Medicina y literatura: los remedios literarios del Dr. Wilde
DOI:
https://doi.org/10.14409/tb.v0i7.7360Palabras clave:
medicina / literatura argentina / siglo XIXResumen
Eduardo Wilde, médico, escritor y político argentino nacido en Bolivia durante el exilio de sus padres, presidente en dos oportunidades (1880 y 1898) del Departamento Nacional de Higiene, se convirtió en sus textos en ese médico nuevo que debía luchar contra epidemias, lidiar a solas con la muerte y las tragedias íntimas de cada familia. Representándose como protagonista de esos relatos que combinan reflexión, anécdota, evaluación, descripciones impecables que rozan el naturalismo y el gótico en dos derivas diferentes crea un pivote perfecto para que esa masa textual que parece ir a la deriva de las digresiones o de los «relatos al caso» tenga un anclaje en la mirada médica que describe, analiza y diagnostica con cáustica ironía. El cruce de la experiencia médica sobre los cuerpos con lo autobiográfico es capitalizado por el narrador como un saber sobre lo natural y como una contienda contra la hipocresía del sentido común. El saber científico se incorpora como un discurso que explica el mundo hasta sus bordes aunque es limitado: la ciencia médica se presenta como sistema incompleto pero a la vez necesario para regular la muerte —la epidemia, la mortalidad infantil—. La lectura se centra en algunos textos de Tiempo perdido (1878) y Prometeo & Cia (1899).