Artículos

Entidades de la horticultura en proximidad a la ciudad de Córdoba (Argentina): agricultura industrial y agroecología

Entities of the horticulture in proximity to Cordoba´s city (Argentine) Industrial agriculture and agroecology

Ornela Ruggia
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) - Universidad Nacional de Córdoba, Argentina
Claudia Marani
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) - Instituto de Geografía Romualdo Ardissone, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Buenos Aires, Argentina

Revista FAVE Sección Ciencias Agrarias

Universidad Nacional del Litoral, Argentina

ISSN: 2346-9129

ISSN-e: 2346-9129

Periodicidad: Semestral

vol. 21, núm. 2, 12323, 2022

revistafave@fca.unl.edu.ar

Recepción: 19 Mayo 2022

Aprobación: 19 Septiembre 2022



DOI: https://doi.org/10.14409/fa.v21i2.12323

Resumen: El área de producción hortícola en proximidad a la ciudad de Córdoba (Argentina) es una de las más importantes a nivel nacional. Se reconocen dos modalidades de producción: agricultura industrial y agroecológica. En torno a cada modalidad productiva se observan entidades que se relacionan entre sí y que conforman estructuras cuyo funcionamiento condiciona el desarrollo local de la horticultura. El objetivo de este trabajo fue identificar y caracterizar las entidades socio-institucionales que conforman el área de estudio para ambos modelos productivos. Para la definición del área de estudio se realizó revisión bibliográfica y se consideró el criterio de pensar la horticultura que se da en proximidad a la ciudad de Córdoba. Los datos para el procesamiento gráfico de la información fueron extraídos a partir de 27 entrevistas en profundidad. Se identificaron federaciones, cooperativas, asociaciones, instituciones/reparticiones estatales, fundaciones sin fines de lucro, universidades, organizaciones sociales, ferias y mercados. Se concluye sobre las potencialidades de la herramienta gráfica y cuestiones abiertas que deja este estudio para futuras investigaciones.

Palabras clave: horticultura de proximidad, entidades socio-institucionales, agroecología, agricultura industrial.

Abstract: The area of horticulture production in proximity to Córdoba´s city (Argentine) is one of the most important at national level. We recognize two production modes: industrial agriculture and agroecology. Around each production mode we can observe entities that relate to each other and make up structures whose functioning conditions local horticulture development. The aim of this work was to identify and characterize the socio-institutional entities that conform the study area for both productive models. To define the study area we did a bibliographic review and we considered the criterion of think in the horticulture that happens near Cordoba's city. The data to the graphic processing of the information were extracted from 27 in-depth interviews. We identified federations, cooperatives, associations, institutions/estate repartitions, non-profit foundations, universities, social organizations, fairs and markets. We conclude about the potentialities of this graphic tool and of the open issues that this study leaves for future investigations.

Keywords: horticulture of proximity, socio-institutional entities, agroecology, industrial agriculture.

Introducción

Las transformaciones que se vienen produciendo en el agro argentino en las últimas décadas son objeto de controversias que traspasan las fronteras académicas, incluyendo ámbitos estatales, organizaciones sociales y medios de comunicación (Craviotti, 2014). Estas transformaciones se dieron tanto para las producciones agropecuarias extensivas como para las intensivas. La horticultura argentina aparece como producción periférica destinada a proveer al mercado interno, poco vinculada a la exportación y es llevada adelante en general por una modalidad de organización del trabajo de tipo familiar. En este sentido, la importancia que ha tenido el aumento de la demanda de hortalizas por parte del mercado, así como también la incorporación de tecnología, es lo que intensifica a este tipo de producción (Ciarallo, 2016). En los últimos años, en un contexto de creciente reafirmación de modelos productivos globalizados la actividad hortícola argentina experimentó un proceso de diferenciación social que dio origen a una heterogénea estructura social agraria (Criado, 2015) Estas transformaciones se dieron en las áreas de producción hortícola de proximidad a las ciudades, donde se encuentran diversas entidades que dan lugar a una estructura agraria de compleja caracterización.

Setlitza de Nemirovsky (2007) respecto de la agricultura de proximidad a las ciudades dice que es la estructura productiva que resultó más vulnerable en el proceso de reestructuración nacional que comenzó en 1980. Que, más adelante, dio lugar a la emergencia del modelo de agricultura industrial de producción y que se contrapuso al modelo agroecológico. Por lo tanto, en este contexto se pueden diferenciar dos modelos productivos antagónicos: el modelo de agricultura industrial y el modelo agroecológico. En este sentido, resulta necesario comprender como se conforma este tipo de estructura en el área hortícola de la ciudad de Córdoba. El área de estudio se define según un aspecto a analizar: el despliegue de la horticultura industrial o agroecológica en proximidad a la ciudad de Córdoba. El objetivo de este trabajo fue identificar y caracterizar las entidades vinculadas a la producción hortícola en el área de estudio diferenciando las que responden al modelo de agricultura industrial de las que responden al agroecológico.

El artículo se estructura de la siguiente manera: en primer lugar, se exponen los conceptos centrales de la propuesta, entre ellos, entidades socio-institucionales, horticultura, agricultura industrial y agroecología. Luego, se presenta el caso de estudio a partir de dos aproximaciones. La primera es una exposición de la situación de la horticultura a nivel nacional y provincial. Y la segunda es una descripción geográfica del área de estudio. Continúa con la metodología de trabajo empleada. Luego, los resultados en los que se describe y expone gráficamente a las entidades socio-institucionales identificadas para ambos modelos productivos. Se concluye sobre las potencialidades de la herramienta gráfica y cuestiones abiertas que deja este estudio para futuras investigaciones.

Marco conceptual

Entidades socio-institucionales de la horticultura: agricultura industrial y agroecología

Según la Real Academia Española una entidad es una colectividad considerada como unidad y, en especial, cualquier corporación, compañía, institución. En el marco de este artículo consideraremos a las entidades socio-institucionales (ESI) como el conjunto de agrupaciones sociales e instituciones, formales e informales públicas y privadas, que desarrollan actividades relevantes en el área de estudio en relación a la producción hortícola.

La horticultura es la rama de la agricultura que trata sobre cultivos de hortalizas (Van Haeff y Berlijn, 1990) y se basa en el uso intensivo de los factores de la producción (Docampo et al., 2010). El uso intensivo de suelo se realiza mediante prácticas productivas caracterizadas por la gran cantidad de contribuciones energéticas por unidad de superficie. Durante las últimas décadas, se han producido importantes transformaciones tecnológico-productivas que aumentaron la producción hortícola y modificaron significativamente los agroecosistemas. Dichas transformaciones se asocian fundamentalmente a la difusión del cultivo bajo cubierta plástica, uso de variedades mejoradas, incorporación de híbridos, incremento en la aplicación de agroquímicos y utilización de tecnología de riego (Daga et al., 2017) El proceso de intensificación de la producción hortícola en la región, hace que el área de producción hortícola de proximidad a la ciudad de Córdoba se posicione como una de las principales abastecedoras de hortalizas de hoja y fruto para la provincia, pero este nuevo esquema basado en la filosofía productivista de la llamada “Revolución Verde” ha acentuado el impacto ambiental y social de estos sistemas de producción (Daga et al., 2017)

Si bien la agricultura industrial es también conocida como “convencional” o “moderna” se decide nombrarla así, ya que se entiende que concebir al modelo de agricultura industrial como tal, representa su concepción intrínseca. Siguiendo a Gliessman (2002:3):

Las seis prácticas básicas que constituyen la columna vertebral de la agricultura moderna (industrial) son: labranza intensiva, monocultivo, irrigación, aplicación de fertilizantes inorgánicos, control químico de plagas y manipulación genética de los cultivos.

A través de estas prácticas los productores buscan la maximización de las ganancias. Esto se logra incrementando los niveles de producción a través de la alta dependencia de insumos externos sintéticamente producidos. Estas prácticas contribuyen individualmente al aumento de la productividad requiriendo de “paquetes tecnológicos” para lograr los resultados esperados. Este proceso de modernización de la agricultura se viene dando desde la década del 90 en la que la apertura externa, la globalización, la desregulación y los cambios estructurales producidos han modificado la estructura y funcionamiento de los mercados de materias primas agropecuarias y alimentos, profundizando las asimetrías y el grado de dependencia de los agentes con menor capacidad de negociación (Carballo et al., 2007) La preocupación por la competitividad internacional de los productos agroexportables otorgó especial relevancia a la innovación tecnológica, la sanidad agropecuaria y la calidad comercial (Cieza, 2012) La relevancia de estos aspectos no solo se dio para los productos agroexportables si no que esta dependencia también se vio reflejada en la horticultura para el mercado interno. Por acción, a través del diseño de diversos instrumentos, o por omisión al dejar actuar libremente a las “fuerzas del mercado” se extendió este modelo productivo hegemónico que llevó a que los productores agropecuarios transiten hacia un sistema de relaciones asimétricas en las que paulatinamente perdieron autonomía de decisión sobre gran parte del proceso productivo, apropiándose de una menor proporción del valor final de los bienes producidos (Cieza, 2012) Se ha acumulado evidencia que muestra que cuando el actual sistema agrícola intensivo de capital y tecnología ha sido extremadamente productivo y competitivo, éste también trae consigo una serie de problemas económicos, sociales y ambientales (Conway y Pretty, 1991 en Altieri 2009). La irrupción de la industria química en la agricultura, primero con la aparición de los fertilizantes nitrogenados y luego con los pesticidas, es un fenómeno nuevo para la historia de la producción de alimentos (Sarmiento, 2016). La agricultura industrial no tiene más de cien años, representando apenas un 1% del tiempo transcurrido desde que el ser humano se transformó en agricultor (Sarmiento y Rossi, 2020). Hasta hace cuatro décadas, los rendimientos de los cultivos en los sistemas agrícolas dependían de los recursos internos, el reciclaje de materia orgánica, los mecanismos de control biológico y patrones climáticos. Los rendimientos agrícolas eran modestos pero estables. La introducción de nitrógeno al sistema productivo se lograba con la rotación con legumbres. Al mismo tiempo, las rotaciones suprimían los insectos y las enfermedades al romper el ciclo de vida de las plagas. Un agricultor típico rotaba el maíz con muchos cultivos incluyendo la soja y la producción de grano era destinada al mantenimiento de ganados. El trabajo era realizado por la familia con el empleo ocasional de ayudantes y la utilización de equipos y servicios no especializados. En este tipo de sistema la relación entre la agricultura y los ecosistemas era bastante fuerte y los signos de degradación ambiental eran raramente evidentes (Altieri, 1995 en Altieri 2009). Por lo expuesto, es necesario transitar hacia otra forma de producción y no solo tener en cuenta aspectos productivos, sino también sociales, políticos, económicos y ambientales. El uso contemporáneo del término agroecología data desde 1970 (Altieri, 1995) pero las técnicas que se utilizan para la dimensión productiva de la agroecología son tan antiguas como la agricultura. La agroecología, si bien busca generar rentabilidad económica, considera una mirada no solo desde lo agronómico-productivo sino también desde otros aspectos. Sarandón y Flores (2002) afirman que la agroecología considera que los sistemas agrícolas deben percibirse como ecosistemas complejos, con límites amplios, teniendo en cuenta el efecto ambiental que ejercen las prácticas agrícolas, incorporando el costo ambiental y social en la ecuación económica de la producción. Es decir que la agroecología debe entenderse desde un enfoque amplio, que reemplaza la concepción exclusivamente técnica por una que incorpora la relación entre la agricultura y las dimensiones: económica, ecológica, social, cultural y política (Sarandón y Flores, 2014). Desde el punto de vista económico se busca producir de forma eficiente y rentable a largo plazo. Desde la dimensión ecológica se busca generar una emisión de residuos menor a la capacidad de asimilación del ambiente, un aumento en la biodiversidad de los sistemas productivos y un mayor aprovechamiento de procesos naturales en la producción agrícola. En cuanto a la dimensión social, la agroecología tiene como horizonte incrementar la equidad intra e intergeneracional, esto implica promover una distribución equitativa entre los beneficiarios de las generaciones actuales sin poner en riesgo la manutención de las generaciones futuras. Desde la dimensión cultural, lo que se propone es preservar los saberes locales, promoviendo el desarrollo de tecnologías cultural y socialmente aceptables. Por último, para la dimensión política, la agroecología busca generar redes de organización social y de representaciones de los diversos segmentos de la población rural (Caporal y Costabeber, 2004).

Acá se puede observar el antagonismo entre ambos modelos productivos: el primero tiene como principal regulador a las fuerzas del mercado, concentrándose principalmente en la dimensión económica y productiva. Mientras que el segundo busca generar un equilibrio entre diversas dimensiones. Es por eso que resulta necesaria la caracterización de las ESI que componen el área de estudio, observando el contexto hortícola de proximidad en el que se insertan, teniendo en cuenta estos modelos productivos contrapuestos.

Caso de estudio

Primera aproximación: Contextualización de la producción hortícola nacional y provincial

La producción de hortalizas en Argentina se realiza en casi todo su territorio, sin embargo, la producción comercial que abastece a los principales centros urbanos de consumo se localiza en determinadas regiones. Éstas se han desarrollado por sus condiciones agroecológicas adaptadas para cada especie hortícola y sobre la base de ventajas competitivas comerciales obtenidas a partir de su cercanía al mercado, infraestructura, tecnología disponible y la presencia de productores con conocimientos sobre la producción de estos cultivos. Las principales provincias argentinas que se destacan por su producción hortícola son: Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Santiago del Estero, Misiones, Santa Fe, Corrientes, Tucumán, Formosa, Salta, Chaco, Jujuy, San Juan y Río Negro (Fernández Lozano, 2012)

Argentina tiene una superficie continental de 2,8 millones de km. y cuenta con unas 36 millones de hectáreas con cultivos agrícolas según el último Censo Nacional Agropecuario (CNA) (INDEC, 2019) La superficie implantada para la producción hortícola nacional fue de 139.585,6 ha, representando un 0.4% de la superficie implantada total. Respecto del volumen de producción hortícola, la producción total estimada es de 10.500.000 t de las cuales nueve especies (papa, tomate, cebolla, batata, zapallo, zanahoria, lechuga, poroto, ajo) representan el 65 %; participan con el 20 % otras ocho especies (acelga, mandioca, zapallito, sandía, melón, choclo, berenjena y pimiento) y el restante 15 % está cubierto por las demás hortalizas (Argerich y Troilo, 2011). Córdoba, en la región central, aporta un 10,4% (1.092.000 t) de la producción, después de Buenos Aires que aporta un 19,7% (2.068.500 t) y Mendoza con un (15%) (1.575.000 t) La superficie implantada hortícola de la provincia de Córdoba fue de 15.803,6 ha repartidas en 404 explotaciones agropecuarias (EAP).[1] El área de producción hortícola de proximidad a la ciudad de Córdoba abarca aproximadamente 1.010,9 ha productivas (INDEC, 2019) Esta superficie ha disminuido considerablemente en los últimos años, motivada por procesos de agriculturización y de transformación urbana (Ruggia y Occhionero, 2019). En la provincia de Córdoba se reconocen dos tipos de sistemas de producción. El primero tiene como base al cultivo de papa, asociado con zanahoria, maíz dulce y otras hortalizas menores, en establecimientos con carácter empresarial, poco diversificados y con alta tecnología, en superficies que superan las 20 ha. El segundo sistema comprende a los establecimientos de tipo familiar, generalmente diversificados (no incluyen la papa en su producción) y tienen menos de 20 ha cultivadas. Además, la provincia posee también cultivos hortícolas en invernadero, de los cuales la mitad está próximo a la ciudad de Córdoba y alrededores, y el resto está disperso en las cercanías de otras ciudades de la provincia (Fernández Lozano, 2012).

Segunda aproximación: Horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba

El área de estudio considerada para este trabajo es aquella en la que se produce horticultura para consumo en fresco y en proximidad a la ciudad de Córdoba. La porción geográfica bajo dinámicas productivas comunes que hacen al área de estudio, se extiende hacia los cuatro puntos cardinales de la capital en recorridos próximos a los 60 km. Hacia el noroeste incluye a algunas localidades de las Sierras Chicas: Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo y Río Ceballos. Hacia el norte a la localidad de Colonia Caroya. Hacia el noreste de la capital la localidad de Colonia Tirolesa y hacia el este Malvinas Argentinas. La mayor densidad de unidades productivas hortícolas diversificadas se encuentra, hacia el norte de la capital cordobesa, dentro de sus límites jurisdiccionales y en la localidad de Colonia Tirolesa. Hacia el sur, persisten algunas quintas en inmediaciones a las localidades de Toledo, Bouwer y Lozada y en los alrededores de Río Segundo y Pilar. En esta zona prevalecen las parcelas productivas que producen horticultura pesada (papa, zanahoria y batata) en rotación con maíz y soja. Es decir que, según los tipos de sistemas de producción que describe Fernández Lozano (2012), hacia el norte se encuentran principalmente los que responden al segundo tipo (establecimientos de tipo familiar, diversificados y con menos de 20 ha cultivadas) y hacia el sur los que responden al primer tipo (establecimientos de tipo empresarial, poco diversificados y con alta tecnología, en superficies que superan las 20 ha cultivadas). Las entidades socio-institucionales relevadas desempeñan sus funciones en relación a este recorte geográfico.

Metodología

Identificación y caracterización de entidades socio-institucionales. Procesamiento gráfico de la información

Para la recolección de la información que permitió la identificación y posterior procesamiento gráfico de las ESI (entidades socio-institucionales) se identificaron tipos de actores sociales presentes en el territorio. Se realizaron 27 entrevistas dirigidas a los actores más importantes en relación al problema en estudio: productores, técnicos, representantes de federaciones y asociaciones, funcionarios, investigadores y docentes y representantes de organizaciones sociales. Para cada tipo de actor social se elaboró un guión de entrevista dividido en categorías de análisis. Las categorías consideradas fueron: generales, gestión de la actividad productiva, modelo de agricultura industrial, modelo productivo agroecológico y territorio. Para los productores se sumó la categoría: producción y características de la quinta. Y para los representantes de federaciones, asociaciones y organizaciones sociales se agregó la categoría organización. Dentro de cada categoría y según el tipo de actor social a entrevistar, había entre tres y cinco preguntas. La técnica utilizada fue la entrevista en profundidad. Cada entrevista estuvo conformada por un total de 20 a 25 preguntas y duró entre 45 y 90 minutos. Luego de definir los sujetos a entrevistar, se contactó a los entrevistados y se agendó fecha y hora de realización. Se realizaron 21 entrevistas presenciales y seis virtuales. La totalidad de las entrevistas fueron grabadas con consentimiento de los entrevistados. Otro instrumento de recolección de información fueron los registros de campo, donde se anotaron manifestaciones observacionales (verbales y no verbales) de las situaciones, y eventos o acontecimientos observados durante el trabajo de campo. En paralelo al registro de campo se realizó un diario de campo en el cual se registraron interpretaciones, interrogantes, apreciaciones sobre las situaciones que se daban. El trabajo de campo se realizó entre mayo y octubre de 2021. Luego de tener las 27 entrevistas desgrabadas, se procedió a la sistematización de la información recabada y a la identificación de las entidades presentes en los documentos, según la información otorgada por los entrevistados. En primera instancia se listaron todas las entidades identificadas, luego se realizó un análisis de cada una. Se separaron las vinculadas al modelo de agricultura industrial de las vinculadas a la agroecología. Con el propósito de sintetizar y organizar la información en una sola figura, se realizaron dos gráficos de ESI, uno para el modelo de agricultura industrial y otro para el modelo de producción agroecológico. Se clasificaron las entidades reconocidas en las siguientes categorías: federación, cooperativa, asociación, institución/repartición estatal, fundaciones sin fines de lucro, universidades, organizaciones sociales, ferias y mercados.

A continuación, se presentan las ESI identificadas para cada modelo productivo gráficamente sintetizadas.

Resultados

Entidades socio-institucionales de la horticultura en proximidad a la ciudad de Córdoba: agricultura industrial

Con este apartado y a los fines de representar gráficamente la información, se presentan las ESI de la horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba que responden al modelo de agricultura industrial (Figura 1) además se realiza una breve caracterización de cada entidad identificada.

Entidades socio-institucionales de la
horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba para el modelo de agricultura
industrial. / Socio institutional entities of the
proximity horticulture to Cordoba´s city for the industrial agriculture model.
Figura 1 / Figure 1
Entidades socio-institucionales de la horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba para el modelo de agricultura industrial. / Socio institutional entities of the proximity horticulture to Cordoba´s city for the industrial agriculture model.

Al este del ejido urbano de la capital de Córdoba funciona el principal mercado concentrador frutihortícola de la provincia: Mercado de Abasto, dependiente de la Dirección de Ferias y Mercados de la Municipalidad de Córdoba, en torno al cual se organiza el espacio productivo. La Municipalidad otorga la concesión de la administración del mercado a la cooperativa MERCOOP. Dentro de esta cooperativa, los operadores permanentes del mercado se nuclean en la Cámara de Operadores Frutihortícolas, administrando los puestos fijos. A su vez, la MERCOOP le otorga la administración de la playa de quinteros a la Asociación de Productores Hortícolas de la Provincia de Córdoba (APRODUCO). La playa de quinteros, es donde venden su producción los productores hortícolas de la zona. Actualmente existen 220 operadores en esta playa. La diferencia con los puestos fijos, es que los productores no cuentan con un espacio asignado permanente para comercializar. APRODUCO es la entidad que nuclea a los quinteros que producen horticultura diversificada y realiza tareas vinculadas al fomento de la permanencia de los productores en el territorio. Existen tres cooperativas de trabajo: MERCOOR, Ramón Navarro y El Abasto. Estas entidades nuclean a los changarines, que son las personas que se ocupan de la carga y descarga de los camiones que ingresan al mercado. Se forman estas cooperativas con el fin de garantizar los derechos de los trabajadores. El Banco de Alimentos tiene su sede en el mercado, es una fundación sin fines de lucro que recibe donaciones de los comerciantes. La Federación Agraria Argentina (FAA) Filial Córdoba, es una entidad gremial que nuclea a pequeños y medianos productores de toda la provincia. Tiene representación a nivel nacional y una sede en el mercado. El perfil de los asociados a la FAA Filial Córdoba es diferente al de los socios de APRODUCO. En su mayoría son propietarios de la tierra, de extensiones grandes y comercializan en los puestos fijos. Se dedican mayoritariamente a la producción de papa.

FENAOMFRA es la Federación Nacional de Operadores de Mercados Frutihortícolas de la República Argentina, tanto el Mercado de Abasto como el Mercado San Miguel pertenecen a la misma. La federación se crea en 1987 en la ciudad de Córdoba con el fin de promover la unión federal de los mercados concentradores de frutas y verduras. A diferencia del Mercado de Abasto, el Mercado San Miguel es una cooperativa, por lo tanto, no depende de la Municipalidad de Córdoba. Fue creado en 1989 y en su composición persisten algunos socios fundadores. La condición fundamental para vender en la playa de quinteros de este mercado, es que la producción no recorra más de 60 km hasta el punto de venta. Actualmente existen 60 operadores que comercializan en la playa de quinteros de este mercado. Para los puestos fijos, no hay distancia que limite la procedencia de la producción, se puede comercializar mercadería proveniente de localidades mas alejadas, incluso de otras provincias.

La calidad de la mercadería que se comercializa en los mercados concentradores es controlada por la Dirección Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria dependiente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (SENASA) que además se encarga de controlar los Registros Nacionales Sanitarios de Productores Agropecuarios (RENSPA). Este registro es condición indispensable para la comercialización en los mercados concentradores. Para el Mercado de Abasto, la calidad de la mercadería también se controla mediante la Dirección de Calidad Alimentaria (creada en 2021) dependiente de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Córdoba. Los controles consisten en seleccionar mercadería al azar y realizar determinaciones microbiológicas y de pesticidas.

De la Municipalidad de Córdoba también depende la Dirección de Planeamiento Urbano, dependencia encargada de la planificación territorial de la ciudad. A comienzos del 2021 se aprobó la Ordenanza N.º 13.131 que consiste en las “Bases para el ordenamiento territorial del área intermedia y periférica de la ciudad de Córdoba” que considera al uso de suelo rural como un área para preservar. Otra institución que debate la planificación de la ocupación de los suelos de la ciudad es el Instituto de Planificación del Área Metropolitana de Córdoba (IPLAM) que en 2011 realizó el documento “Lineamientos del plan estratégico urbano territorial del área metropolitana de Córdoba. Definición del plan vial y uso del suelo” en el cual se mencionan a las áreas de producción agropecuaria como no urbanizables. En este rubro, también aparece la Agencia para el Desarrollo Económico de la Ciudad de Córdoba (ADEC) que ha realizado una serie de informes que proponen planificar el crecimiento de la ciudad considerando que existe un área rural a preservar.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia (MAyG) a través de la Dirección de Producción Agropecuaria Familiar (DiPAF) está presente en el territorio. Brinda asesoramiento técnico a los productores familiares de la zona. Fundamentalmente se encarga de certificar el cumplimiento de las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) provinciales, que refieren al:

“conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas tendientes a reducir los riesgos físicos, químicos y biológicos en la producción, procesamiento, almacenamiento y transporte de productos de origen agropecuario, para asegurar la inocuidad del producto, la protección del ambiente y del personal que trabaja en la explotación, buscando un desarrollo sostenible” (MAyG, s.f.)

El programa creado en 2017, consiste en el otorgamiento de aportes económicos no reintegrables para aquellos productores que cumplen con ciertas condiciones técnico-productivas que tienen que ver con el fomento de una producción agropecuaria sustentable. Se basa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas en el año 2015. Con el objetivo de fortalecer la propuesta y garantizar su continuidad en el tiempo, en el 2019, el programa se convirtió en la Ley Provincial N° 10.663.

La Fundación Banco Provincia es una entidad que otorga créditos productivos. Tiene influencia en el área ya que facilita el acceso a recursos a productores que no pueden acceder a créditos por medio de entidades bancarias.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es un organismo descentralizado que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Nación (MAGyP). La repartición Centro Regional Córdoba en la zona de estudio está presente a través de dos dependencias: el Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) ubicado en camino a 60 cuadras, corredor localizado en el sur del área de producción hortícola de proximidad a la ciudad. Y la Agencia de Extensión Rural (AER - Córdoba) que es la encargada de brindar asesoramiento técnico a los productores de la zona. Productores acuden a la Agencia en búsqueda de respuestas a problemas fitosanitarios o de suelo. La AER también ejerce influencia con la puesta en práctica del Programa Cambio Rural creado en 1993 por el MAGyP. El programa consiste en conformar grupos de productores de la misma zona, para compartir saberes y experiencias.

Los técnicos agropecuarios que trabajan en el área de estudio, deben estar matriculados en el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia de Córdoba para poder firmar recetas fitosanitarias que permitan la aplicación de agroquímicos. El Colegio de Arquitectos está presente ya que los profesionales que se encargan del ordenamiento territorial de la zona se rigen bajo reglas específicas que este colegio propone.

En la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) dentro de la carrera de Ingeniería Agronómica existe la cátedra de cultivos intensivos donde se enseñan conocimientos vinculados a la práctica de la horticultura. Estudiantes y docentes visitan unidades productivas de la zona para aprender sobre este tipo de producción. Y vinculado a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) también se encuentra la cátedra de urbanismo en la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño que realiza un análisis del territorio desde la perspectiva urbana, analizando la ciudad inserta en un contexto que incluye dimensiones rurales.

Como organización social se reconoce a la Agrupación Quirquinchos, la cual nuclea horticultores de la zona sur del área de estudio que producen bajo el modelo de agricultura industrial. Además, en 2021 se conformó la agrupación Horticultores Pilar que surge de la declaración de la zona en emergencia debido a un evento climático de granizo que se dio en la localidad. A partir de este acontecimiento persiste el espacio que consiste en la conformación de asambleas de productores para la elaboración conjunta de estrategias de trabajo que hagan frente a los problemas que se presentan en la actividad.

En general, se puede observar un núcleo de entidades académicas, un núcleo de entidades públicas y privadas vinculadas a los mercados y un conjunto de entidades dependientes del estado que responden a cuestiones técnico-productivas. Las organizaciones sociales aparecen, pero, en base a la información registrada están en incipiente formación y no denotan mayor importancia.

Entidades socio-institucionales de la horticultura en proximidad a la ciudad de Córdoba: agroecología

Con este apartado y a los fines de representar gráficamente la información, se presentan las ESI de la horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba que responden al modelo agroecológico (Figura 2) además se realiza una breve caracterización de cada entidad identificada. Se parte de la identificación de municipios que poseen unidades de producción con manejo agroecológico en el área de estudio. En cuanto a los tipos de producciones se consideraron tanto los establecimientos que comercializan productos hortícolas frescos como a los sujetos vinculados a la producción para el autoconsumo con inserción en alguna organización social.

Entidades socio-institucionales de la
horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba para el modelo agroecológico. 

/ Socio institutional entities of the
proximity horticulture to Cordoba's city for the agroecology model.
Figura 2 / Figure 2
Entidades socio-institucionales de la horticultura de proximidad a la ciudad de Córdoba para el modelo agroecológico. / Socio institutional entities of the proximity horticulture to Cordoba's city for the agroecology model.

La Feria Agroecológica de Córdoba (FAC) comenzó a funcionar en 2013, en su primera edición, participó el Movimiento de Agricultores Urbanos de Córdoba (MAUC) y la Cooperativa de Trabajo San Carlos (CSC). El MAUC se conformó en 2010 bajo el lema “hacemos política desde la tierra” actualmente funciona en la zona norte de la capital camino a Colonia Tirolesa, en un campo alquilado. Comercializan su producción en la Feria Agroecológica de Villa Allende, en un puesto que junta la producción de varios productores de la zona y que conforman el grupo COATI compuesto por la Cooperativa Macollo, el proyecto Buen Vivir, el GEA (Grupo emprendedor Agroecológico) y el establecimiento “Las Rositas”. El grupo nace con la finalidad de visibilizar la agroecología en la zona. Además de comercializar en la feria de Villa Allende, reparten bolsones de verduras en los barrios de la ciudad. La CSC se conformó en 2011, es una cooperativa familiar que funciona en tres predios cercanos entre sí, en la zona sur de la Capital, en el corredor con su mismo nombre. Esta cooperativa comercializa su producción en la FAC y también realiza repartos y vende mercadería a granel para diferentes nodos. La mercadería de la producción agroecológica, no solo se vende en ferias, sino que también posee diferentes canales de comercialización, a los que llamamos mercados indirectos.

El fundador de la CSC es presidente de la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF-Córdoba). Federación que nuclea a productores familiares de todo el país cuya finalidad es el fomento del desarrollo rural con equidad e inclusión social. ​Hacia la misma zona, pero en el corredor camino a 60 cuadras se encuentra la organización social Productores Unidos 60 Cuadras. Conformada en 2019, compuesta por diez familias que producen verduras en el patio de sus casas para el autoconsumo y en un espacio de huerta comunitaria. La producción de esta organización se vende en la FAC. En el puesto del Movimiento de trabajadores Excluidos (MTE) Rama Rural, al que también lleva mercadería la Cooperativa Malvinas Agroecológica. Organización que funciona con nueve familias que trabajan en un espacio de huerta comunitaria y en una bio-fábrica,[2] en la localidad de Malvinas Argentinas, hacia el Este de la capital. MTE Rama Rural forma parte a nivel nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) organización social que nuclea trabajadores de diferentes sectores.

Actualmente en la FAC participan cinco puestos que venden hortalizas en fresco: Las Rositas, Los Rossi, Puesto MTE, CSC y un productor. Desde 2019 funciona en Barrio Alberdi un nodo de la FAC, con un puesto de verduras de Las Rositas y Los Rossi. Siguiendo con las ferias agroecológicas, están las municipales del área de Sierras Chicas. Con apoyo de los municipios de Villa Allende, Unquillo y Río Ceballos funcionan las ferias que en su mayoría venden productos elaborados, aunque en cada una de estas ferias se garantiza un puesto de verduras frescas: agrupación COATI en Villa Allende, una productora de Colonia Caroya en Unquillo y Las Rositas en Río Ceballos. Otra feria que cuenta con el apoyo de su municipio es la Feria Franca del Camino Real, que funciona hace 10 años, en la Localidad de Colonia Caroya. En el año 2015, Colonia Caroya fue la primera municipalidad del país en sancionar una ordenanza para el fomento de la producción agroecológica (1911/15). Para poner en práctica esta ordenanza, el municipio a través de un sistema de garantías participativas, certifica las producciones.

Sembradores Serranos es una organización social que nuclea huerteros de diversas localidades de Sierras Chicas. El grupo surge de un proyecto de extensión de la UNC que en 2015 trabajaba con familias de la zona fomentando la agroecología tanto para el autoconsumo como para la comercialización de las producciones. Es así, que se conformó este grupo, cuyo principal objetivo es compartir saberes y experiencias de las distintas producciones familiares. Dentro del grupo existe una cooperativa de producción de semillas criollas, el espacio funciona en media hectárea donde se siembra para la reproducción de semillas provenientes de los huerteros. Funciona como banco de semillas que se venden en la Feria Serrana Agroecológica de Unquillo (FSAU).

Desde la UNC, existe apoyo a la agroecología por parte de varias facultades y cátedras. La FAC comenzó a funcionar de la mano de un proyecto financiado por la Secretaría de Extensión, en el que seis facultades se pusieron el objetivo de fomentar la producción y el consumo de alimentos de calidad. Estas facultades fueron: FCA, FAUD, Facultad de Ciencias Médicas (Escuela de Nutrición), Facultad de Ciencias Económicas, Facultad de Artes (Dpto. de Cine y Televisión) y la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Escuela de Ciencias de la Información) Particularmente en la FCA existen dos cátedras que brindan enseñanzas acerca de la producción agroecológica; no son espacios curriculares obligatorios, pero constituyen una opción para los estudiantes. En la Escuela de Nutrición existen dos cátedras que abordan la agroecología desde lo alimentario y la FAUD en las carreras de arquitectura y de diseño industrial trabaja desde diversos espacios curriculares y desde la extensión para vincularse con este modelo productivo.

Desde el MAGyP existen tres reparticiones estatales que generan conocimiento y brindan recursos humanos para el desarrollo de la agroecología en el área de estudio. El INTA en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, crea en 1990 el programa Pro-Huerta. Los técnicos de la AER Córdoba son los encargados de llevar a cabo este programa en el territorio, que promueve las prácticas productivas agroecológicas para el autoabastecimiento, la educación alimentaria y la promoción de ferias y mercados alternativos (INTA, 2021). Del INTA también depende el CIAP, el cual comprende proyectos vinculados a la investigación agroecológica en el territorio. Otra dependencia del Ministerio es la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e indígena (SAFCI) que desde la región centro aporta técnicos en el territorio, fundamentalmente la delegación articula con la Dirección Nacional de Agroecología, creada en el 2020 y dependiente de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Territorial, tercera repartición dependiente del ministerio. A nivel provincial el MAyG a través de la DiPAF está presente en el territorio, brindando asesoramiento técnico.

Si bien aparecen entidades repetidas respecto del modelo de agricultura industrial, también hay entidades particulares para este modelo. Se observa un núcleo de entidades académicas, un núcleo de entidades públicas vinculadas al fomento y desarrollo de la agroecología y una gran preponderancia de organizaciones sociales.

Conclusiones

El área de estudio es un espacio complejo en el cual se entremezclan no solo diversas dinámicas (agrícolas, industriales, residenciales y de servicios) sino también entidades socio-institucionales.

La identificación y caracterización de las ESI diferenciadas por modelos productivos pretende ser una descripción para la simplificación del abordaje de la realidad. Una guía de entidades, un catastro, un inventario que permita observar de forma ordenada el área de estudio.

El procesamiento gráfico de las ESI tiene importancia debido a que constituye una herramienta metodológica de aproximación inicial necesaria para en futuras investigaciones contribuir a la elaboración de mapas de actores que permitan identificar disputas, tensiones, alianzas, disparidad de intereses o criterios que se dan cuando en las dinámicas territoriales coexisten modelos contrapuestos.

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Notas

[1] La unidad estadística del CNA 2018 es la explotación agropecuaria. La EAP es la unidad de organización de la producción, con una superficie no menor de 500 m. y ubicada dentro de los límites de una misma provincia que, independientemente del número de parcelas (terrenos no contiguos) que la integren, reúne los siguientes atributos: producir bienes agrícolas destinados al mercado; tener una conducción única de gestión de la EAP y utilizar en todas las parcelas que la integran algunos de los mismos medios de producción y parte de la misma mano de obra permanente.
[2] Planta elaboradora de bio-insumos: fertilizantes, fungicidas y pesticidas de origen ecológico.
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