Cuatro, Glosa(s), (un lugar para el comentario y la información)

Sobre Puertas, de María Cecilia Graña

Susana Romano Sued *
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina
CIECS CONICET Y UNCOR, Argentina

El hilo de la fábula

Universidad Nacional del Litoral, Argentina

ISSN: 1667-7900

ISSN-e: 2362-5651

Periodicidad: Semestral

vol. 20, núm. 23, 2022

revistaelhilodelafabula@fhuc.unl.edu.ar

Graña María Cecilia. Puertas. 2020. Buenos Aires. Huesos de Jibia. 978-987-4914-14-9


DOI: https://doi.org/10.14409/hf.20.23.e0015



Con el canto apasionado
haremos caer las puertas
Gabriela Mistral

Puertas, abre un primer acceso a la obra poética de María Cecilia Graña,1 que conocíamos por su escritura teórica y crítica; una producción dedicada larga y generosamente a múltiples géneros escriturarios de variada autoría. En el género poético, su investigación sobre el poema largo, o ‘poemetto’ según su denominación en italiano, constituye un aporte fundamental al conocimiento de ese género extenso en distintas lenguas.

La cita epigráfica de “Puertas” de Gabriela Mistral precede a “Exclusión”, capítulo sexto del poemario. Es un intertexto que da cuenta, a nuestro entender, de la compleja sencillez de las referencias intergenéricas e intertextuales desplegadas por la autora. Ello habilita la pregunta: ¿De qué lado de la puerta estás? ¿Serán los epígrafes un guía hacia los espacios establecidos por las puertas? ¿O se trata de señales de un destino? El epígrafe, ¿opera como epitafio de lo que finaliza?

El poemario de Graña nos desafía a transitar por los capítulos “Identidad”, “Apalabrada”, “Puertas” “Ventanas”, “Intrusión”, “Exclusión”, “Ángeles”. Siete ofertas que se despliegan desde su nombre propio hasta la recorrida, versátil por numerosos sitios, culturas, mitos rituales diversos, clásicos, orientales, occidentales, indígenas, en un ejercicio generoso de metapoeticidad.

Una y muchas puertas sin casa se multiplican para la poeta: desde ellas convoca a los ángeles melancólicos como los invocados por Walter Benjamin y Paul Klee dando cuenta del ángel de la historia.

Asimismo tal como la puerta a la vez que abre, o se entorna, hospeda y expulsa, invita a las aladas criaturas, que como en el film de Wim Wenders, Las Alas del Deseo, sacan todo provecho posible de mezclarse con la materialidad humana.

En sus apelaciones desde lo más común, Graña introduce la ironía de lo “éxtimo”, que es como llama Jacques-Alain Miller a lo ominoso, a lo que de lo más corriente y familiar deviene en extraño y amenazante, en consonancia con el concepto de ‘unheimlich’ de Sigmund Freud, lo no hogareño ni acogedor, lo ominoso. En esas poetizaciones, la epifanía, el sí y el no, el benéfico y el malvado, se nos ofrecen para que crucemos los umbrales, y las brumas, entrelazadas en el doméstico y cotidiano transitar, y encontrarnos con las remisiones expresas o sugeridas, y enlazadas al nombre propio de la autora. Una membranza, que nos remite a obras como Las puertas de la percepción de Aldous Huxley, Puertas Adentro de Florencio Sánchez, Las puertas de la ley de Franz Kafka, Las otras puertas de Abelardo Castillo, “Las puertas del cielo” de Julio Cortázar.

Referencias

Graña, María Cecilia, Entre la piedra y el agua: la genericidad de los poemas largos. Beatriz Viterbo, Rosario, 2012

Miller, Jacques-Alain, Extimidad, Paidós, Buenos Aires, 2010.

Notas

Notas de autor

* Profesora emérita por la Universidad Nacional de Córdoba. Investigadora Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET). Escritora, psicoanalista, traductora. Autora de una extensa obra en múltiples géneros traducida y publicada en varios idiomas y acreedor o de numerosos premios y distinciones nacionales e internacionales.
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