia» (DMO18, T2p5).

Mediante la noción de estereotipos heteropatriarcales, el MAC homologa dos opresiones corporales (antes tematizadas por separado) e incluye a una nueva víctima. Las equipara utilizando el lenguaje inclusivo para denunciar que el heteropatriarcado exige tanto masculinidades y feminidades hegemónicas, como cuerpos delgados. La estrategia implica un puente con un grupo escasamente movilizado en Santa Fe.

La heterogeneidad que compone la identidad del MAC no está exenta de conflictos intramovimiento. En el DMO19, tres grupos de víctimas reclaman un lugar dentro del movimiento: «Basta de invisibilizar a las identidades bisexuales y no binarias. Basta de gordofobia y estereotipos corporales. Respeto a la diversidad corporal» (DMO19, T3p9). Este punto visibiliza la existencia de tensiones en el MAC. Destacan las siguientes citas del DMO19 que refieren a tres tipos de víctimas diferentes: (1) Bisexuales: «(…) la bisexualidad es una realidad doblemente discriminada dentro y fuera del colectivo» (T3p9.1) (2) No Binaries: «Cómo Asamblea No Binarie nos reconocemos fuera del CIStema[10] binario (…) exigimos: empatía con nuestra lucha por parte del colectivo Disidente y feminista» (T3p9.2) (3) Personas Gordas: «(…) nuestras problemáticas (…) no son reconocidas ni jerarquizadas dentro de ningún movimiento político» (T3p9.3). Estos reclamos son un llamado a la unidad del movimiento, denunciando exclusiones y conflictos dentro del mismo. Incluso podríamos preguntarnos por la convivencia de diferentes MAC al interior del mismo movimiento.

IV.1.D. APERTURA RELATIVA DEL MARCO

Para analizar un MAC también son importantes los tipos y cantidad de problemas y las estrategias utilizadas para definirlos. «En relación al número de temas que incorporan y articulan, los marcos de acción colectiva pueden variar en grado según sean relativamente exclusivos, rígidos, inelásticos y restringidos, o relativamente inclusivos, abiertos, elásticos y amplios» (SNOW y BENFORD, 2000: 618). Se sostuvo que la definición de víctima es heterogénea y amplia, esto exigiría un MAC abierto y elástico, que incluya muchas problemáticas. Resalta el carácter inclusivo de los DMO que poseen nueve o diez diagnósticos. MELUCCI (1994) sostiene que la heterogeneidad de la identidad colectiva es una construcción estratégica; la solidaridad y colaboración entre las diferentes identidades de la diversidad sexual fortalece las luchas particulares, intentando garantizar masividad. Coincidiendo, LACLAU (2005) observa que mientras más demandas incluya una cadena de equivalencias,[11] más heterogénea será la composición del grupo. Sin embargo, agrega que la equivalencia entre demandas no elimina las diferencias, y una demanda particular prima sobre las otras y las representa. En los documentos destacan las problemáticas que afectan a la población trans. En el DMO17 tres de los nueve problemas diagnosticados refieren sólo a personas trans, en el DMO18 4 de 9 y en el DMO19 3 de 10. El resto de los problemas refieren a la población LGBT+ en términos generales, por ejemplo: «Por una salud pública, inclusiva y de calidad que garantice nuestros derechos con perspectiva de géneros y diversidad» (DMO18, T2p2). En esta cita se exige que el sistema de salud contemple las necesidades de la diversidad sexual en su totalidad. No obstante, el DMO continúa: «El circuito de salud trans está absolutamente desbordado. Las listas de espera para acceder a cirugías reconstructivas son absolutamente inaccesibles (…)». Similar sucede en el apartado sobre educación, titulado: «Educación sexual integral con perspectiva de géneros y diversidad» (T2p7); y luego denuncia: «La ausencia de la ESI hace inhabitable a los espacios educativos para las infancias trans». Es decir, incluso algunas de las consignas sobre un problema que afecta por igual a toda la población LGBT+, son seguidas por líneas sobre cómo el problema afecta en particular a personas trans.

Destacan excepciones, por ejemplo, en todos los DMO, el VIH es el único problema que presenta como víctima protagonista a varones gays -aunque también nombra a mujeres trans-. Además, los documentos de los años 2018 y 2019 definen nuevas víctimas: bisexuales y personas gordas/con diversidad corporal. Las personas bisexuales son enunciadas como víctimas en todos los documentos, pero recién en el DMO19 surge un punto que hace referencia exclusiva a sus problemas. Por último, ninguno de los documentos presenta problemas que afecten sólo a lesbianas. Los documentos nombran a las identidades gays y lésbicas, pero no enuncian problemas que les afecten de forma exclusiva. Estas identidades son nombradas en premisas genéricas, por ejemplo: «¡Repudiamos y rechazamos este protocolo y el constante accionar represivo de las fuerzas de seguridad hacia lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex!» (DMO17, T1p4). Estas salvedades invitan a tensionar el aparente carácter inclusivo del MAC.

El protagonismo de las problemáticas trans en los documentos se justifica con aclaraciones como: «(…) las personas travestis y trans siguen siendo la población más vulnerada del colectivo LGBTIQ» (DMO17, T1p1). Exponer el sufrimiento desproporcionado que padece este grupo es una estrategia para garantizar credibilidad. Los marcos victimistas (ser más víctima que otras víctimas) son una estrategia efectiva para acceder a atención pública y recursos políticos utilizada por muchos movimientos contemporáneos (PECHENY, ZAIDAN y LUCACCINI, 2019). No obstante, definir un reclamo en términos victimistas pone en peligro la construcción de lazos con otras luchas. El argumento victimista propone que el movimiento merece recursos del Estado porque posee las víctimas que más sufren, minando la posibilidad de identificar la lucha propia con la de otros actores. En lugar de generar solidaridad, motiva competencia por atención mediática.

Los diversos problemas definidos pueden ser incluidos bajo un marco maestro.[12] Éstos funcionan como una estructura que, debido a su resonancia y capacidad de movilizar es estratégicamente retomada por diversos movimientos. Los DMO combinan un marco maestrode injusticia (GAMSON, 1992b) con un marco maestro de Derechos Humanos: argumentan que el sufrimiento de las víctimas es producto de una injusticia que desequilibra la balanza de la libertad y la igualdad y esto se soluciona garantizando derechos. Coincidiendo, PECHENY, ZAIDAN Y LUCACCINI (2019) observan que el activismo sexual combina elementos victimistas con el lenguaje de derechos humanos. Más adelante veremos que configurar el diagnóstico en formato derechos humanos limita el horizonte de solución para la diversidad sexual (PECHENY, ZAIDAN Y LUCACCINI, 2019).

Los marcos de injusticia suelen estar acompañados por marcos adversativos, que canalizan las emociones negativas identificando responsables. GUSFIELD (2014) piensa la responsabilidad de los problemas públicos en doble sentido: responsabilidad causal refiere a la explicación sobre la existencia del problema. Responde a: ¿Por qué sucede esto? La responsabilidad política identifica actores o agencias encargados de erradicar o aliviar el problema. Responde a: ¿Quién debe hacerse cargo? En este MAC las responsabilidades políticas se vinculan con la prognosis y las causales refieren al diagnóstico y pueden clasificarse en tres escalas.

Primero, se le atribuye agencia a fuerzas abstractas (MECCIA, 2012) que a nivel macro enmarcan las causas de los problemas diagnosticados. Figuras como hetero-patriarcado, cis-norma, estereotipos y roles de género, fascismo, neoliberalismo, el Estado -pensado como entidad que históricamente marginó a la diversidad sexual- son abstracciones portadoras de culpa. Por ejemplo: «(…) quieren amoldarnos a una hetero-cis-normalidad a la que no queremos pertenecer» (T3p9.2); «Pero no nos quedamos ni nos quedaremos sentades esperando la llegada del fascismo (…)» (T3p6)

Aunque, la responsabilidad no recae exclusivamente en fuerzas abstractas, esto comprometería la resonancia del MAC: «El concepto de resonancia refiere a la eficacia o potencial movilizador de los marcos de acción colectiva. Responde a la pregunta ¿por qué algunos marcos parecen ser efectivos o ‘resonantes’ y otros no?» (SNOW y BENFORD, 2000: 619). Resultaría poco estratégico responsabilizar a un enemigo poco palpable. El movimiento fortalece la resonancia del MAC con responsables concretos (instituciones, personas). La segunda escala de responsables funciona en un nivel medio de abstracción, refiere a instituciones, por ejemplo: el sistema educativo, de salud, justicia, la familia, la iglesia, la gestión de turno. En tercer lugar, los documentos nombran a personas o grupos como responsables causales concretos:

«El ajuste, la violencia y la discriminación tienen responsables. Y como sabemos la importancia de visibilizar, porque lo que no se nombra no existe, hoy visibilizamos a lxs mayores responsables: Macri, el FMI y los gobernadores cómplices de este ajuste imperialista. La disidencia no está aislada y por eso hoy más que nunca rechazamos el G20, tablero de una guerra comercial cuyas víctimas somos nosotres, el pueblo. Nos posicionamos contra Trump, Bolsonaro y todos los políticos enemigos de nuestros derechos.» (DMO18, T2p9)

IV.2. PROGNOSIS EN EL MARCO DE LA MESA DEL ORGULLO

La prognosis de este MAC se configura en función de las capacidades de los responsables políticos. Para la mayoría de los problemas el movimiento identifica que el Estado es responsable. Esto constituye la segunda pata del marco adversativo bípedo del movimiento. Así, la prognosis implica políticas públicas que el Estado debería ejecutar. Por ejemplo, la injusticia se aliviaría si se aplicara la Ley Micaela, sancionara una nueva Ley de VIH/ITS y Hepatitis, cumpliera con la ESI o con las ordenanzas de cupo laboral trans. Anclándose en el lenguajede derechos humanos, estas políticas permitirían garantizar un tipo particular de derechos: los sexuales.

Sin embargo, decíamos que el lenguaje de derechos humanos limita el horizonte de solución. Definidas así, las problemáticas LGBT+ quedan a merced de instituciones liberales (PECHENY, ZAIDAN Y LUCACCINI, 2019), cuya racionalidad burocrática es rígida e instrumental, mientras que la sexualidad es un fenómeno dinámico y fluido. En consecuencia, las políticas resultantes del reclamo pueden acabar revictimizando a los perjudicados, normativizando la sexualidad. Por ejemplo, los reclamos por la Ley de Educación Sexual Integral pueden fortalecer las políticas educativas. Sin embargo, en las escuelas medias las intervenciones sobre el cuerpo suelen referir exclusivamente a su cuidado y preservación (TORRES, 2012), por ejemplo prevenir embarazos o infecciones de transmisión sexual. De este modo, actúa una suerte de daltonismo corporal, invisibilizando la diversidad (negando que puedan efectivamente existir embarazos adolescentes o personas que viven con VIH en el aula) y negando a su vez deseos y placeres, que la escuela suele definir como ilegítimos. La implementación de la ESI podría no empoderar a los estudiantes como sujetos de derechos, sino reproducir estereotipos higienistas/profilácticos sobre el sexo.

Otro efecto negativo de configurar el MAC en lenguaje de derechos es que individualiza soluciones, debilitando los mecanismos de organización colectiva (PECHENY, ZAIDAN Y LUCACCINI, 2019). El marco de derechos visibiliza sufrimientos, pero las soluciones reclaman la injerencia de instituciones como la justicia, que lejos de ofrecer soluciones colectivas que impacten sobre las condiciones estructurales que generan los problemas denunciados, individualizan los conflictos. Por ejemplo, los reclamos por políticas de Cupo Laboral Trans argumentan que la población trans ha sido históricamente excluida del mundo laboral. No obstante, el cupo propone emplear a una cantidad reducida de personas trans en agencias estatales. El cupo no posee impacto estructural, soluciona la situación de pocas personas, que compiten entre sí por un trabajo.

V. CONCLUSIONES

La diversidad sexual recientemente se constituyó como un sujeto político en Santa Fe. Las organizaciones que vehiculizan las problemáticas de la población LGBT+ se nuclean bajo la Mesa del Orgullo, desde la cual se movilizan los diversos recursos necesarios para diferentes acciones. La Marcha del Orgullo es la actividad protagonista, elemento tradicional del repertorio de acción del activismo sexual a nivel internacional.

Este artículo analizó cómo el movimiento LGBT+ santafecino construye un marco cognitivo que guía su acción y puede resumirse en una idea «la lucha aún no acabó», compuesta por dos premisas: (1) se han sancionado numerosas leyes referidas a la protección de Derechos Sexuales, (2) sin embargo, esto no ha tenido efectos considerables sobre la vida de las personas LGBT+. El MAC privilegia dos estrategias discursivas que se corresponden con las dos premisas nombradas: legalismo y emotividad. En simultáneo, presenta dos definiciones de víctima que también se corresponden con estas dos premisas centrales: por un lado, se describe a las personas LGBT+ como empoderadas y asociadas a los triunfos legislativos; por otro, se describe a las personas LGBT+ utilizando elementos victimistas y ahondando en descripciones sobre su sufrimiento y marginalidad.

El marco dialoga con otros tipos de víctimas. Se mostró que si bien el movimiento feminista construye un puente con el movimiento LGBT+ no sucede a la inversa. Más bien el movimiento hace frame bridging con otros actores, por ejemplo los casos de Milagros Sala y Santiago Maldonado. Además, el MAC experimenta transformaciones estratégicas, como por ejemplo la extensión del marco que le permite incorporar nuevos colectivos no movilizados en la región, es el caso de las personas gordas; proponiendo redefiniciones y motivando la aparición de un nuevo problema público.

El MAC en principio es elástico y abierto ya que se propone abarcar la diversidad de problemáticas que le exige la heterogeneidad identitaria LGBT+. No obstante, se detecta protagonismo de las problemáticas trans, justificado con elementos victimistas y con uno de los únicos datos estadísticos existentes sobre esta población: su expectativa de vida que no supera los 40 años. Las demandas trans se inscriben como representantes de la cadena de equivalencias del MAC. VALOCCHI (1999) observó que un desafío del movimiento de gays y lesbianas estadounidense, durante los 90' refería a: «(…) si es posible construir una identidad colectiva lo suficientemente fluida como para incorporar a otros grupos, pero lo suficientemente limitada como para defender una política concreta» (VALOCCHI, 1999:70, traducción propia). La heterogeneidad identitaria puede garantizar masividad y capacidad de presión, pero cabe reconocer que, a causa de esto, pierden especificidad las demandas del resto de las identidades que el MAC pretende defender, idea que podría resumirse en un dicho popular «quién mucho abarca, poco aprieta». También nos preguntamos si el hincapié depositado en la estrategia victimista colabora o no a la construcción de relatos que, lejos de empoderar, revictimizan a la diversidad sexual.

Los problemas diagnosticados están estructurados como un marco maestro de injusticia y derechos humanos. En relación al elemento injusticia, se identifican tres escalas de responsables causales que corresponden a diferentes niveles de abstracción: primero fuerzas como el hetero-patriarcado o el neoliberalismo; segundo instituciones como la escuela o la familia; tercero personas concretas como el ex presidente Mauricio Macri, para dotar al MAC de credibilidad. En coincidencia con la estructura del marco maestrode derechos, la prognosis del movimiento afirma que la solución a los problemas diagnosticados radica en diferentes tipos de políticas públicas que mejorarían la situación.

Al desarrollar un análisis de marcos cognitivos corremos el riesgo de dar cuenta de un modelo cultural mediante un estudio ad hoc. Es probable que este artículo peque de dicho mal. No obstante, explora la dimensión cognitiva de un movimiento escasamente estudiado en la región, cuyos militantes intentan abrirse camino entre una maraña de actores políticos y coyunturas complejas, características del capitalismo contemporáneo. En este sentido, este artículo espera haber realizado un aporte para seguir (re)pensando al movimiento LGBT+ hoy.

Para finalizar, y como información complementaria, remitimos al anexo 1 en el cual se presentan tres tablas en las que se resumen diagnosis y prognosis de cada documento.

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DOCUMENTO DE LA MARCHA DEL ORGULLO DE SANTA FE AÑO 2017 (3/12/2017)

DOCUMENTO DE LA MARCHA DEL ORGULLO DE SANTA FE AÑO 2018 (1/12/2018)

DOCUMENTO DE LA MARCHA DEL ORGULLO DE SANTA FE AÑO 2019 (17/11/2019)

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ANEXO 1 – SISTEMATIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN

TABLA 1.

TABLA 2.

TABLA 3.

Notas

[1] Según estos autores el 66% de la población mundial vive en las denominadas ciudades intermedias. Estas además de presentar condiciones cuantitativas medias (superficie/población), en las últimas décadas se han transformado en el nexo entre distintas escalas territoriales, facilitando procesos y transformaciones y siendo centro de diversas problemáticas emergentes.
[2] LGBT+: refiere a la diversidad sexual: Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (la letra T hace cuádruple referencia a identidades Trans, Travestis, Transexuales y Transgénero); por su parte el signo «+» indica que las identidades englobadas por esta sigla son diversas, numerosas y cambiantes, de modo que no se resumen en las cuatro primeras. Por ejemplo: identidades Queer, No binaries, Intersex, entre otras.
[3] El análisis se enmarca en el proyecto de investigación «Activistas y activismos en Santa Fe. Problemas públicos y subjetividades contemporáneas», dirigido por el Dr. Ernesto Meccia.
[4] Se pueden consultar las tablas en el anexo, a continuación de las referencias bibliográficas.
[7] Documentado en: SBODIO, 2018.
[9] Más información: http://memoriassexodisidentes.com.ar/
[10] CIStema: concepto que refiere a la naturaleza de la opresión:el sistema cisgénero.
11] Cadena de equivalencia: articulación entre un conjunto de demandas que permite el surgimiento de grupos (LACLAU, 2005).
[12] En el libro Los Movimientos Sociales (DELLA PORTA y DIANI, 2015), se traduce el concepto master frame como marco rector o dominante. En la bibliografía también es habitual encontrar las expresiones marco general, central y primario. En este caso propongo traducirlo como «marco maestro». Una lectura detenida de bibliografía teórica y evidencia empírica (SNOW y BENFORD, 1992, 2000, VALOCCHI, 1999) permite afirmar que el master frame no domina ni rige otros marcos. Más bien proporciona una estructura o libreto que, debido a su resonancia cultural, resulta útil o estratégico para numerosos movimientos, correspondientes a un período y espacio determinados. Pero, estos movimientos pueden reproducir, adaptar e incluso modificarlo, al aportar nuevos elementos que no estaban incluídos en el marco maestro inicial. Una llave maestra abre varias puertas de un mismo tipo, cuyas cerraduras son diferentes. En coincidencia, un marco maestro es una suerte de llave interpretativa que utilizan movimientos disímiles para presentarse públicamente, y cuyos objetivos pueden incluso ser opuestos.

Notas de autor

matias.sb@live.com.ar

Información adicional

Para citar este artículo: SBODIO, MATÍAS «Víctimas y victimarios: un juego estratégico. Marco de acción colectiva de la diversidad sexual en Santa Fe», en: ESTUDIOS SOCIALES, revista universitaria semestral, año XXXII, n° 64, Santa Fe, Argentina, Universidad Nacional del Litoral, enero-junio, 2023.

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