Intervenciones
Investigación–Acción Participativa con estudiantes en Comodoro Rivadavia. Comunicación y extensión universitaria en tiempos de pandemia
Research participatory action with students from Comodoro Rivadavia. Communication and university extension in times of pandemic
Pesquisa-ação participativa com estudantes de Comodoro Rivadavia. Comunicação e extensão universitária em tempos de pandemia
+E: Revista de Extensión Universitaria
Universidad Nacional del Litoral, Argentina
ISSN: 2346-9986
Periodicidad: Semestral
vol. 12, núm. 17, e0027, 2022
Recepción: 31 Marzo 2022
Aprobación: 03 Octubre 2022
Resumen:
Este artículo expone resultados de cuatro acciones de extensión realizadas en el marco de un proyecto de Investigación–Acción Participativa de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco que involucró a estudiantes de diferentes niveles educativos de Comodoro Rivadavia durante 2020– 2021. Nos propusimos documentar y reflexionar sobre sus experiencias educativas y participativas, los efectos de la pandemia y la proyección hacia la pospandemia. El objetivo central es presentar un análisis reflexivo sobre las formas en que integramos investigación y extensión desde un enfoque participativo con estudiantes de diferentes niveles educativos. Buscamos resaltar el potencial de las metodologías participativas en los proyectos extensionistas para favorecer instancias de reflexión y aprendizaje respecto de las distintas experiencias educativas en este contexto. Destacamos además la relevancia de comprender la dimensión comunicacional e integrar las prácticas de investigación y extensión con estudiantes.
Palabras clave: extensión universitaria, pandemia, estudiantes, comunicación, investigación.
Abstract:
This article presents the results of four extension actions carried out within the framework of a participatory action–research project of the National University of Patagonia San Juan Bosco that involved students of different educational levels in Comodoro Rivadavia during 2020–2021.We set out to document and reflect on their educational and participatory experiences, the effects of the pandemic and its aftermath. The main objective is to present a reflective analysis of the ways in which we integrate research and extension from a participatory approach with students of different educational levels. We seek to highlight the potential of participatory methodologies in extension projects to favor instances of reflection and learning regarding the different educational experiences in this context. We also highlight the importance of understanding the communicational dimension and integrating research and extension practices with students.
Keywords: extension, pandemic, students, communication, research.
Resumo:
Este artigo apresenta os resultados de quatro ações de extensão realizadas no âmbito de um projeto de pesquisa-ação participativa da Universidade Nacional da Patagônia San Juan Bosco que envolveu estudantes de diferentes níveis educacionais em Comodoro Rivadavia durante 2020-2021. Propomos documentar e refletir sobre suas experiências educativas e participativas, os efeitos da pandemia e a projeção para o pós-pandemia. O objetivo central é apresentar uma análise reflexiva das formas como integramos pesquisa e extensão a partir de uma abordagem participativa com alunos de diferentes níveis educacionais. Buscamos destacar o potencial das metodologias participativas em projetos de extensão para favorecer instâncias de reflexão e aprendizagem sobre as diferentes experiências educativas neste contexto. Destacamos também a relevância de compreender a dimensão comunicacional e integrar as práticas de pesquisa e extensão com os alunos.
Palavras-chave: extensão, pandemia, estudantes, comunicação, pesquisa..
Introducción
En este artículo nos proponemos presentar un conjunto de acciones que combinan la investigación y la extensión en el período 2020– 2021. Provenimos de la Universidad Nacional de la Patagonia e integramos el proyecto de investigación “Exploraciones sobre prácticas y políticas juveniles en Comodoro Rivadavia. Miradas desde la Historia y la Sociología”. Durante los primeros meses de 2020, mientras se aplicaban las medidas sanitarias que implicaban el pasaje a la educación virtual, nos propusimos realizar un relevamiento referido al impacto de la pandemia en estudiantes secundarios, terciarios y universitarios, desde una mirada cualitativa. Para ello conformamos un grupo de trabajo caracterizado por su heterogeneidad, en tanto lo constituimos investigadoras, docentes y estudiantes de grado y posgrado de diferentes disciplinas dentro de las ciencias sociales, entre ellas, la sociología, la historia, el trabajo social, el derecho y la educación física, y de distintos niveles educativos (secundario, terciario y universitario).
Colocamos como objeto de la indagación a lxs estudiantes para registrar sus condiciones, sus experiencias de vida en el aislamiento, las formas en que narraban cómo estaban transitando los efectos de la pandemia y cómo imaginaban la pospandemia. Los resultados del relevamiento superaron nuestras expectativas iniciales y nos motivaron para desarrollar otros proyectos de extensión que recuperaban los hallazgos de este trabajo y los ponían en discusión con diversos grupos y sectores educativos en el área de Comodoro Rivadavia, Chubut, buscando producir diálogos e instancias de reflexión colectiva. Entre las instituciones participantes se encuentran la Universidad Nacional de la Patagonia -San Juan Bosco —espacio donde se radicó el proyecto de investigación del equipo—, los Institutos de Formación Docente 807 y 810, estudiantes y docentes, organizaciones estudiantiles y culturales.
En el artículo nos proponemos presentar un análisis reflexivo sobre la producción de conocimiento en pandemia y las formas posibles y creativas de comunicar. Nos centramos en revisar analíticamente distintas acciones de extensión universitaria referidas al estudio de las experiencias estudiantiles en 2020 desde el enfoque de la Investigación–acción Participativa (IAP).
En total son cuatro acciones de extensión que se conectan entre sí: la primera de ellas es un relevamiento sobre las condiciones estudiantiles de jóvenes y adolescentes en Comodoro Rivadavia, sobre la base del cual se produjo un informe que contiene los principales resultados; le siguió un podcast realizado junto a una organización cultural, un conversatorio con un centro de estudiantes y, por último, un espacio de formación con el formato círculo de lectura y debate.
Al respecto, es importante señalar que, el marco de la IAP en que se inscribe esta investigación orientó cada uno de los pasos y decisiones que llevamos adelante, siempre desde la búsqueda de articular sujetos, intereses y saberes. En este sentido, partimos de diagnosticar un problema concreto, como fue la accesibilidad a la educación virtual en el marco de la pandemia para estudiantes de diferentes niveles educativos (secundarios, terciarios y universitarios en Comodoro Rivadavia), conformamos un equipo de trabajo con ellxs con el objetivo de recuperar experiencias y promover la producción de saberes en diálogo.
Las acciones de extensión que llevamos adelante tienen en común que fueron realizadas en el marco de la pandemia; esta coyuntura nos permitió explorar las posibilidades del uso de nuevas tecnologías y formatos en la construcción y divulgación del conocimiento social. Entendemos que, en este especial contexto, la investigación, la extensión y la comunicación son valiosas para comprender e intervenir en las problemáticas sociales que emergieron. Por ello, consideramos clave incorporar la reflexividad sobre las formas y condiciones para producir conocimiento junto con los modos de intervención y construcción de saberes. Asimismo, para que esto sea posible, es significativo reconocer las redes de relaciones que se tejieron en la pandemia, las que permitieron hacer extensión, enseñar investigación y construir espacios de encuentro de manera colectiva y cooperativa.
En cuanto a la estructura del artículo, en primer lugar, se presentan las coordenadas conceptuales que guían nuestras prácticas de investigación, extensión y comunicación. Luego, desde esta perspectiva de abordaje, se desarrolla el conjunto de actividades extensionistas poniendo el foco en el análisis de su contenido, las vinculaciones en juego y las implicancias de ponerlas en marcha, porque, si bien se encuentran relacionadas entre sí, tienen sus particularidades. En cada uno de los apartados de los proyectos se procura una instancia de reflexión sobre las formas de comunicación e innovaciones que se llevaron adelante por medio de las acciones, así como de las tensiones que advertimos en su desarrollo. Por último, a modo de cierre, se presentan las conclusiones de las experiencias.
De esta forma, mediante la exposición de intervenciones que impliquen problematizar y contribuir al conocimiento local se busca aportar, documentar y reflexionar sobre la comunicación pública de la ciencia en el contexto de la pandemia durante 2020–2021.
Metodologías participativas y extensión universitaria en pandemia
En este apartado presentamos algunas de las coordenadas metodológicas que guían nuestras prácticas de investigación y extensión, siempre procurando combinar la praxis y la ética (Freire, 1973). Situamos en la IAP los lineamientos de las acciones que realizamos para la construcción de conocimientos en clave colaborativa. En este sentido, adherimos al concepto de Fals Borda de “universidad participante” (Ortiz y Borjas, 2008, p. 619), por medio del cual nos proponemos trabajar desde un acercamiento a las problemáticas locales, considerando la coproducción de conocimientos a partir del diálogo constante entre la teoría y la práctica.
Advertimos durante los primeros meses de las medidas de aislamiento que existían dificultades para la participación de adolescentes y jóvenes en la visibilización y discusión de las problemáticas que estaban atravesando, vinculadas a los cambios en los modos de enseñar y aprender, que tenían a la virtualidad como principal herramienta. A partir de esta situación, y utilizando los diferentes canales que nos proporcionaba la virtualidad, diseñamos una serie de actividades de extensión desde una metodología participativa, centradas en la intervención de lxs estudiantes. Acordamos con Cano e Ingold (2020) con relación al desafío de lograr participación estudiantil en las acciones de extensión y lo valioso que es construir espacios de reflexión, investigación y creación sobre la pandemia, la crisis y el día después. Como cualquier situación–problema, “algo tiene de oportunidad: una oportunidad para la integralidad, para hacer extensión, potenciando la investigación y enriqueciendo la enseñanza” (Cano e Ingold, 2020, p. 42).
Entendemos que problematizar la investigación y la producción de conocimiento requiere dar cuenta de las posiciones epistemológicas que atraviesan las múltiples prácticas vinculadas a investigar, especialmente en el marco de la universidad pública. Al respecto, buscamos incorporar la reflexividad y la pregunta por los valores éticos y políticos de las acciones que se emprenden. La reflexividad como posición epistemológica implica considerar las formas y condiciones de producir conocimiento, requiere desnaturalizar y problematizar lo conocido. Como plantea Guber, se debe atender a:
“la reflexividad del investigador en tanto miembro de una sociedad y cultura; la reflexividad del investigador en tanto investigador, con su perspectiva teórica, sus interlocutores académicos, sus habitus disciplinarios y su epistemocentrismo y la reflexividad de la población que estudia”. (Guber, 2011, p. 5)
A esta forma de comprender la reflexividad le sumamos la importancia de considerar los aspectos políticos y culturales que nos atraviesan y cómo inciden en los procesos creativos del pensamiento reflexivo, crítico y analítico.
Cuando a estas perspectivas teóricas y epistemológicas las llevamos al especial contexto de la pandemia y a nuestra situación, notamos que nos encontramos como investigadoras interpeladas por el contexto. Entendimos que necesitábamos aportar datos para comprender lo que estaba aconteciendo entre lxs jóvenes estudiantes. El desafío era de qué manera reconvertir las formas de hacer campo en el aislamiento. Observamos de modo crítico una sobreabundancia de encuestas para recoger información y por ello nos propusimos hacer un registro más sensible al proponer diálogos con lxs estudiantes. Advertimos que la continuidad pedagógica era la principal urgencia por resolver1, aunque nuestro interés buscaba profundizar sobre las condiciones de posibilidad para sostener la educación en la virtualidad, atento al estado crítico de las políticas públicas en Chubut. Y en un registro más sensible nos interesaba indagar sobre el impacto de las medidas de aislamiento en sus subjetividades, las estrategias dadas entre compañerxs y los modos cooperativos y colectivos de transitar los distintos momentos de la pandemia.
En este sentido, problematizar y reflexionar sobre las diferentes cuestiones económicas, laborales, vinculares que incidieron en la posibilidad de permanencia en el sistema educativo implicaba también reconocer las desigualdades estructurales que se acrecentaron y se dejaron al descubierto en la pandemia. Por ejemplo, un punto central y muy evidente debido a la modificación de las rutinas cotidianas fue la visibilización de las desigualdades sexogenéricas que atraviesan la organización social de las tareas de cuidado no remuneradas al interior del hogar. Este aspecto no solo es algo que estuvo presente en las entrevistas a lxs estudiantes, sino que fue la condición en que fuimos desarrollando las actividades de investigación y extensión.
Entendemos que las metodologías participativas también nos llevan a reparar en las relaciones personales y en las formas en que podemos atender las diferentes situaciones, establecer acuerdos y sostener compromisos de trabajo desde la cooperación. Comprendemos que desplegar estas metodologías claramente se conecta con la reflexión sobre el lugar de la investigación en tiempos críticos y la responsabilidad —como investigadorxs— de captar las experiencias educativas desde distintas perspectivas; en nuestro caso particular y por la conexión con el campo de estudio de las juventudes patagónicas, pusimos el foco en lxs estudiantes y pudimos desarrollar buenas prácticas de comunicación y de producción conjunta.
Investigación y acciones de extensión con estudiantes
Durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), encontramos que era necesario poner en discusión y comprender otras maneras de establecer diálogos y practicar la extensión universitaria en relación con la compleja realidad de aquel momento. Es por esto que, ante el propósito de vincularnos desde la reciprocidad (Freire, 1973), nos propusimos llevar adelante actividades de extensión que integraran diferentes modalidades de comunicación. En este punto, es importante considerar qué entendemos por comunicación y cómo la vinculamos con la extensión universitaria. Para ello recuperamos el trabajo de Queiruga et al. (2019), quienes explicitan que la comunicación está presente de manera integral y transversal en todo proceso extensionista. Lxs autorxs identifican tres formas de entender la comunicación: como herramienta de gestión de las acciones de extensión, como una dimensión de la realidad donde se desarrolla la práctica extensionista y como el proceso de la producción de sentido de las acciones de extensión (Queiruga et al., 2019, p. 109). Señalan que, si bien estas no son contradictorias entre sí, entender la comunicación como un mero instrumento de planificación de las acciones de extensión posiciona a quienes participan en relaciones asimétricas para el desarrollo de estas.
Siguiendo a estxs autorxs, nuestra perspectiva de la comunicación busca superar este posicionamiento, entendiendo que la comunicación es mucho más que “herramientas e instrumentos” puesto que representa una parte constitutiva de las relaciones sociales que entablamos en los proyectos de extensión. Esta nos permite conocer las realidades de los actores con quienes nos vinculamos, cómo significan sus prácticas y los sentidos que las movilizan. Lo hacemos a partir de comprender que la dimensión comunicacional “está constituida por condiciones sociales, económicas, por historias, por valores, por saberes e ideas, por ritualidades, por la infinita trama de significaciones que dan forma a la singularidad de las experiencias sociales con las que interactuamos” (Queiruga et al., 2019, p. 111). Estos sentidos nos interpelan también a reflexionar sobre nuestras propias prácticas e indagar en la especificidad de nuestras profesiones y desarrollos como docentes e investigadoras. Asimismo, considerar estrategias de trabajo; y en particular esta perspectiva nos permite aprender con otrxs, crear y recrear sentidos de modo colectivo.
Conformar el equipo de investigación con múltiples trayectorias e inserciones laborales nos movilizó a problematizar cuestiones de la situación educativa y a desarrollar un proceso, al decir de Freire, orientado a construir significados colectivamente. Para esto fue clave tejer redes vinculares para la construcción de saberes de forma crítica a partir del diálogo y los variados espacios donde intervenimos en los roles de investigadoras, docentes, militantes, estudiantes. Procesos en los que producimos conocimientos en el actuar con otrxs, conjugando la teoría y la práctica, en una problemática que nos interpela desde diversas posiciones biográficas, sociales y profesionales. En consecuencia, después de pensar intervenciones que mejor se adecuaran a las vivencias en la pandemia, y de reflexionar sobre el compromiso social de estas acciones, emprendimos una serie de encuentros que dieron cuenta de la integración de estas formas de comprender la comunicación considerando las potencialidades y limitaciones de cada una de ellas, con miras a superar la idea de la mera transferencia. Estas motivaciones derivaron de la jerarquización de la función extensionista en aquel período que reactivó la reflexión del rol social de la universidad pública.
En este diálogo entre formación, investigación y extensión, buscamos repensar nuestras prácticas y las formas de interacción en el espacio de la comunidad que trascienden al entendimiento de las actividades como “transferencia de saberes” (Freire, 1973). La reflexión sobre la dimensión comunicacional en los proyectos de extensión que desarrollamos implicó también considerar a lxs “destinatarixs”, es decir, con quienes queríamos establecer conexiones, que en nuestro caso eran sectores juveniles, estudiantes de distintas edades, niveles y procedencias. Por eso destacamos el hecho de reparar en qué se comunicaba, a partir de qué enfoques y registros, qué formatos y redes utilizábamos y qué estábamos aprendiendo en el proceso. Desde el inicio la intención fue poder realizar aportes en esas comunidades a las cuales pertenecemos, reconociendo el valor de la investigación social y la producción de conocimiento situado, por ello apostamos a su circulación y apropiación por parte de distintos actores.
Por ser la propuesta distinta de las formas tradicionales y conocidas del quehacer académico, estas experiencias no estuvieron exentas de tensiones y dificultades que se fueron presentando en diversos momentos. En primer lugar, el peso de la pandemia en las cotidianidades y posibilidades para el trabajo en equipo, las pruebas y errores para establecer las comunicaciones internas y sostener el proyecto —siempre en función de los acuerdos e intereses grupales— fue un desafío. Luego, lo contextual; nos preguntamos de qué maneras poder traspasar lo ya conocido del estado crítico del sistema educativo en Chubut y superar la mirada del diagnóstico sobre las condiciones de lxs estudiantes para presentar una perspectiva que significara una contribución a la comprensión de lo que acontecía. La motivación central era ofrecer datos e interpretaciones que sirvieran para intervenir y transformar un conjunto de problemáticas vinculadas a la pandemia que evidenciaban la profundización de las desigualdades educativas. En cuanto a ello, en el balance entendemos que pudimos entablar diálogos, promover la discusión y reflexión y amplificar las voces de lxs estudiantes. Sin embargo, la crisis educativa en la provincia es tan profunda y estructural que requiere decisiones que también sean estructurales y partan de garantizar el derecho a la educación como derecho humano. En este punto, el aporte que puede construirse desde la investigación suma al entendimiento de los problemas sociales que emergen y es necesario profundizar y recuperar esos saberes para proyectar intervenciones más situadas.
A continuación, vamos a compartir los distintos proyectos que desarrollamos con el equipo de investigación sobre Juventudes radicado en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia, nuestro espacio de pertenencia institucional. En concreto, se trata de cuatro acciones realizadas entre 2020 y 2021 que incluyen y entrelazan la investigación, la extensión y la comunicación desde una perspectiva que busca la coproducción de conocimiento, siempre de modo participativo y cooperativo. En el detalle de la realización, los alcances y los resultados logrados se reflejan las formas en que recuperamos y pusimos en práctica estas acciones en claves participativas.
Relevamiento “Estudiar en tiempos de pandemia”
El proyecto inicial que llevamos adelante con el grupo de estudio e investigación fue el relevamiento “Estudiar en tiempos de pandemia, voces y experiencias de estudiantes” entre los meses de abril y agosto de 2020. El mismo procuró registrar la situación que vivenciaban estudiantes de nivel secundario, terciario y universitario durante el período de ASPO en Comodoro Rivadavia (Lago, 2020). Los ejes de indagación fueron: sus condiciones materiales, las subjetividades, las formas de participación estudiantil, su mirada sobre la educación y el impacto de la pospandemia. Nos interesó recuperar los sentires en vinculación al pasaje a la educación virtual, en relación con nuestros interrogantes sobre las consecuencias de la pandemia en las desigualdades sociales y de las acciones desplegadas desde el Estado. Pensamos a estos estudiantes atravesados por su condición juvenil y de modo relacional —con sus familias, compañerxs e instituciones educativas—, teniendo en cuenta el contexto del sistema educativo en la provincia de Chubut.
La propuesta metodológica se adecuó a la imposibilidad de encuentro físico a la vez que reparó en realizar un registro sensible de las experiencias, prácticas y obstáculos que estaban transitando lxs jóvenes para continuar sus estudios. Teniendo en cuenta esto, y reconociéndonos en nuestras condiciones de docentes y estudiantes atravesadas por las características particulares del contexto, optamos por establecer etapas, procedimientos y tiempos de un modo flexible (Mendizabal, 2012) y en clave colectiva. Con la intención de desarrollar nuevas estrategias para llegar al campo, como instrumento para la recolección de datos diseñamos un cuestionario sobre los ejes mencionados y utilizamos el WhatsApp para su envío, siguiendo el método de bola de nieve (Guber, 2011). Este método se caracteriza porque la muestra de la investigación se construye sobre la base de las propias redes y lazos que se activan a través de las personas “informantes” del campo, lo cual otorga validez y representación. En nuestro caso, partimos de establecer contactos con lxs estudiantes, a quienes conocíamos por vínculos previos, comentarles el proyecto y solicitar su colaboración para responder el cuestionario y hacerlo llegar a otrxs estudiantes, posibilitando que ellxs amplíen la red más allá de las carreras o instituciones educativas a las que teníamos acceso. Estas redes de confianza permitieron que en poco tiempo obtengamos 117 respuestas válidas en formato de audio. Nuestra inserción en distintos espacios educativos y lazos favoreció que la muestra se constituyera lo más diversa posible e incluyera diferencias de edad, de género, de trayectorias y de sectores sociales, así como comentarios de situaciones personales y reflexiones profundas respecto del momento que estaba transitando la educación.
En el equipo que llevó adelante el relevamiento se encontraban estudiantes de tres niveles educativos: secundario, terciario, universitario de grado y de posgrado, con los que mantuvimos intercambios para la sistematización de la experiencia. Esta acción se extendió entre los meses de abril y julio de 2020 y se realizó por completo a través de medios virtuales, por lo que pudimos aprender y sacar provecho de múltiples herramientas para trabajar en cooperación e ir avanzando con los objetivos propuestos. Destacamos que participar del proceso implicó una formación metodológica, en especial, por el aprendizaje de los pasos y operaciones necesarias para producir conocimiento. De esta manera, utilizamos distintas técnicas para procesar la información, establecer análisis y conexiones entre los datos y redactar un informe centrado en los resultados emergentes y posibles vías para intervenir. Así, la diversidad de trayectorias y pertenencias institucionales de lxs integrantes del grupo de investigación propició contar con una heterogeneidad de miradas y perspectivas desde las cuales buscamos construir colectivamente. Al encontrarnos en diferentes momentos de la formación, el estudio se constituyó en una oportunidad concreta donde aprendimos a investigar investigando en un encuentro interdisciplinario e intergeneracional.
Por otra parte, en la escritura decidimos trabajar en forma colaborativa, buscamos redactar un informe que fuera claro, accesible y de lectura simple para diferentes perfiles de lectorxs. El interés estuvo en la presentación de los resultados, destacar las voces, identificar emergentes, e idear formas de comunicación del relevamiento que pudieran ser aprovechadas en los diferentes ámbitos. Así, el informe circuló como un documento digital de acceso libre y luego nos sirvió de insumo para la publicación de un artículo científico (Lago et al., 2021). En el proceso de escritura, uno de los desafíos que se nos presentó fue poder dar cuenta del carácter sensible de las respuestas que se registraron mediante el formato de audio, donde que emergieron preocupaciones por las situaciones que estábamos vivenciando y en cuanto a cómo estas lxs interpelaba en su condición de jóvenes2.
Para la puesta en común de los hallazgos se reparó en variadas formas de presentación y circulación del informe. El documento quedó para libre descarga en el sitio del Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Patagonia (IESyPPat), en el blog de nuestro equipo de investigación, además de ser difundido en nuestras redes sociales personales y en distintos medios de comunicación locales y de ser insumo para futuros proyectos. En este sentido, uno de los puntos abiertos a reflexión es sobre la relevancia y los desafíos de “estar en redes” como vía para difundir la producción de conocimiento e intervenir también en debates públicos que atañen a las juventudes. Destacamos las participaciones en paneles y conversatorios donde fuimos convocadas a compartir los hallazgos junto a referentes de espacios institucionales, como la Oficina de Derechos y Garantías de la Niñez y la Adolescencia de Comodoro Rivadavia, para conversar sobre el alcance de las políticas educativas para estos grupos3. De esta forma buscamos establecer vinculaciones con diversos sectores entendiendo que en los encuentros pueden construirse puentes y diálogos entre instituciones que posibiliten nuevos modos de circulación y apropiación de los saberes para generar innovadoras estrategias de intervención.
Podcast “¿Alguien quiere pensar en lxs estudiantes?”
Otro de los proyectos de extensión surgidos durante el año 2020 fue un podcast que condensara las conclusiones elaboradas en el informe. Siguiendo a Quiroga (2019), parte de los desafíos de la extensión radica en la posibilidad de construir nuevas narrativas para contar, divulgar y problematizar las prácticas que se generan en la vinculación con la investigación (p. 116). En este sentido, pensamos en la potencia de lo sonoro ante la imposibilidad de reuniones físicas y el valor de escuchar la diversidad de voces, la transmisión de emociones y conectar con las sensibilidades para de esta manera abrir las posibilidades de la comunicación hacia otros formatos y plataformas. La elaboración del podcast supuso visibilizar las subjetividades de lxs estudiantes, así como difundir y abrir espacios para la discusión crítica, tramas novedosas y modalidades de interpelación e integración que construyen experiencias de proximidad y encuentro de diversos sectores sociales con la Universidad.
El episodio se tituló “¿Alguien quiere pensar en lxs estudiantes?” (Lago et al., 2020b–presente, 16m 49s) y formó parte de un ciclo titulado Identidemia, realizado en conjunto con el IESyPPat, estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de la Patagonia e integrantes de la Biblioteca Anarquista de la Tierra, en el marco de un proyecto de extensión de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales4. Al momento de la convocatoria, rápidamente nos sumamos, reconociendo que se trataba de un desafío para el cual no contábamos con experiencia ni con saberes previos. Lo que sí entendíamos era el valor que podía tener el podcast para dar difusión a nuestro trabajo. Nuevamente emerge la pregunta sobre qué es lo que queremos comunicar y cómo, aprovechar las posibilidades de divulgación que permiten las nuevas plataformas que ganaron popularidad en la pandemia.
El punto de partida fue comprender las características generales del formato y definir el propósito general del podcast siempre en vinculación con el particular contexto que estábamos viviendo durante los primeros meses de 2020 y de alguna forma poder aportar vías para comprender lo que estaba aconteciendo. A ese respecto, el enfoque que queríamos priorizar era la perspectiva de lxs estudiantes, por lo cual el conjunto de entrevistas realizadas para el informe resultó un insumo fundamental. Nuestro foco estaba puesto en amplificar las voces de lxs estudiantes como sujetos afectados por la transición a la educación virtual, junto con la dimensión emocional que implicaba seguir estudiando y cumpliendo con responsabilidades en un contexto de emergencia.
Luego determinamos en conjunto los distintos pasos a seguir: acordar plazos y tareas, definir la estructura —introducción, bloques, cierre—, explorar la música y otros recursos que podíamos incorporar para, finalmente, elaborar un guion que serviría de base para el audio. Es en este último aspecto, en cuanto a su construcción y edición, en donde encontramos el punto más crítico y quizás en el cual mayormente se evidencian los contrastes entre el tipo de producciones escritas que estamos habituadas a realizar y el formato sonoro. Una de las indicaciones que tuvimos que seguir fue comunicar los resultados de nuestro informe de una manera fluida, clara y reflexiva, ya que, al tratarse de una producción sonora, lo central era concentrarnos en lo que puede generar esa escucha. Por lo tanto, con las recomendaciones que nos hicieron lxs jóvenes de la carrera de Comunicación Social, reparamos en que se trata de otro modelo de escritura, en clave de divulgación, donde ya no se escribe para un lector sino para un oyente. En cuanto al contenido, el mismo se estructuró intercalando parte de los análisis presentes en el informe con audios que recrean los relatos de lxs estudiantes.
Las devoluciones con referencia al mismo destacaron el “tono realista” del audio, basado en un lenguaje claro, en donde lo emocional y lo subjetivo cobraron protagonismo. El relevamiento permitió producir hallazgos reconocidos por lxs informantes como una verdadera aproximación sobre lo que ellxs sentían, las condiciones materiales a las que estuvieron sujetxs, las formas de participación estudiantil que desplegaron, su mirada acerca de la educación y el impacto que dejará la pandemia en el sistema educativo. Las características de su contenido fueron valoradas y el propio podcast fue utilizado a manera de recurso didáctico en la formación de profesores. Por ejemplo, en la cátedra Sociología de la Educación del Instituto de Formación Docente 806 de Comodoro Rivadavia, orientado a la formación de docentes de Artes Visuales y Teatro, este episodio fue parte de una actividad de análisis en la cual no solo se abordó en detalle el contenido sino también se consideraron su estructura narrativa y los recursos sonoros utilizados desde una mirada más artística. También cabe destacar la propia circulación que tuvo este episodio a través de redes sociales, el interés que generó entre estudiantes de diferentes niveles educativos y docentes que valoraron poder conocer más de las experiencias de lxs estudiantes, sus propias perspectivas y anhelos en relación con la pospandemia y sus efectos sociales, políticos y económicos. Además de estas vías de circulación, dos radios locales —Radio Nacional AM 670–FM 94.7 y FM La Cien punto uno, 100.1— se interesaron por el podcast, nos contactaron para participar de una entrevista donde pudimos comentar el proceso de trabajo realizado, reproducir fragmentos del episodio y responder preguntas de lxs oyentes, quienes, en general, resaltaron lo “novedoso” del formato y la composición del equipo con presencia de docentes y estudiantes de diferentes instituciones trabajando en un proyecto conjunto, lo cual no resulta común, dadas la fragmentación y segmentación entre niveles educativos.
Por último, una característica que consideramos clave de este tipo de indagación es el trabajo colaborativo y la participación de lxs jóvenes protagonistas de las entrevistas, de quienes integramos el equipo de investigación, y de lxs estudiantes de la carrera de Comunicación Social por haber generado en el encuentro un espacio de intercambio de aprendizajes. A su vez, desde este proyecto de extensión innovador se pudo crear un producto cultural que posibilitó otras formas de comunicación de la ciencia, y de así expandirse hacia audiencias más diversas, en tanto el formato de podcast apunta a un público juvenil. En tanto, la experiencia supuso para nosotras poder adaptarnos a un medio que se caracteriza por la inmediatez, que tiene un registro propio, signado por un lenguaje alejado de lo meramente académico. Es posible pensar entonces que la oportunidad de participar en la producción del podcast implicó un aprendizaje desde nuestra parte, guiados por lxs mismos estudiantes de Comunicación Social, y que permite reflexionar sobre la relevancia de contar con múltiples medios y soportes de divulgación científica para aportar a la democratización del conocimiento.
Reflexionar sobre la formación docente con estudiantes
La circulación del informe y del podcast hizo que se abrieran otros espacios para la discusión y reflexión sobre el impacto de la pandemia entre estudiantes en Comodoro Rivadavia. En la etapa del relevamiento nos interesó considerar especialmente las experiencias de los Institutos de Formación Docente, sobre todo porque se trataba de estudiantes que se estaban formando para el ejercicio docente. Este rasgo nos parecía clave porque en sus experiencias se reflejaba otro tipo de incertidumbres ligadas al futuro ejercicio de su profesión en un sistema educativo claramente distinto. Cómo se mencionó previamente, los contactos y vinculaciones que se produjeron en el marco del relevamiento fueron significativos y derivaron en otras actividades de extensión realizadas en cooperación.
Sobre estas bases, en septiembre de 2020 llevamos adelante una actividad organizada en conjunto con el Centro de Estudiantes del ISFD 807. Este instituto se centra en la formación de docentes para nivel primario y secundario con distintos profesorados (Ciencias Naturales, Inglés, Ciencias Sociales, entre otros) y además de Comodoro Rivadavia está presente en localidades más pequeñas de la región. Junto al Centro y el área de Coordinación del ISFD 807 desarrollamos un conversatorio que buscó recopilar vivencias, saberes y reflexiones acerca de las distintas experiencias atravesadas por lxs estudiantes en relación con el pasaje a la educación virtual. Es conveniente señalar que participaron referentes de la coordinación institucional y estudiantes de las sedes que tiene el Instituto en la región: Río Mayo, Senguer y Sarmiento. A la vez, nos interesa destacar el trabajo de articulación entre instituciones, niveles educativos y la intención de abordar la situación de lxs estudiantes en espacios urbanos y rurales. En este sentido, interesaba no solo conocer el impacto de la pandemia entre lxs estudiantes, sino también comprender los efectos subjetivos que generaba en quienes se estaban formando para la docencia en un momento donde se percibía que el sistema educativo en sí estaba en transformación. Otro rasgo interesante del diseño de la actividad es que la reflexión apuntaba a recuperar las “buenas prácticas” que se produjeron, las estrategias y aprendizajes desplegados, además de proyectar la pospandemia y los efectos en el sistema educativo para el que se estaban formando. Como síntesis general, podemos decir que fue una actividad que tuvo muy buena recepción y se valoró de forma positiva, sobre todo porque se logró intercambiar, reflexionar y difundir experiencias de investigación, de docencia y de gestión estudiantil. También se pudieron poner en valor las distintas acciones desplegadas para afrontar las consecuencias del COVID–19 en la educación superior y marcar los primeros trazos sobre los aprendizajes que nos dejaron estas adaptaciones.
En el conversatorio podemos observar cómo la dimensión comunicacional atravesó las distintas instancias del desarrollo de este proyecto de extensión. La comunicación fue clave para diseñar, definir sus objetivos, dinámicas y alcances. Igualmente, para resolver en conjunto la toma de decisiones y los compromisos necesarios para sostenerla con todo lo que conlleva: difusión, asistencia técnica, registro, moderación, entre otras tareas necesarias para propiciar un encuentro significativo para el conjunto de la institución. Al respecto, queremos destacar la capacidad de agencia del Centro de Estudiantes, el cual impulsó esta actividad y pudo dar cuenta de las múltiples acciones que realizaron como espacio de representación y de defensa de los derechos de lxs estudiantes durante los primeros meses de la pandemia. Otro punto a destacar es que, luego de la realización del conversatorio, las estudiantes que impulsaron esta actividad se propusieron sistematizar la experiencia y compartirla con otrxs al participar en unas Jornadas Nacionales de los Institutos de Formación Docente, donde pudieron exponer el trabajo realizado en conjunto (Puschel et al., 2020)5. Señalamos esta acción porque ejemplifica la construcción de saberes entre estudiantes, docentes e investigadorxs que proviene del diálogo reflexivo y deriva en estimular la participación en otros espacios de discusión crítica.
También es para resaltar el valor del formato conversatorio para intercambiar experiencias, conocimientos, saberes, de manera dialógica y transversal. Este dispositivo lo pensamos para propiciar la conversación grupal y que se combinara la narración con la problematización y el análisis de distintas situaciones educativas. Para ello fue clave favorecer la circulación de la palabra entre quienes expusimos e incorporar las preguntas de las personas que seguían la transmisión, esto generó un interesante clima de intercambio y de reflexión en conjunto. Por último, creemos primordial fomentar instancias colaborativas de producción de conocimiento junto a organismos e instituciones con el fin de generar espacios de revisión de prácticas, fortalecer capacidades institucionales y visibilizar innovaciones en las formas de enseñar y aprender. Así podemos combinar y entrelazar la investigación con la extensión de modos más integrales y transversales.
Formación y extensión: círculo de lecturas “Juventudes”
Los intercambios que se fueron dando en los distintos espacios compartidos nos interpelan a pensar nuevas formas para la relación entre la formación y la extensión universitaria. En ese marco surgió la propuesta de un espacio de construcción colectiva que integrara la formación y el aprendizaje y que además atendiera a las prácticas y saberes de quienes trabajan con jóvenes. Un espacio que invite al intercambio constante de diferentes fuentes y producciones de conocimientos, que nos permitiera socializar dudas, inquietudes y experiencias de investigación de las juventudes en la Patagonia. También que acompañara tesis de grado y de posgrado de distintas disciplinas sociales que tienen en común el interés en el estudio de las experiencias juveniles desde perspectivas críticas.
Con esta intención llevamos adelante el círculo de lecturas en el año 2021, “Juventudes y ciencias sociales en Patagonia: hacia la construcción de un estado del arte”, con la modalidad de taller interdisciplinar y participativo. Sus destinatarios fueron estudiantes de grado y de posgrado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad y personas interesadas en la temática. Esta actividad fue concebida como un espacio de formación en diálogo (Freire, 1973) que reunió a interesados en la comprensión del fenómeno de las juventudes provenientes de diferentes disciplinas y trayectorias. Así, se abrió la propuesta sobre los ejes a discutir y la elección de textos acorde a estos. También, de acuerdo con los intereses de lxs participantes, se propuso rotar en las coordinaciones y en el diseño de los encuentros. A partir de los lineamientos acordados, se realizaron cuatro reuniones virtuales pautadas cada 15 días. Previamente, fueron puestos en circulación los textos con los que se trabajaría, según la selección de bibliografía aportada por quienes ya se encontraban investigando acerca del tema, para recuperar las discusiones emergentes.
En cada encuentro se desarrollaron los aportes teóricos, conceptuales y metodológicos de las lecturas seleccionadas y se expusieron distintas investigaciones en curso que recuperaron las categorías teóricas en discusión. Algunos de los aspectos que nos propusimos abordar se refirieron a la conceptualización teórica, a la construcción social de las juventudes, sus conexiones con el campo de la historia, la memoria, las experiencias políticas y las políticas públicas orientadas hacia ese sector. De esta manera, se buscó abrir el debate y la reflexión desde la formulación de interrogantes disparadores. Al decir de Segato, “pensar en conversación” (2018, p. 17), donde se propone una pregunta y la búsqueda de respuestas es compartida, se va construyendo en el diálogo y la escucha. Algunas de las preguntas en los encuentros fueron: ¿cómo se produce e interviene sobre las juventudes desde el Estado? ¿De qué modos opera el adultocentrismo en las relaciones generacionales? ¿Cómo se entrelazan las representaciones pasadas y presentes sobre las juventudes y su potencialidad?
Desde esta propuesta, se motivó a aprender a partir de múltiples direcciones, basándose en las lecturas y también de las experiencias de quienes estaban en proceso de investigación y en las diferentes etapas de este. El foco estuvo puesto en compartir la “cocina de investigación”, cómo transitamos estos procesos, cómo llevamos adelante nuestras reflexiones, en conexión con las preguntas e intereses en la investigación y las vivencias durante el trabajo de campo. En un ir y venir entre la teoría y las experiencias propias y de compañerxs, se generó un ámbito donde aprender con otrxs y nutrir los procesos investigativos. Las devoluciones al cierre fueron positivas y quedó abierto el espacio al intercambio y a la planeación de próximos proyectos.
A modo de registro de los encuentros y, en paralelo a estos, fuimos produciendo la escritura colectiva de un documento con lo compartido y con los antecedentes de los temas más relevantes abordados en la región patagónica. Proyectamos que el mismo pueda ser la base de un informe acerca del estado del arte de las investigaciones sobre juventudes en la zona, de forma tal de poder ofrecer un relevamiento que sea de utilidad para identificar temáticas de vacancia e impulsar este campo de estudios entre tesistas de grado y posgrado.
Conclusiones
En este trabajo nos propusimos revisitar distintas experiencias de extensión que realizamos con el equipo de investigación del proyecto “Juventudes” que integramos investigadoras, docentes y estudiantes de Comodoro Rivadavia, Chubut6, y compartimos los resultados y los procesos de estos proyectos que condensan múltiples aprendizajes que buscamos identificar y explicitar.
En primer lugar, la pandemia nos llevó a repensar nuestra concepción de la extensión universitaria y criticar la idea tradicional de la universidad yendo “afuera”, en una sola dirección. Por el contrario, en nuestras experiencias pudimos practicar la extensión en forma de redes que entrelazan personas e instituciones de modo situado. Entendemos que no se trata de llevar a la comunidad el conocimiento, en un sentido de mera transferencia, sino de lograr una construcción dinámica de saberes, anclados en las características y demandas sociales.
Al estar todxs atravesando una coyuntura de alteración de nuestras condiciones de vida y de trabajo, las acciones de extensión significaron un espacio de reencuentro y reactivación de lazos, la construcción de nuevos vínculos y el despliegue de proyectos para documentar y reflexionar respecto de las formas de transitar la pandemia desde distintos lugares del sistema educativo. En nuestro caso, entendimos la importancia de recuperar las voces de lxs estudiantes, visibilizar las situaciones críticas, atender al impacto en las subjetividades, considerar sus miradas sobre el futuro, la pospandemia y los impactos en su formación como jóvenes.
En segundo lugar, otro aprendizaje significativo es la importancia de la comunicación de la ciencia, del trabajo de extensión con jóvenes estudiantes y lo valioso que resulta el encuentro intergeneracional para la producción conjunta de actividades comunes. En los proyectos desarrollados en el escrito, se destaca la participación de estudiantes en distintas instancias desde lugares activos y relevantes. Al respecto, ponemos de relieve su capacidad de crear y conectar situaciones, personas, instituciones e intervenir en las discusiones públicas sobre temas que les conciernen. Este punto es clave si se desea avanzar en construir instituciones más participativas y sostenidas a partir del diálogo y el compromiso con la educación pública.
Observamos que queda como un punto para reforzar la incorporación de la extensión a la formación de grado y su integración con las actividades de investigación y, en particular, promover que estas experiencias sean desarrolladas de manera transdisciplinar. A la vez, en la construcción de estos espacios es imprescindible pensar colectivamente las formas de comunicar y de mostrar el trabajo científico en proceso, no como algo cerrado, sino los avances y los pasos dados para desarrollar la investigación e inspirar a otrxs. Al respecto, desde nuestra experiencia, entendemos que es clave considerar los aportes y saberes de las generaciones jóvenes acerca de los enfoques y registros más adecuados para poder conectar y difundir el conocimiento de modo amplio y abierto. También la participación en proyectos de investigación, en tanto el “aprender haciendo” es una forma de promover el desarrollo de vocaciones científicas.
Por último, queremos reconocer el impacto de la pandemia y la importancia de repensar las prácticas de investigación tradicionales, las posibilidades de adaptarlas y recrear nuevos modos de hacer campo y, a la par, descubrir maneras creativas de comunicar las investigaciones en curso. En relación con este punto, vale también considerar la importancia de la reflexividad como actitud epistemológica y de reflexionar sobre la finalidad de la producción de conocimiento, los propósitos que nos motivan y, en especial, desde nuestro lugar como universitarias, propiciar el aprendizaje en el encuentro, la diversidad y la promoción de los derechos.
Referencias
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Notas
Información adicional
Contribución de las autoras (CRediT): Conceptualización: Lago, L.y Sanabria, J. Curaduría de datos: Lago, L. Investigación: Lago, L., Sanabria, J. y Zuluaga, P. Metodología: Lago, L. y Sanabria, J. Administración del proyecto: Lago, L. Supervisión: Lago, L. Redacción - borrador original: Lago, L. y Sanabria, J. Escritura - revisión y edición: Lago, L., Sanabria, J. y Zuluaga, P.