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CONFIGURACIONES POLÍTICAS EN LAS ELECCIONES SUBNACIONALES DE GENERAL PUEYRREDON EN 20151
POLITICAL CONFIGURATIONS IN THE SUBNATIONAL ELECTIONS OF GENERAL PUEYRREDON IN 2015
Estudios Sociales. Revista Universitaria Semestral
Universidad Nacional del Litoral, Argentina
ISSN: 0327-4934
ISSN-e: 2250-6950
Periodicidad: Semestral
vol. 60, núm. 1, 2021
Recepción: 15 Mayo 2020
Aprobación: 27 Julio 2020
Resumen: Este artículo analiza el proceso electoral de 2015 con foco en la ciudad de Mar del Plata, partiendo de un enfoque centrado en los actores políticos y las configuraciones políticas comunales. El análisis se realizó desde una perspectiva subnacional, en relación con los acuerdos y contingencias que tuvieron lugar en las arenas provincial y nacional, lo que permite observar el impacto que éstas tuvieron en los armados locales y viceversa. Por último, en clave microanalítica, se indaga la distribución del voto por circuito electoral focalizando en los arrastres y corte de boleta de las elecciones generales de octubre 2015.
Palabras clave: Elecciones , Política Subnacional , Alianzas , Vecinalismo , Corte y arrastre de boletas.
Abstract: This article analyze the 2015 electoral process with a focus on the city of Mar del Plata, starting from an approach centred on political actors and communal political configurations. The analysis was carried out from a subnational perspective, in relation to the agreements and contingencies that took place in the provincial and national arenas, which allows observing the impact that these had on the local assemblies and vice versa. Finally, in a micro analysis, the distribution of the vote by electoral circuit is investigated, focusing on the drags and ballot cut–off for the October 2015 general election.
Keywords: Elections , Subnational Politics , Alliances , Neighborhoodism , Electoral ballot cut and drag.
I. INTRODUCCIÓN
En los últimos años han crecido con fuerza en el campo de las ciencias sociales los estudios que focalizan su interés en las dinámicas políticas subnacionales (Leiras, 2008; Lodola, 2009; Giraudy, 2011; Gervasoni, 2011; Ferrari, 2012; Ortiz de Rosas, 2016; Mauro, Ortiz de Rosas y Vaca Narvaja 2016;Lenarduzzi y Mauro, 2017; Ortiz de Rosas y Rodrigo, 2017). Si bien las investigaciones sobre fenómenos políticos provinciales y locales pueden rastrearse en los estudios históricos desde, al menos, finales del siglo diecinueve (Ferrari, 2016), en la sociología y la ciencia política a partir de la década de 1990 comienza a consolidarse un campo de estudios que centra su atención en fenómenos de nivel subnacional, nutrido desde diversas perspectivas.
Dentro de ese conjunto, la escala municipal fue, comparativamente, menos desarrollada que la provincial. Sin embargo, su abordaje resulta indispensable para comprender las lógicas comunales de construcción política, que suelen diferir de la nacional y la provincial pero nunca son independientes de ellas. Para aportar en esa dirección, este artículo indaga la conformación del escenario electoral del Municipio de General Pueyrredon (MGP) en una coyuntura de cambio, la de 2015, en vista de una interpretación multinivel de la política (Suarez Cao, Tagina y Ratto, 2009; Escolar, 2011; Došek y Freidenberg, 2013; Suarez Cao y Pegoraro, 2014; Freidenberg y Suarez Cao, 2014; Clerici, Cruz y Goyburu, 2016). De acuerdo con este enfoque, cada nivel de competencia electoral expresa una escena política que reviste cierta autonomía de las demás, pero que en última instancia guarda una relación de interdependencia —directa o cruzada— entre los distintos niveles, dando por resultado una compleja trama que no explica por completo los resultados electorales de un determinado comicio pero contribuye notablemente a la comprensión de las configuraciones políticas y las estrategias electorales.
Las elecciones de 2015 comprenden una serie de hechos que permite identificarlas como un momento bisagra que implica el cierre y la apertura de procesos políticos en nuestro país (Mocca, 2017). Podemos considerarlas como un fin de ciclo, en el que un gobierno enmarcado en un contexto de proyectos nacionales y populares en la región, llega a su fin al perder en elecciones frente a una opción política de carácter neoliberal, que representa un esquema de valores y un modo de comprender el Estado y la sociedad diferentes al que gobernó en el período 2003–2015. En el orden nacional, los candidatos presidenciales Daniel Scioli y Mauricio Macri encabezaron las fórmulas de dos coaliciones políticas y sociales que, grosso modo, emergieron en 2002 con propuestas antagónicas sobre la dirección política y económica que debía seguir el país.
En 2015, en el MGP este antagonismo entre propuestas de proyectos se reflejó de modo similar. La experiencia de una intendencia vecinal aliada al gobierno nacional y provincial kirchnerista llegó a su fin con el triunfo de la alianza Cambiemos. Sin embargo, esta última en el municipio también se encarna en una expresión vecinal y localista. En efecto, ambas alianzas electorales presentaban un elemento en común: el candidato a intendente provenía de un partido comunal. Esto no es extraño en un municipio donde el vecinalismo históricamente atravesó la política local, para constituirse en un elemento ineludible de las configuraciones y estrategias de las dirigencias marplatenses en distintos momentos (Da Orden, 1991; Quiroga, 2004; Ferreyra, 2012).
Para analizar el proceso electoral de 2015 en Mar del Plata adoptamos un enfoque centrado en los actores políticos y las configuraciones políticas comunales. Partimos de considerar la política a nivel local como una arena con dinámicas propias y con lógicas de articulación analíticamente diferenciables de las de nivel nacional y provincial, aunque esté imbricada con ellas. Desde esta perspectiva intentamos contribuir a nutrir las interpretaciones que echan luz sobre los factores que inciden en la formación de configuraciones y alianzas en los espacios subnacionales, durante los procesos preelectorales. En concreto, pretendemos analizar la elección de 2015 como una escena (Mauro, 2012) que presenta características posibles de ser evaluadas a la luz de las trayectorias de los actores involucrados y del lugar que ocupan dentro de la tradición política local. En palabras de Lenarduzzi y Mauro:
«Dichas escenas configuran un espacio y un tiempo específico que vuelve inteligibles los alineamientos y los conflictos interpartidarios, al mismo tiempo que distribuyen posiciones entre los actores intervinientes. Las escenas son relativamente autónomas en cada distrito, e incluso se diferencian de las coyunturas electorales previas en un mismo distrito, por lo cual es necesario abordar sus especificidades y preguntarse por la compleja trama que vincula las distintas configuraciones coyunturales» (Lenarduzzi y Mauro, 2017:10).
Más allá de analizar las especificidades locales, proponemos un enfoque desde una perspectiva multinivel, que ponga en relación el anidamiento (Tsebelis, 1990) del escenario subnacional marplatense con los clivajes políticos nacionales, destacando las tramas que vinculan las configuraciones coyunturales de cada nivel. Porque, tal como afirman Suárez Cao, Tagina y Ratto (2009:3), consideramos que «Las elecciones subnacionales pueden ser entendidas como una contienda electoral anudada en el contexto de otras contiendas a diferentes niveles de gobierno, o como una arena específica regida por sus propias leyes electorales». La intención de la propuesta analítica elegida responde tanto a la necesidad de contribuir a la producción de conocimiento sobre los procesos electorales en la ciudad de Mar del Plata, como a la de construir interpretaciones extracéntricas de estos procesos. «La política en los espacios subnacionales nunca es un mero reflejo. Por el contrario, […] son terrenos de producción de lo político, espacios donde se construyen experiencias, estilos políticos, se aplican determinadas prácticas, siempre con cierta dosis de incertidumbre en cuanto a los resultados a obtener» (Ferrari, 2016:75).
A partir de ese conjunto de consideraciones, son numerosos los interrogantes referidos a la apreciación de los fenómenos locales que orientan este trabajo. ¿Cuánto de la política doméstica es la consecuencia de lo que sucede en niveles superiores de gobierno y cuánto responde a dinámicas que le son propias? ¿Cómo impacta el desempeño electoral de los niveles superiores de gobierno sobre la distribución de votos por partido o coalición en la esfera municipal? ¿De qué manera la articulación de alianzas potencia a una fuerza vecinal para alcanzar resultados favorables?
En busca de respuestas, analizaremos y reconstruiremos las tramas que dan forma a las configuraciones de la escena política local. En paralelo, abordaremos los acuerdos y contingencias que tuvieron lugar en las configuraciones de los niveles provincial y nacional intentando rastrear el impacto que estas tuvieron en los armados locales. Por último, indagaremos la distribución del voto por circuito electoral focalizando en los arrastres y corte de boleta en las elecciones generales de octubre 2015.
II. PARTIDOS VECINALES EN LA TRADICIÓN POLÍTICA DE LA CIUDAD
Las experiencias de organización vecinalista en MGP pueden localizarse desde comienzos del siglo XX. Se han indagado casos que dan cuenta de la organización vecinal para la creación de nuevos barrios, de organizaciones que promueven la participación en la actividad política de la incipiente comuna, hasta llegar a prácticas de organización partidaria con miras a gobernar la ciudad (Da Orden, Jofré y Pastoriza 1991). De allí que es posible considerar en el distrito una tradición política de carácter vecinal, presente a lo largo de toda su historia y que se constituye, en muchos casos, en el actor protagónico de la arena local. Esa tradición encuentra su máxima expresión formal en las asociaciones de fomento barriales y en las agrupaciones políticas comunales (Quiroga, 2004).
A partir de la recuperación democrática de 1983 podemos reconocer una tendencia creciente y progresiva de participación electoral de partidos políticos vecinalistas. Esta tendencia presenta altibajos en términos de participación y de eficacia electoral[2]. Entre 1983 y 1999 cada vez se presentan más opciones locales a elecciones, a través de partidos políticos vecinales o integrando frentes y/o coaliciones electorales con partidos nacionales. Pero durante este período de casi veinte años la eficacia electoral es muy baja, aunque creciente (Tabla Nº1). Entre 2001 y 2009 identificamos un segundo período que destaca por el aumento de participación y mejor desempeño electoral del vecinalismo, que permite considerar este momento como su período de auge en la ciudad. Su eficacia electoral mejora al punto de que una agrupación vecinal gana elecciones y consagra en 2007 un intendente. A partir de las elecciones de 2011 y hasta la actualidad es posible reconocer un tercer período en el cual los partidos vecinalistas disminuyen su participación y su eficacia electoral, cuestión que solo puede ser subsanada, en algunos casos, a través de la formación de coaliciones con partidos políticos nacionales.
En el caso puntual de las elecciones ejecutivas de 2015, los partidos vecinalistas son un actor relevante. Los dos principales partidos vecinalistas de la ciudad son Acción Marplatense (AM) y Agrupación Atlántica (AA). AM surgió en 1997, nucleando a dirigentes y vecinos procedentes de diversos sectores. Desde su fundación hasta la actualidad se presentó a todos los comicios concertados en la ciudad y consagró intendente a Gustavo Pulti en 2007 y en 2011[3]. AA fue fundada en 2013 y se presentó en las elecciones de 2013 y 2015. La trayectoria de este partido comparada con AM es muy corta, sin embargo, contrasta con la trayectoria de su principal dirigente, Carlos Arroyo[4]. En 2015 éstos se insertan en coaliciones impulsadas por partidos nacionales, replicando en la ciudad de Mar del Plata la misma competencia que tuvo lugar en provincia y en nación. Esta estrategia marca una diferencia con respecto a las elecciones previas en las que la articulación vertical se expresaba en otras formas de apoyos: anexo de boleta, listas colectoras, candidaturas testimoniales. Si bien en el caso de AM en las ejecutivas de 2011 anexó su boleta vecinal al Frente para la Victoria (FPV), en 2015 integró el Frente Marplatense (FM), propuesta electoral del FPV para la ciudad. Algo semejante ocurrió con AA que, habiéndose presentado con su boleta vecinal en la elección en 2013, en 2015 lo hizo desde la Alianza Cambiemos. De este modo, en el último año considerado la oferta de carácter netamente local se difuminó en las configuraciones multinivel, disminuyendo sensiblemente el sesgo vecinal que tuvieron los candidatos Pulti, de AM, y Arroyo, de AA, en elecciones anteriores.
Tabla Nº 1. Participación electoral del vecinalismo en General Pueyrredón entre 1983 y 2015[5] | |||
Año | Total Listas Vecinales | % Participación* | Total Voto Vecinal** |
1983 | 1 | 7,14% | 0,58% |
1985 | - | - | - |
1987 | 1 | 6,66% | 5,12% |
1989 | - | - | - |
1991 | 1 | 6,25% | 4,54% |
1993 | 1 | 6,66% | 27,95%*** |
1995 | 3 | 17,64% | 12,78% |
1997 | 1 | 10% | 10,20% |
1999 | 2 | 16,66% | 15,37% |
2001 | 2 | 9,52% | 30,40% |
2003 | 4 | 23,52% | 66,97%*** |
2005 | 3 | 15% | 16,41% |
2007 | 1 | 5,88% | 33,95% |
2009 | 5 | 29,41% | 48,25%*** |
2011 | 2 | 14,28% | 40,97% |
2013 | 2 | 18,18% | 33,02% |
2015 | 3 | 25% | 82,18%*** |
III. BREVE RESEÑA DE LOS RESULTADOS ELECTORALES DE 2015
En 2015 concluyó un período de tres mandatos consecutivos liderados por el Frente para la Victoria, coalición que nucleaba un amplio espectro del peronismo e integraba diversos partidos y sectores políticos. Néstor Kirchner es electo presidente de la Nación en 2003 y fue sucedido por Cristina Fernández de Kirchner (CFK) que ganó las elecciones de 2007 y 2011. Ante los límites constitucionales para una segunda reelección de CFK, surgió la posibilidad de una interna dentro del FPV entre Florencio Randazzo, Ministro del Interior y Daniel Scioli, Gobernador de Buenos Aires. Pero dicha interna no llegó a consustanciarse y se presentó una única fórmula presidencial conformada por Daniel Scioli y Carlos Zannini, por entonces titular de la Secretaría Legal y Técnica de la administración nacional e histórico hombre de confianza del expresidente Kirchner.
Al analizar los sectores opositores, nos encontramos con dos grandes configuraciones de cara a las elecciones de 2015. Por un lado, un peronismo disidente, el Frente Renovador, encabezado por el ex intendente de Tigre, Sergio Massa, ganador de las elecciones a diputado nacional 2013 en PBA. A partir de esta victoria y de una estrategia de alianzas que intentaba nacionalizarse, Massa se constituyó hacia 2015 como un candidato presidenciable a través de la coalición Unidos por una Nueva Alternativa (UNA). Pero el massismo no logró sumar una cantidad considerable de apoyos, en particular del resto de los peronismos disidentes provinciales, y el mayor peso de su estructura quedó anclado a PBA. Poco a poco sufrió fugas de dirigentes que se plegaron a una nueva alianza política opositora, Cambiemos, cuya figura principal era el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri (Lenarduzzi y Mauro, 2017).
Cambiemos se constituyó como una alianza de carácter nacional cuyas principales fuerzas políticas fueron Propuesta Republicana (PRO), Unión Cívica Radical (UCR) y Coalición Cívica (CC). Esta coalición se consolidó luego de la convención partidaria del radicalismo celebrada en Gualeguaychú, donde los radicales optaron por aliarse con el PRO dejando de lado la posibilidad de hacerlo con Sergio Massa[6]. Cambiemos presentó tres candidatos presidenciales para las PASO, uno por cada una de las grandes estructuras que componían la alianza. Ernesto Sanz por la UCR, Elisa Carrió por la CC y Mauricio Macri por el PRO, quien obtiene más del 80% de los votos en la interna.
La oferta electoral para las generales de octubre a presidente (Tabla Nº 2) se completó con las coaliciones Progresistas, Frente de Izquierda de los Trabajadores y Compromiso Federal. Compitieron en las PASO y no lograron superar el umbral mínimo para participar de las elecciones presidenciales otras cinco listas. Finalmente, Mauricio Macri resultó electo presidente en segunda vuelta, venciendo a Daniel Scioli por el 51,34% de los sufragios frente al 48,66% respectivamente.
Tabla Nº 2. Comparativa PASO/Generales voto a Presidente 2015 total país | |||
Electores Hábiles | 32.067.641 | 32.130.853 | 32.108.509 |
Alianzas Electorales | Primarias | Generales | Segunda Vuelta |
ALIANZA FRENTE PARA LA VICTORIA | 38,67% | 37,08% | 48,66% |
ALIANZA CAMBIEMOS | 30,12% | 34,15% | 51,34% |
ALIANZA UNIDOS POR UNA NUEVA ALTERNATIVA | 20,57% | 21,39% | --------- |
ALIANZA PROGRESISTAS | 3,47% | 3,23% | --------- |
ALIANZA FRENTE IZQUIERDA Y TRABAJADORES | 3,25% | 2,51% | --------- |
ALIANZA COMPROMISO FEDERAL | 2,09% | 1,64% | --------- |
VOTOS POSITIVOS | 93,88% | 96,68% | 97,54% |
VOTOS EN BLANCO | 5,06% | 2,55% | 1,18% |
VOTOS NULOS | 1,06% | 0,77% | 1,28% |
TOTAL DE ELECTORES | 74,91% | 81,07% | 80,77% |
En la provincia de Buenos Aires, el FPV presentó dos listas para las Elecciones Primarias Abiertas Obligatorias y Simultaneas (EPAOS) de agosto, las que dieron por ganadora a la fórmula Aníbal Fernández – Martín Sabbatella, de composición mayormente kirchnerista frente a Julián Domínguez – Fernando Espinoza, opción surgida del PJ bonaerense (Lenarduzzi y Mauro, 2017). Por su parte, Cambiemos presentó fórmula única con el tándem María Eugenia Vidal – Daniel Marcelo Salvador evitando así el «fuego cruzado» que suponen las primarias en PBA (Clerici, 2015). Si bien los votos obtenidos por la fórmula de Cambiemos en las PASO la ubicaban por debajo del FPV (que, entre las dos listas sumaba el 40,4% de los votos totales emitidos), en las generales de octubre Vidal se consagró como gobernadora con el 39,42% del total de votos frente al 35,28% alcanzado por Fernández. En tercer lugar quedó alianza UNA con la fórmula Solá – Arroyo (Tabla Nº 3).
Tabla Nº 3. Comparativa PASO/Generales voto a Gobernador PBA 2015 | ||
Electores Hábiles | 12.431.014 | 12.429.146 |
Alianzas Electorales | Primarias | Generales |
ALIANZA FRENTE PARA LA VICTORIA | 40,40% | 35,28% |
ALIANZA CAMBIEMOS | 29,95% | 39,42% |
ALIANZA UNIDOS POR UNA NUEVA ALTERNATIVA | 19,66% | 19,26% |
ALIANZA PROGRESISTAS | 3,84% | 2,35% |
ALIANZA FRENTE IZQUIERDA Y TRABAJADORES | 3,44% | 3,69% |
VOTOS POSITIVOS | 88,59% | 91,54% |
VOTOS EN BLANCO | 10,75% | 7,92% |
VOTOS NULOS | 0,67% | 0,55% |
TOTAL DE ELECTORES | 74,25% | 80% |
1. Elecciones de 2015 en la ciudad de Mar del Plata
En las EPAOS celebradas el 9 de agosto de 2015 en la ciudad de Mar del Plata participaron 12 fuerzas políticas integradas por un total de 18 listas[7]. De la contienda formaron parte tres partidos políticos municipales, dos (AA y AM) lo hicieron dentro de coaliciones nacionales y uno (Mirada Amplia Regional) se presentó con boleta corta, es decir, sin estar anudado a ninguna boleta en los niveles provincial y nacional. Este último quedó fuera de competencia por no alcanzar el umbral mínimo de votos requeridos mientras los otros dos lograron superar las primarias y avanzar a octubre. En las elecciones de octubre se consagró ganadora la alianza Cambiemos con el 43,67%, seguida por el Frente Marplatense con el 34,26% (Tabla Nº 4).
Tabla Nº 4. Comparativa voto en General Pueyrredón a los tres niveles de gobierno ejecutivo en elecciones generales 2015 | ||||||
MGP | PBA | PAIS | ||||
Electores Hábiles | 556.662 | 556.662 | 540.795 | |||
Alianzas Electorales | VOTOS | % | VOTOS | % | VOTOS | % |
ALIANZA CAMBIEMOS BUENOS AIRES | 183.686 | 43,67% | 196.371 | 46,69% | 161634 | 38,73% |
AZA. FTE. P/ LA VICTORIA – AZA. FTE. MARPLATENSE | 144.108 | 34,26% | 115.695 | 27,51% | 131172 | 31,43% |
AZA.UNIDOS POR UNA NVA. ALTERNATIVA | 37.026 | 8,80% | 53.632 | 12,75% | 81816 | 19,60% |
AZA.FTE.DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJ. | 12.325 | 2,93% | 12.532 | 2,98% | 13343 | 3,20% |
ALIANZA PROGRESISTAS | 13.662 | 3,25% | 9.232 | 2,19% | 13161 | 3,15% |
ALIANZA COMPROMISO FEDERAL | ------------ | ------------ | ------------ | ------------ | 3877 | 0,93% |
VOTOS POSITIVOS | 390.807 | 92,91% | 387.462 | 92,12% | 405003 | 97,04% |
VOTOS EN BLANCO | 25.592 | 6,08% | 29.283 | 6,96% | 8113 | 1,94% |
VOTOS NULOS | 4.212 | 1,00% | 3.866 | 0,92% | 4035 | 0,97% |
TOTAL | 420.611 | 75,55% | 420.611 | 75,56% | 417369 | 77,18% |
Fuente: Construcción propia en base a datos estadísticos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires y Cámara Nacional Electoral |
El candidato Pulti, del Frente Marplatense, surgió como expresión de unidad del FPV y de AM en el orden local. El vecinalista encabezó la boleta única de esta alianza en busca de su tercer mandato como jefe comunal. La expresión política de este frente quedó repartida entre la imagen del FPV nacional con el candidato presidencial, Scioli, y la impronta vecinal encarnada en la figura de Pulti. La importancia de representar una identidad localista se hace explícita en la denominación de esta alianza. El FM se presentó, entonces, como una alianza que complementaba ambas expresiones, la local y la nacional, y, principalmente, como continuidad. ¿En qué sentido? La ausencia de una interna a nivel local dentro de este frente consolidó tanto la alianza multinivel como la expresión de continuidad, puesto que los intentos de ir a una PASO dentro del FM representaban una alternancia y un corrimiento del vecinalismo clásico encabezado por Pulti.
En la Alianza Cambiemos, la presentación del candidato Carlos Arroyo en las elecciones generales de octubre se dio en forma muy distinta. La propuesta de esta coalición diluye la impronta del vecinalismo al confrontar en la interna un partido vecinal con uno nacional. La interna local enfrentaba a Vilma Baragiola dirigente histórica del radicalismo local, ex Diputada Nacional y candidata a intendenta en 2011 por la UCR y a Carlos Arroyo por AA dando por ganador al segundo. A nivel nacional y provincial el eje de Cambiemos estaba puesto en la noción del cambio, y fue el espíritu que sostuvo la candidata radical. La propuesta de Arroyo para las primarias, si bien estaba focalizada en el cambio, no perdía de vista la influencia que tiene el carácter vecinalista en la ciudad. Las propuestas de este último se centraban en cuestiones de seguridad y corrupción en el gobierno local, dirigidas mayormente a los sectores medios, aprovechando el desgaste tras dos gestiones de gobierno del Intendente Pulti que se profundizaban por las denuncias de malversación del Fondo Federal Educativo[8]. Si bien uno de los principales ejes discursivos de campaña de Cambiemos era la lucha contra la corrupción, a diferencia de Arroyo, Baragiola no pudo aprovechar del mismo modo esta estrategia, puesto que la misma había sido expuesta ante una denuncia por corrupción en el año 2014, a partir de un video en que aparece cambiando favores políticos por aportes para la campaña[9]. Podemos inferir que este hecho también impacto en los resultados de la PASO de Cambiemos en 2015.
IV. ARTICULACIONES QUE DEFINEN LA «ESCENA POLÍTICA» LOCAL EN 2015
Al pasar revista por la experiencia del Frente Marplatense, observamos que las articulaciones con los niveles superiores podemos considerarlas un movimiento orgánico a las estrategias de relaciones directas con los municipios establecidas por la Casa Rosada desde la presidencia de Kirchner (Lenarduzzi y Mauro, 2017). MGP representa un tipo ideal de esta clase de relaciones, entre el ejecutivo nacional y los ejecutivos municipales. Los apoyos otorgados por la administración nacional y la gobernación a las intendencias de Pulti, generaron un entramado de vínculos que desencadenaron una progresiva alianza entre el partido local y el FPV nacional, que va desde un apoyo simbólico al candidato a edil en 2007, a su candidatura testimonial como Senador Provincial del FPV en 2009, al anudamiento de la boleta de AM en 2011 y 2013, para arribar finalmente a una alianza electoral entre ambas fuerzas en la ciudad en 2015, conformando una identidad conjunta[10]. El origen específico de esta coalición puede rastrearse en «El Acuerdo por Mar del Plata» que establecieron Pulti y Scioli a comienzos de 2015. El acuerdo impulsaba la construcción de un plan centrado en la producción y el trabajo, la salud pública y la seguridad, puntos que constituyeron los ejes de campaña de Pulti. La configuración del FM en clave de alianza multinivel (Clerici, 2015), no puede ser comprendida sin evaluar las articulaciones que se desarrollaron dentro del FPV y las disputas por la hegemonía del espacio en el distrito.
Ahora bien, las disputas previas a los alineamientos definitivos y la definición de las candidaturas impactaron de manera diferente en el justicialismo local y en la agrupación vecinal. A comienzos de 2015 el FPV de la ciudad tenía como principal referente político a Carlos Cheppi, quien fuera candidato a intendente en 2011 y promotor de la lista de concejales de 2013. Aliado del presidente del PJ local, Pablo Vacante, acumulaba los apoyos suficientes tanto del peronismo ligado al partido como de las organizaciones kirchneristas nucleadas en el FPV. Ante las primeras tratativas para construir un acuerdo con el pultismo, el arco de alianzas del conjunto del kirchnerismo y parte del peronismo que acompañaban a Cheppi, comenzó a quebrarse. Esta situación se profundizó aún más ante la posible interna por la candidatura presidencial dentro del FPV entre Scioli y Randazzo, hecho que diseminó armados políticos diversos en torno a cada una de esas tentativas. Pero el momento de máxima tensión se dio cuando Cheppi declinó su postulación en la interna del FM. No presentar candidatos de extracción peronista o kirchnerista suscitó desacuerdos, principalmente con jóvenes dirigentes que representaban una identidad constituida en torno al FPV. Es el caso de Fernanda Raverta, por entonces Diputada Provincial y máxima referente de La Cámpora en la ciudad[11]. Por otro lado, Daniel Rodríguez, concejal y dirigente histórico del justicialismo local de origen sindical, comenzó a construir un armado en torno a la precandidatura de Randazzo, presentándola como una opción para las Primarias contra Pulti, quien desde un principio contaba con el apoyo del otro precandidato presidencial, Scioli[12]. Empero, la presentación de éste como único candidato a presidente, minó los armados en torno a la figura de Randazzo, reduciendo las opciones y obligando a diversos dirigentes a acompañar al FM, como sucedió con Rodríguez y Raverta (Ferreyra, 2015); o bien a jugar por fuera, como el caso de Fernando Alí, ex director del PAMI y candidato a Diputado Nacional en 2013, que reclamando sin éxito una interna se postuló con su propio sello político (municipal) Mirada Amplia Regional. Una suerte similar corrió el dirigente Nicolás Pedernera, precandidato que se presentó dentro del FM con la intención de disputar la interna contra Pulti, pero la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires declaró la nulidad de su precandidatura por falta de avales[13].
La interna provincial del FPV que oponía las fórmulas Aníbal Fernández – Martín Sabatella versus Julián Domínguez – Fernando Espinoza también impactó en la configuración del FM. El candidato único de AM definió su apoyo por la candidatura a gobernador de Domínguez. De esta forma, Pulti consolidó un apoyo que le permitió ampliar su base de alianzas locales, ya que dicho apoyo impulsó el acompañamiento al FM de los gremios de la Mesa Sindical «Julián 2015» integrada por más de cuarenta y cinco organizaciones sindicales[14]. El alineamiento con Domínguez también por parte de Cheppi, a través de Julio De Vido, Ministro de Planificación, permitió consolidar aún más los lineamientos con el mencionado precandidato provincial[15]. De modo que la fuerte disputa que se produjo en la interna por la gobernación (Clerici, 2016), en Mar del Plata no se expresó tan explícitamente puesto que el gran arco de alianzas que supuso FM se alineó bajo Domínguez. Así, el impacto de las precandidaturas provinciales no implicó la dispersión que generaron las nacionales hasta la definición de una fórmula única a presidente.
El partido vecinal AM no presentó tensiones hacia adentro por la conformación del FM como sucedía en el kirchnerismo o en el PJ. Esto no implica afirmar que AM no hubiera asumido compromisos con los niveles superiores, particularmente con la provincia y con el gobernador, compromisos que quedan claros en el prematuro acuerdo entre Pulti y Scioli, incluso antes de la conformación del FM. Para los dirigentes del partido local los acuerdos con el FPV constituyeron un camino natural en la construcción de una propuesta con el objetivo de mantener el ejecutivo comunal[16].
A diferencia del FM, la construcción de una coalición que preservara las identidades, particularmente la del vecinalismo, no era una estrategia central de la Alianza Cambiemos en la ciudad. Si bien en la interna de este frente resultó victorioso un vecinalista, Carlos Arroyo, las articulaciones tanto en sentido vertical como horizontal pusieron de manifiesto tensiones importantes. La campaña local quedó dividida, al menos durante las Primarias, entre dos contrincantes que no representaban justamente la imagen general de la alianza Cambiemos a nivel nacional y provincial. Entendemos que este desarrollo no se perfiló por la construcción intencionada de los actores que intervinieron, sino por la complejidad de la configuración de esta coalición, que encontró su razón de ser en una coyuntura electoral específica, producto de un acuerdo de fuerzas nacionales, y no en una serie de alianzas y articulaciones construidas a lo largo de casi una década como es el caso del FM.
La alianza Cambiemos a nivel local estaba compuesta por una coalición entre el PRO (de poca inserción en el distrito), la CC (que ya poseía concejales a nivel local), la UCR (fuerza que podemos considerar la de mayor peso en la ciudad), y por último la agrupación política local AA, con un candidato de elevado nivel de conocimiento e imagen en las encuestas[17]. En las elecciones primarias de agosto, Cambiemos presentó dos listas, Carlos Arroyo de AA y Vilma Baragiola de la UCR. En el camino declinaron su postulación dos actores relevantes de la coalición. Por un lado, Emiliano Giri, referente del PRO local y uno de los principales artífices de la participación de Arroyo en Cambiemos, decide no ser precandidato en un claro apoyo al vecinalista. Declina también su precandidatura el radical Gustavo Serebrinsky, permitiendo así que por la UCR se presente un solo precandidato (Ferreyra, 2015). La declinación de estos dirigentes puede leerse también a partir de la baja competitividad electoral que han tenido en elecciones anteriores.
Las articulaciones multinivel que se establecieron en Cambiemos estaban segmentadas por las que cada uno de los partidos que la componen realizaron dentro de sus espacios. A diferencia de AM, AA carecía de vínculos con estructuras partidarias supralocales, lo que llevó a sus dirigentes a buscar apoyos nacionales y provinciales. A la vez, las conducciones nacionales de Cambiemos buscaban construir candidatos propios para la interna en la ciudad. Para el caso de la UCR esto estaba mucho más claro, puesto que contaba con dirigentes reconocidos. Pero PRO carecía de referentes locales fuertes que pudieran posicionarse competitivamente, tanto en las Primarias como en las Generales. En este gap, entre el déficit de candidatos locales del PRO y la ausencia de terminales hacia arriba de AA, se desarrolló la articulación específica entre el partido vecinal de Arroyo y la estructura de Cambiemos, y más específicamente del PRO.
Los candidatos presidenciables que competían en la PASO nacional de Cambiemos apoyaban a los dos precandidatos de la ciudad de Mar del Plata, pero Baragiola, de la Unión Cívica Radical, era la candidata local del presidente nacional de ese partido, Ernesto Sanz, sin por ello dejar de recibir apoyos activos, particularmente de la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal. El PRO sin candidato propio en la ciudad, encontró en Arroyo una expresión mediante la cual podía capitalizar una interna competitiva en la que este partido jugara un rol más activo. Así la figura de Arroyo fue cobrando relevancia, sobre todo en su contacto con Macri[18], máximo dirigente nacional del PRO y de Cambiemos, situación que se consolidó una vez que Arroyo ganó las PASO.
La escena quedó configurada entonces, por un lado, con los principales candidatos referenciados con el poder político local de procedencia vecinal, y por otro, a partir de estrategias de alianzas interpartidarias y multinivel que nacionalizan la campaña electoral, sin prescindir de la identidad localista de la política marplatense. Esto puede ser visto como un ejemplo de la forma en que persisten en las arenas subnacionales, estrategias por parte de los actores locales que no pueden ser ignoradas por las configuraciones de los niveles superiores, incluso en contextos de fuerte nacionalización de la política electoral. A la vez, podemos entender la elección de 2015 en MGP como un caso de anidamiento electoral, en el que la política subnacional queda determinada por sus articulaciones con los niveles superiores.
V. ARRASTRE Y CORTE DE BOLETA EN LAS ELECCIONES GENERALES DE MGP
El efecto de arrastre se produce cuando en un mismo acto electoral para diferentes categorías de cargos se traccionan votos de un nivel a otro. Como afirman Clerici y otros autores, «Cuando además hay elecciones simultáneas entre niveles de gobierno, el efecto arrastre se produciría desde el nivel superior al de menores competencias» (Clerici, Cruz y Goyburu, 2016:295). De modo tal que, los partidos o coaliciones que tengan su boleta adherida al candidato a gobernador y/o presidente que obtiene mayor cantidad de votos en el municipio, aumentan las posibilidades de ganar el municipio. Consideramos que el modelo puesto en ejercicio por dichos autores es conveniente para resumir sintéticamente algunos de los efectos de arrastre producidos en las elecciones de 2015 en PBA en general y en MGP en particular[19].
Observamos en la Tabla Nº 4 que la alianza FPV–FM obtiene más votos en la categoría a intendente que a gobernador y presidente, mientras que el arrastre del voto a Cambiemos en los niveles superiores, posibilitó la victoria a nivel municipal de su candidato. Vemos además que, la fuerza ganadora a nivel provincial es la que generó mayor arrastre (Tabla Nº 7). Esta cuestión se hace más evidente al analizar los resultados desagregados por circuitos, tal como lo haremos en el próximo apartado. Los niveles de arrastre en la boleta de Cambiemos, contrastan con el corte de boleta que sufrió el FPV–FM. El corte de boleta es un comportamiento electoral recurrente en MGP, si observamos el Gráfico Nº 1 vemos niveles altos de corte para cada elección. Si bien la tendencia decrece, y 2015 presenta los valores más bajos, el corte de boleta sigue siendo significativo para explicar los resultados electorales en MGP.
La boleta completa de Cambiemos sufrió tanto cortes a presidente como a intendente, aunque en menor medida para el candidato local. La elevada performance electoral que tuvo en la ciudad la candidata a gobernadora (46,69%) puede observarse también en el corte de boleta que tuvo respecto de los candidatos a intendente (43,67%) y presidente (37,73%) de la misma alianza. Vidal obtuvo un 3% más que el candidato al ejecutivo comunal y alrededor de 8% más que la fórmula presidencial Macri–Michetti. Estos últimos también quedaron por debajo del candidato local, obteniendo un 5% menos (Tabla Nº 5).
El desenvolvimiento electoral de Vidal contrasta con los resultados obtenidos en la ciudad por la fórmula competidora a la gobernación del FPV integrada por Fernández–Sabbatella. Estos constituyen el caso opuesto en las generales de 2015, ya que alcanzaron un resultado electoral por debajo de los candidatos a intendente y presidente de la misma alianza. Fernández obtiene 27,51% de los votos locales, quedando casi un 7% por debajo del candidato a intendente Pulti que obtuvo 34,26%, y cerca de cuatro puntos debajo de la fórmula presidencial Scioli–Zannini que sumó el 31,43% de los sufragios.
La tendencia al corte de boleta que registramos no se expresó del mismo modo para todas las fuerzas políticas. Unidos por una Nueva Alternativa sufrió un corte del 10% en la categoría del candidato municipal, respecto del candidato presidencial Sergio Massa, este es el mayor corte de boleta registrado para la ciudad en 2015. La fuga de votos de esta alianza en la categoría a intendente, fue canalizada mayormente por el FPV y Cambiemos, cuestión esta que también permite explicar las diferencias positivas que ambas fuerzas obtienen en sus candidaturas a intendente en relación a las de presidente (Tabla Nº 5). Este punto es fundamental para nuestro análisis, puesto que lejos de quedar debilitado el argumento de la nacionalización del proceso electoral por los resultados superiores que tuvieron los candidatos a intendentes sobre los presidenciables de las dos alianzas más votadas, esto se explica por el trasvasamiento de votos a intendente de Alianza UNA hacia el FPV y Cambiemos. Las variaciones presentadas por las restantes alianzas políticas son mínimas y su caudal de votos no es influyente en la escena de la elección general de 2015, aunque sí suman lo suficiente como para completar el cuadro de transferencias de votos en las coordenadas recién especificadas.
Tabla Nº 5. Diferencia y sumatoria de corte de boleta en MGP 2015. Comparativa por nivel y alianza | ||||||
PARTIDO POLITICO | Intendente | Gobernador | Corte Int>Gob | Presidente | Corte Int>Pres | Corte Gob>Pres |
ALIANZA FRENTE PARA LA VICTORIA | 34,26% | 27,51% | 6,75% | 31,43% | 2,83% | -3,92% |
ALIANZA PROGRESISTAS | 3,25% | 2,19% | 1,06% | 3,15% | 0,10% | -0,96% |
ALIANZA CAMBIEMOS BUENOS AIRES | 43,67% | 46,69% | -3,02% | 38,73% | 4,94% | 7,96% |
ALIANZA FRENTE DE IZQUIERDA Y LOS TRABAJADORES | 2,93% | 2,98% | -0,05% | 3,20% | -0,27% | -0,22% |
ALIANZA UNIDOS POR UNA NUEVA ALTERNATIVA | 8,80% | 12,75% | -3,95% | 19,60% | -10,80% | -6,85% |
Sumatoria corte de boleta | --------- | --------- | 16,26% | --------- | 24,24% | 20,09% |
VI. DISTRIBUCIÓN SOCIOTERRITORIAL DEL VOTO: HACIA UNA SEGMENTACIÓN POR CIRCUITOS
Desagregar el análisis de los resultados de las elecciones a nivel de circuitos electorales nos permite observar la distribución del voto territorialmente. Si bien no puede asociarse cada uno de los circuitos del departamento electoral de General Pueyrredon con un determinado estrato o clase social, puesto que dentro de un mismo circuito encontramos zonas que difieren entre sí por estar compuestas de segmentos de la población con distintos niveles económico y socio habitacionales; si podemos afirmar que hay circuitos más homogéneos que otros en este sentido. Es el caso de los circuitos 366, 366A y 367 que comprenden sectores de la sociedad medios y altos, con ausencia casi total de zonas pobres y habitacionalmente deficientes. Estos contrastan con los dos circuitos de mayor población 364 y 365, en los que también encontramos barrios con segmentos altos pero que mayormente están compuestos por barrios de segmentos medios y bajos, localizándose en estos dos circuitos —a diferencias de los tres primeros mencionados— zonas pobres con alto déficit habitacional y social (Lucero, 2015). Finalmente, los circuitos 368, 369 y 370 son los de mayor extensión geográfica pero los menos densamente poblados. Estos abarcan los barrios más alejados de la ciudad de Mar del Plata y los núcleos urbanos aledaños Sierra de los Padres, Chapadmalal y Batán.
Tabla Nº 6. Distribución del padrón electoral por circuito en 2015[21] | ||||||||
Circuito | 364 | 365 | 366 | 366A | 367 | 368 | 369 | 370 |
Electores | 133063 | 115302 | 87481 | 60972 | 70579 | 18031 | 5087 | 50280 |
% del Padrón | 24,61% | 21,32% | 16,18% | 11,27% | 13,05% | 3,33% | 0,94% | 9,30% |
Como puede apreciarse en la Tabla Nº 6 y en el Mapa Nº 1, los circuitos 364 y 365 concentran casi la mitad del total del padrón electoral del distrito representando el 45,93%. Los circuitos 366, 366A y 367, que comprenden y rodean la zona céntrica de la ciudad, nuclean el 40,5% de los votantes habilitados. Finalmente, los circuitos 368, 369 y 370, que abarca las zonas rurales y núcleos urbanos del resto del distrito, contiene al 13,57% restante. La distribución de los electores por circuito es claramente desigual, siendo que el circuito con la menor cantidad de electores representa al 0,94% de los votantes, mientras que el de mayor representación alcanza el 24,61%.
Se hace evidente que, en base a la distribución actual de los electores, obtener la mayoría de votos en los circuitos con mayor cantidad de votantes es fundamental para alcanzar la victoria general. Esto implica establecer estrategias de campaña que inevitablemente se concentrarán territorialmente en esos circuitos, constituyéndolos en arenas altamente competitivas (Méndez de Hoyos, 2003). No es metiere de este artículo analizar fidelizaciones del voto o comportamientos electorales en base a variables ideológicas, de clase, etc. Pero si podemos establecer, partiendo de los resultados electorales de cada circuito y de la caracterización de los mismos que introdujimos al comienzo de este apartado, algunas observaciones que apunten sino a comportamientos electorales específicos, a vínculos posibles entre segmentos sociales y fuerzas políticas según los caudales de votos obtenidos.
Al revisar los resultados de la Tabla Nº 7 vemos que la distribución de los votos hacia las diferentes alianzas no es homogénea. Es decir, la alianza ganadora, Cambiemos, a pesar de haber sacado casi diez puntos de ventaja al FPV–FM que obtuvo el segundo lugar, no triunfa en todos los circuitos, incluso pierde en el circuito 365, el segundo con más votantes, aunque lo hace por una leve diferencia. Esta variación entre el total de votos y los totales por circuito se presenta particularmente para las dos alianzas más votadas, mientras que las demás obtienen resultados similares. Esto se debe en mayor medida a la gran diferencia de votos que hay entre las dos primeras y las demás. Vemos entonces, cómo en los dos mayores circuitos los resultados son muy cercanos para cambiemos y el FPV–FM. En el circuito 364 ganó Cambiemos con el 39,31% de los votos contra el 36,72%, mientras que en el circuito 365 ganó FPV–FM con el 39,28% contra el 38,66% de sufragios. Estos dos circuitos presentan una composición social y demográfica muy heterogénea, aunque como ya mencionamos, concentran también las zonas más pobres del municipio.
El comportamiento del corte de boleta por alianza en los tres circuitos que comprenden y rodean el centro comercial de la ciudad: 366, 366A y 367, evidencia una distancia considerable entre los resultados de las dos principales fuerzas políticas. Recordemos que estos circuitos presentan una mayor homogeneidad social y demográfica, además de contener segmentos de la población medios y altos mayormente. En estos tres circuitos triunfó Cambiemos por diferencias importantes. En 366 y 367 ganó por más del doble superando en ambos casos el 50% del total de votos. No consideramos que el nivel socioeconómico del votante está vinculado necesariamente al voto dirigido a una fuerza política específica para el caso de MGP, y tampoco los datos que estamos evaluando nos permiten tal inferencia. Sin embargo, sí nos permiten afirmar que en aquellos circuitos donde se ubican los barrios más ricos de la ciudad, por tanto, los votantes de mayor nivel socio económico, la performance electoral de Cambiemos es superior a la que tuvo en circuitos de composición socioeconómica más heterogénea o incluso más baja. Por su parte, la alianza FPV–FM logró imponerse, también, en los circuitos 368 y 370, y lo hizo por diferencias mayores al 10%, pero estos circuitos son pequeños electoralmente, y no modifican sustancialmente, en este caso, el resultado final.
En líneas generales podemos afirmar que en los dos circuitos con mayor porcentaje del electorado y más heterogéneos socioeconómicamente, tanto Cambiemos como FPV–FM obtuvieron resultados similares no pudiendo hacerse ninguno con una mayoría destacable en los mismos. Por otro lado, en los tres circuitos que concentran a los sectores de más altos niveles socioeconómicos, Cambiemos ganó de forma contundente, obteniendo en estos casos mayorías electorales importantes que son las que le permiten alcanzar la victoria en las elecciones generales de 2015. Por último, FPV–FM se impuso en dos de los tres circuitos más chicos electoralmente, y lo hizo en aquellos que si bien son bastante heterogéneos poseen muchos de los barrios más pobres de la ciudad.
Los resultados para gobernador y presidente por circuito (Mapa Nº 2) son similares, a excepción de los votos a gobernación en los circuitos 364 y 365 que explicarían la ventaja tan amplia que obtuvo la fórmula Vidal–Salvador sobre el segundo lugar obtenido por Fernández–Sabbatella. En estos dos circuitos, la diferencia es de alrededor de 10% en cada uno a favor de Cambiemos. En aquellos circuitos donde el voto a Cambiemos ya había sido ventajoso en la categoría a intendente, el voto gobernador para esta fuerza creció considerablemente ampliando la distancia con FPV–FM, en especial en el circuito 366 donde alcanzó el 63,66% de los votos. Este circuito puede ser considerado como el de mayor nivel socioeconómico del distrito. En los demás circuitos el voto a gobernador es similar al que analizamos para intendente, imponiéndose nuevamente FPV–FM sobre Cambiemos en los circuitos 368 y 370.
Finalmente, el voto a presidente presentó variaciones respecto al voto a intendente sobre todo para la alianza Cambiemos, que se expresó en cortes de boleta en esta categoría. En este caso, tanto en el circuito 364 como en el 365 la fórmula ganadora es la de FPV–FM, aunque por diferencias menores. Es decir, estos circuitos siguen siendo altamente competitivos en la elección del 2015 sin conseguir imponerse ventajosamente ninguna de las fuerzas. Pero aun habiendo obtenido victorias en los dos circuitos más grandes de la ciudad, la fórmula Scioli– Zannini no logró el triunfo contra la fórmula Macri–Michetti en el resultado general, ya que en los circuitos 366, 366A y 367 la victoria fue de Cambiemos con un alto caudal de votos a presidente, tal como lo había conseguido para intendente y gobernador. El dato relevante en el voto a presidente en el partido de General Pueyrredón para las elecciones generales de 2015 es el corte de boleta que efectivamente sufrieron las dos principales fuerzas. Este corte implicó una evidente transferencia de votos a la tercera fuerza, UNA, permitiéndole mejorar la performance electoral en esta categoría a tal punto que duplicó la cantidad de votos que obtiene el candidato a intendente de esta alianza.
VII. CONCLUSIONES
En la elección de 2015 de MGP los partidos municipales con mayor o menor identidad vecinalista buscaron participar en coaliciones nacionales. En una elección altamente nacionalizada la ciudad presenta una escena electoral que define la intendencia entre dos candidatos de procedencia vecinal. El vecinalismo, uno de los principales elementos de la política subnacional del distrito, logra sobrevivir a la nacionalización electoral, aunque determinado por las alianzas multinivel que estableció. AM no pierde por completo su identidad vecinal, debido posiblemente al peso de este partido en la arena local consolidado por dos intendencias previas. En cambio AA, cuyo candidato resulta electo intendente, representa una pérdida de la identidad mucho mayor, constituyendo un ejemplo más claro de una forma de participación vecinal fuertemente determinada por los niveles superiores.
Pese al redireccionamiento de las estrategias aliancistas con los niveles superiores, y al triunfo de un dirigente de partido local, la elección de 2015 consolida una etapa de retracción del vecinalismo en la ciudad. La impronta vecinal que caracterizó la política local desde de la elección de 2001, encuentra un límite tanto en su eficacia electoral como en su capacidad de determinar conformaciones y estrategias electorales con relativa autonomía respecto de la política provincial y nacional. Aquel vecinalismo que protagonizó las contiendas electorales durante casi quince años, llega a la elección de 2015 con un desgaste que obliga a los diversos dirigentes del sector a subsumirse en alianzas y estrategias determinadas por las configuraciones de partidos nacionales. Sin embargo, el establecimiento de estas articulaciones multinivel permitió a los principales partidos vecinales seguir siendo un actor relevante en esta elección.
Las alianzas con partidos nacionales impactaron en el desempeño electoral del vecinalismo marplatense. En 2015, el arrastre de votos, particularmente de la categoría a gobernador, determinó la performance de los candidatos locales Pulti y Arroyo. Al igual que registra Clerici (2016) para otros distritos de PBA, en MGP el candidato a intendente ganador integra la coalición que más votos obtiene para gobernador en la ciudad. Esta determinación por el arrastre de la categoría a gobernador, no se registra en las elecciones previas comprendidas en el período 2001–2015 para el cual disponemos de datos oficiales publicados para MGP. Puesto que encontramos en todas esas elecciones intendentes que provienen de partidos que no ganan a nivel provincial o no participan de esa categoría como en el caso del vecinalismo.
La participación del sector vecinal sea como actor central o como uno más dentro de coaliciones electorales, no agota las lógicas de producción locales de lo político. Antes bien, quedará por determinar para futuros análisis cuáles son las dinámicas y modos de producir política que se abren camino a partir de una elección que marca un punto de inflexión para el vecinalismo marplatense. Revisar las configuraciones que tienen lugar al interior de las unidades locales de los partidos o fuerzas tradicionales como el peronismo y el radicalismo en un escenario de fuerte nacionalización de los procesos electorales y retracción del vecinalismo en MGP, puede arrojar luz sobre los cambios que visibiliza la elección de 2015.
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Notas