Salud, trabajo y ambiente. Estrategias para el desarrollo regional

Autores/as

  • Jorge Pickenhayn Universidad Nacional de San Juan

DOI:

https://doi.org/10.14409/rl.v1i1.6402

Resumen

Toda acción humana genera un impacto en el ambiente. Los bienes de la naturaleza se re–significan cuando la sociedad les asigna el nombre de «recursos». También los modelos productivos implican «recurrir» a estrategias concretas que traen consigo necesarias acciones que producen cambios. Hay permanentes umbrales que establecen el quiebre entre un antes y un después para cada paisaje.

La sociedad tiene metas que pone en juego para determinar sus proyectos de desarrollo, particularmente si las mejoras perseguidas involucran al territorio. Cuando nos preguntamos cuáles son esas metas aparece el «mito del Edén»: la respuesta es «vivir», concepto demasiado amplio y complejo que puede simplificarse si lo dividimos en: vivir bien, sano y mucho. Todo modelo productivo se inspira en el trabajo como instancia de transformación (o sea, vivir mejor). Para ello su agente, el hombre, necesita preservarse y perdurar (es decir, vivir sano y mucho).

Cuando los especialistas en planeamiento piensan modelos de ordenación territorial para grandes superficies realizan comparaciones de muy diversa factura y concluyen en modelos de síntesis para el presente y sobre el futuro planificado. Se suelen, empero, descuidar los vínculos entre salud, trabajo y ambiente. Estimamos que esta triangulación es importante por lo que se propone una metodología de planificación que tenga en cuenta: a) el estudio de los impactos recíprocos entre salud, ambiente y trabajo; b) el análisis de problemas concretos asociados con la distancia y accesibilidad a lugares de empleo y centros de salud en relación con los espacios de residencia de la población, y c) propiciar un ordenamiento espacial que potencie los vínculos y minimice las dificultades por la relación de estos tres factores. Los puntos destacados merecen tratarse con mayor peso en las estrategias de desarrollo regional que propicien un planeamiento que apunte al desarrollo productivo.

Palabras clave: salud; trabajo; desarrollo; ambiente.

 

Abstract

HEALTH, WORK AND ENVIROMENT. REGIONAL DEVELOPMENT STRATEGIES

Every human action has an impact on the environment. The society resignifies the goods the nature provides by calling them «resources». Production models also involve taking action that brings necessary changes. There are permanent thresholds that show the difference in time of each landscape.

The society has objectives to establish its development projects, and it is particularly interested in improvements that involve the territory. When we wonder which those objectives are, the «myth of Eden» appears: the answer is «to live», a concept too broad and complex that can be simplified if we divide it into: live well, healthy and long. Every production model is inspired by work as an instance of transformation (i.e. live better). In order to accomplish this, the man needs to endure and preserve himself (i.e. live healthy and long).

When planning specialists think about spatial models for large areas, they make many comparisons. They conclude synthesis models for the present and the future planned; but they tend to neglect the links between health, labour and environment. We estimate that this triangulation is important, so a planning methodology is proposed to take into account: a) the study of the reciprocal impacts between health, environment and labour; b) the analyses of specific problems associated with distance and accessibility to workplaces and health centres in relation to the spaces of residence of the population, and c) the promotion of a spatial planning to reinforce the links and to minimize the difficulties arisen due to these three factors. The highlights deserve to be treated in depth within regional development strategies that foster a planning point for a productive development.

Keywords: health; work; development; enviroment.

 

Resumo

SAÚDE, TRABALHO E AMBIENTE. ESTRATÉGIAS DE DESENVOLVIMENTO REGIONAL

Toda ação humana gera um impacto no ambiente. Os bens da natureza obtêm novo significado quando a sociedade lhes dá o nome de «recursos». Também os modelos produtivos implicam «recorrer» a estratégias concretas que trazem ações necessárias, as que produzem mudanças. Há permanentes umbrais que estabelecem o quebre entre um antes e um depois para cada paisagem.

A sociedade tem metas que põe em jogo para estabelecer seus projetos de desenvolvimento, particularmente se as melhoras perseguidas envolvem ao território. Quando nos perguntamos quais são aquelas metas aparece o «mito do Éden»: a resposta é «viver», conceito muito amplo e complexo que pode se simplificar, se o dividimos em: viver bem, são e muito. Todo modelo produtivo inspira se no trabalho como instancia de transformação (o seja, viver melhor). Para isso seu agente, o homem, precisa se preservar e perdurar (o seja, viver são e muito).

Quando os especialistas em planejamento pensam modelos de ordenação territorial para grandes superfícies realizam comparações de muito diversa fatura e concluem em modelos de síntese para o presente e sobre o futuro planejado. Mas às vezes se descuidam os vínculos entre saúde, trabalho e ambiente. Estimamos que esta triangulação é importante e propõe se uma metodologia de planificação que tomem em conta os pontos a seguir: a) o estudo dos impactos recíprocos entre saúde, ambiente e trabalho; b) o análise de problemas concretos associados à distancia e acessibilidade a lugares de trabalho e centros de saúde com relação aos espaços de residência da população, e c) propiciar um ordenamento espacial que potencie os vínculos e minimize as dificuldades pela relação entre estes três fatores. Os pontos destacados merecem ser tratados com maior peso nas estratégias de desenvolvimento regional que propiciem um planejamento orientado ao desenvolvimento produtivo.

Palavras–chave: saúde; trabalho; desenvolvimento; ambiente.

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Publicado

2017-03-21

Número

Sección

Artículos